Rajoy se enfrenta a una complicada foto con la alcaldesa de Alicante en el AVE

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se enfrenta este mediodía a una complicada situación, si quiere eludir, una vez más, fotografiarse con imputados de su partido. La inauguración del tramo del AVE Albacete-Alicante (el trayecto hasta Madrid funciona desde hace años), que realizará el jefe del Ejecutivo junto al Príncipe Felipe y a los presidentes de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, y de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, le va a situar también, por cuestiones de protocolo, junto a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada en el caso Brugal.

Ya el pasado 8 de junio el presidente trató de dar esquinazo a Castedo y también al regidor de Castellón, Alfonso Bataller, imputado en una pieza del caso Gürtel. Rajoy participó ese día en un acto para arropar al PP valenciano, pero eludió en todo momento referirse a los casos de corrupción de la comunidad, en la que hay nueve diputados autonómicos imputados. Saludó desde la tribuna a Castedo y Bataller, sin mencionar sus nombres, pero al final del acto no pudo evitar salir en la foto de familia junto a los dos dirigentes imputados. En la sala le escuchaban la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que, junto al expresidente valenciano Francisco Camps, está siendo investigada en el marco del caso Nóos; Milagrosa Martínez, expresidenta de las Cortes valencianas conocida como La Perla en el sumario del Gürtel, y Ricardo Costa, ex número dos del PP regional, procesado junto a Camps por la causa de los trajes.