Un inmigrante es rescatado del doble fondo de un coche abandonado
Una vecina alertó a la policía de que se oían gritos en el interior de un vehículo
Agentes de la policía local de Melilla rescataron ayer a un inmigrante subsahariano que se encontraba atrapado en el doble fondo de un coche abandonado. Una vecina que escuchó gritos en el interior del vehículo fue quien dio la voz de alarma a las agentes de seguridad.
Antonia Pastrana caminaba hacia las siete de la tarde de ayer con su hija por una calle del barrio melillense El Real, cuando, al pasar junto a un vehículo estacionado, escuchó “unos gruñidos”. “Pensé que era una animal y que el ruido salía del portal”, aseguró la vecina, que se dispuso a seguir su camino. Sin embargo, una intuición le hizo darse la vuelta. “Me acerqué al coche y vi que no había nadie, pero los gritos eran cada vez más fuertes. Me puse súper nerviosa y comencé a gritar yo también diciéndole ‘tranquilo, que viene la policía, tranquilo, que te sacamos”, añadió Pastrana.
La mujer comenzó a llamar a otros vecinos para que avisaran a la policía. “Desde el interior los gritos eran mayores, era un ‘uh, uh, uh’, no una frase clara”. En ese momento, apareció un hombre que aseguró que el coche era suyo y que se lo llevaba. “Le dijimos que de eso nada, que abriera el coche porque ahí, en alguna parte, había alguien encerrado”, explicó Pastrana.
El conductor negó todo y abrió el capó del vehículo para demostrar que no había nada. Sin embargo, los vecinos insistieron en que el ruido venía del interior del coche, del respaldo del asiento trasero, y retuvieron al conductor hasta que llegó la policía local y los bomberos. Cuando los agentes abrieron el automóvil, desarmaron el asiento trasero y encontraron una persona escondida.
El Delegado del Gobierno de Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha felicitado hoy a los policías por cooperar en el rescate de un inmigrante y detener al dueño del automóvil, un marroquí con residencia legal en Melilla. El Barkani ha insistido en las terribles consecuencias que se derivan de la inmigración irregular que promueven y explotan mafias que trafican con seres humanos, poniendo en grave riesgo la vida de los inmigrantes. “Son las auténticas víctimas de organizaciones mafiosas y sin escrúpulos”, ha apuntado.
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