El juez Pedraz envía a prisión a los cinco anarquistas de Bandera Negra
El magistrado les acusa de pertenencia a grupo terrorista y tenencia de explosivos Dos de los arrestados guardaban cinco kilos de droga MDMA
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha enviado a prisión a primera hora de este viernes a los las dos mujeres y los tres hombres del grupo anarquista Bandera Negra detenidos por los Mossos d'Esquadra el pasado miércoles en Sabadell (Barcelona) y otras localidades catalanas. Las identidades de los imputados son Silvia Muñoz, Yolanda Fernández, Xabier González, Juan José Garrido y José Carlos Recio.
Los detenidos están imputados por enaltecimiento del terrorismo, pertenencia a grupo terrorista, depósito de sustancias explosivas y municiones, y captación y adoctrinamiento. Dos de ellos están también acusados de un delito contra la salud pública –guardaban cinco kilos de MDMA, conocido como cristal-. Según el auto de prisión el colectivo Bandera Negra fijaba sus objetivos y amenazaba a la Corona, partidos políticos y entidades financieras. En sus acciones usaban artefactos explosivos o incendiarios. Se les acusa de atacar a un vehículo policial tras la manifestación de la huelga general del 14 de noviembre pasado. El juez les acusa también de justificar los atentados de ETA y Grapo y de participar en las revueltas mineras de Mieres.
El grupo, según han informado los Mossos esta mañana, utilizaban Internet para enaltecer a grupos terroristas y llamar a la violencia urbana en los días anteriores a movilizaciones ciudadanas. En los registros, los agentes intervinieron seis kilogramos de fluoranfetamina, 350 gramos de marihuana, material informático y documentación diversa, garrafas de gasolina y objetos incendiarios, un lanzacohetes modificado de PVC, llaves pincharuedas, máscaras antigás, un tirador de acero, pasamontañas y propaganda anarquista.
El análisis de las redes sociales permitió detectar un nuevo colectivo, Bandera Negra, de tendencia anarquista y que incitaba a la subversión mediante la violencia urbana, el apoyo a integrantes del Grapo y a organizaciones terroristas como Resistencia Galega y ETA, según las mismas fuentes.
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