El FMI marca territorio
El staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elegido un momento preciso para relanzar su diagnóstico sobre la enfermedad que afecta a la eurozona. No. No ha sido la presencia de Mariano Rajoy en Nueva York, visita sobre la cual se puede decir alguna cosa.
El FMI se ha introducido en el paisaje después de la batalla. ¿Batalla? Sí, las elecciones alemanas. La victoria de Angela Merkel. Mientras ella empieza a buscar un partido aliado para formar una coalición de gobierno, la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, ha lanzado su ofensiva.
Frente a la perspectiva de más de lo mismo en la eurozona, según ha prometido el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble antes de las elecciones, y frau Merkel después de su triunfo, el FMI presiona, sin pérdida de tiempo.
Pues eso, marca territorio.
¿Cómo?
Ha reciclado unas cuantas ideas (Autoridad Presupuestaria de la Eurozona, seguro de desempleo, recapitalización directa de los bancos en crisis por un Mecanismo de Estabilidad, como si no existiese ya, unión bancaria y eurobonos) y las ha lanzado desde Washington.
Lagarde y su equipo, preocupados por la débil recuperación económica internacional, no las tienen todas consigo en la Eurozona. ¡Son pesimistas!
¿Cuánto de pesimistas?
Mientras Rajoy avanzaba en Nueva York que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el déficit público de 2012 ha sido del 6,8% del Producto Interior Bruto, dos décimas menor al anunciado 7%, el responsable del departamento de Europa del FMI explicaba el abecé de la enfermedad que aqueja a la eurozona en un video muy pedagógico donde el protagonista, para explicar lo que se debe hacer, es... ¡el cubo de Rubik!
Clica aquí para ver el vídeo del FMI
Reza Moghadam intenta contestar en nueve con veintiún minutos a una pregunta que en sí misma indica la cautela en la que se mueve el FMI: ¿Está la eurozona en vía de recuperación?
La eurozona puede estar saliendo de la recesión, explica, pero le esperan largos años de crecimiento mediocre. Y, también se enfrenta a riesgos que amenazan el proyecto político de la unión monetaria. Se observa en los mercados financieros una estabilización. "Pero la recuperación es todavía débil y frágil", añade. Y aún cuando se advierten datos de salida de la recesión, la economía de la eurozona experimentará una caída del 0,5% en 2013 según la Comisión Europea o del 0,6% si se toma la última previsión del FMI, del pasado mes de julio.
A Moghadam le preocupa, al menos de palabra, el empleo y la demanda. La demanda, un componente que a los alemanes les trae sin cuidado. "La incertidumbre sobre la política europea es un un factor clave para una demanda débil", explica. "Tanto en los países centrales [Alemania y Francia] como en los países bajo efecto de stress".
Por eso destaca que el problema del desempleo, especialmente en Grecia y España, es también un problema político, porque cuestiona el respaldo al proyecto de unión monetaria.
Y todo lo que los políticos intentan vender (los "Euro mentirosos" los llama Hans-Olaf Henkel, ex presidente de la Federación de la Industria Alemana, en un libro que merece una versión española urgente) aquí en Europa, el responsable del FMI lo pone en solfa: la situación de los bancos, el crédito, los costes de los préstamos, el atenazamiento de las pymes. La fragmentación del sistema financiero del euro es objeto de un breve pero muy elocuente análisis y sus efectos, sobre todo, en España e Italia, "más necesitados de bajos tipos de interés".
Y la deuda, privada y pública.
"Primero, importa quién tiene demasiada deuda". Si a la deuda pública se une, señala Moghadam, una deuda elevada de las familias y de las empresas, esto es importante. Porque, afirma, la deuda de familias y empresas "va en mayor detrimento del crecimiento que el endeudamiento del sector público".
El proceso de desendeudamiento no avanza de manera muy clara. Tanto en lo que se refiere a las familias como al sector empresarial europeo. "A diferencia de otros episodios, en esta crisis, con algunas excepciones, el sobreendeudamiento sigue siendo uno de los problemas".
En las crisis anteriores, el endeudamiento se veía reducido por la inflación y por el aumento de los ingresos en los hogares. Estos factores no se dan ahora. Según Moghadam, "es probable que la losa del elevado endeudamiento de las familias persista".
El responsable europeo aporta los elementos para ilustrar, sin llamarla por su nombre, la recesión de balance a la japonesa en algunos países de la eurozona.
El fuerte endeudamiento de las empresas antes de la crisis en curso es clave. "Este endeudamiento cuya reducción apenas ha comenzado, explica bastante lo que está pasando en esta crisis", dice Moghadam.
Las empresas no tienen como meta maximizar beneficios sino reducir deuda. Ahorran y gastan menos. Así se explica que nadie invierta y cree puestos de trabajo. Es la teoría del economista de origen taiwanés Richard Koo, analista del banco japonés Nomura.
"Aunque la productividad se ha elevado y los costes laborales unitarios han caído, es una mala noticia para el empleo". Moghadam se pregunta por qué el ajuste inmediatamente después del estallido de la crisis se ha hecho mediante la destrucción de empleo en lugar de la reducción de los salarios. Su respuesta es la oficial: rigidez estructural del mercado laboral, dualidad, sobre todo, cuando coexisten diferentes tipos de contratos de trabajo.
Moghadam utiliza el cubo de Rubik para explicar que hay que avanzar en todos sus lados. Se necesita recapitalizar más los bancos, crear un mecanismo para hacerlo (ya está creado) y una auroridad fiscal central.
Y una parte importante del cubo, según Moghadam, consiste en estimular la demanda.
El vídeo es tan sencillo que hasta Merkel puede entenderlo.
Pero la respuesta alemana al ver la última parte del cubo de Rubik referida a la necesidad de "apoyar la demanda" no es difícil de imaginar: ¡Vade retro! ¿Incluso con el partido Socialdemócrata en un eventual gobierno de coalición? Incluso. Merkel nunca cederá, como sí ocurrió en 2005, por la debilidad de su victoria, el Ministerio de Finanzas. Schäuble es mucho Schaüble.
Moghadam quiere también dar más tiempo a los países de Europa del Sur para poner orden en sus finanzas públicas. Y que el Banco Central Europeo (BCE) interprete un papel similar al de la Reserva Federal de Estados Unidos. Debería ir más allá de lo que ha hecho hasta ahora en materia monetaria y estimular el crecimiento.
Mientras todo esto salía a la luz, en Bruselas, los técnicos de los ministerios de Economía de la Unión Europea decidían dejar a un costado una iniciativa que va en la dirección del FMI. La adopción de una nueva metodología sobre déficit cíclico y déficit estructural.
Este cálculo más realista del déficit que resta al déficit estructural los efectos de la debilidad cíclica de la economía provocada por la crisis (caída brutal de los ingresos fiscales y subida en flecha de los gastos por prestaciones de desempleo) permite aliviar la presión sobre varios países donde ha estallado la burbuja especulativa de la vivienda. Entre ellos España.
Pero no va a ser.
Y en eso viene Rajoy y nos da la noticia de que el déficit, según el INE, se ha cerrado en el 6,8% del PIB durante 2012. Y que va a cumplir el objetivo del 6,5% en 2013. Y sin nuevos ajustes.
No hace falta ser muy espabilado para pensar: ¿Y cuál sería la hazaña de reducir el déficit del 6,8% del PIB en 2012 al 6,5% en 2013?
Ya veremos el próximo viernes el proyecto de presupuesto para 2014. Sobre todo, veremos el 3 de octubre los datos del ejercicio presupuestario consolidado enero-junio de 2013 para salir de dudas.
Pero, de momento, Rajoy vende en Nueva York, sí vende, porque hay que lanzar carnaza a las fieras, los periodistas extranjeros, porque son considerados altavoces de Wall Street, que el Gobierno puede dar otra vuelta de tuerca a la reforma laboral. Ya el comisario Olli Rehn recordó en julio pasado que Rajoy se había comprometido a evaluar lo que se había hecho y a proponer cambios.
Rajoy admite, en una entrevista con Bloomberg TV, que la OCDE (Organización para la Cooperación y Desaroollo Económico) le está aconsejando ir por el camino de introducir nuevas medidas y que elevará un informe en breve sobre los cambios. Es el títular de la entrevista: "Rajoy: España puede profundizar su reforma laboral para reducir el paro". Profundizar, ajá.
En coincidencia con su promesa a Bloomberg, el Banco de España sostiene en su boletín económico que uno de los objetivos de la reforma laboral de febrero de 2012, perdón... una de sus consecuencias ha sido la reducción de los salarios en España. Aunque no tenga el mal gusto o la falta de educación de decirlo así, en efecto, uno de sus objetivos era la devaluación interna o caída de los salarios nominales y reales. La reducción de la temporalidad no está. Ni se le espera.
Aquí en España ni Rajoy ni los ministros del ramo hablan de reformar la reforma laboral. Pero fuera, en el exterior, como suena a música celestial, no tienen complejos en ejecutarla.
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