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El PP dio de baja al extesorero el día que se publicaron sus cuentas

El partido recontrató a su extesorero el 16 de abril de 2010 y él cesó el 31 de enero de 2013

El 16 de abril de 2010 el PP dio de alta a Luis Bárcenas en la Seguridad Social como empleado suyo. Ocurría ocho días después de que el exsenador renunciara con “carácter definitivo” a ser tesorero por su implicación en el caso Gürtel. Y 1.022 días cotizados/trabajados después, el 31 de enero de 2013, le daba la baja, el mismo día que EL PAÍS publicaba los papeles de Bárcenas. Los datos de su vida laboral dejan claro que la relación entre 2010 y 2013 de Bárcenas con el PP es la de un contrato indefinido generado tras su renuncia, y que cesó por “baja voluntaria” del extesorero hace solo 22 días.

La baja ante la Seguridad Social debe comunicarse en un plazo máximo de seis días naturales desde el día siguiente a la fecha del despido fijada por la empresa, según expertos en derecho laboral consultados. Por tanto, el despido de Bárcenas el pasado 31 de enero no fue la respuesta al hallazgo de la fortuna opaca de Bárcenas (hasta 22 millones de euros en Suiza), difundido por un auto del juez Pablo Ruz el 15 de enero.

El PP podría haberlo despedido cualquier día desde entonces, pero le dio de baja el 31 de enero de 2013, el día que EL PAÍS difundió los apuntes manuscritos del extesorero con datos de presuntos pagos a dirigentes del PP y supuestas donaciones opacas de empresarios, caso que hoy investiga la Fiscalía Anticorrupción. Ese día el PP, a través de su secretaria general, Dolores de Cospedal, negó tal contabilidad. Algo que también hizo el propio Bárcenas.

Desde días antes, el PP sabía que EL PAÍS manejaba esa información manuscrita por su extesorero, ya que este periódico llamó a diversos dirigentes del partido para confirmar tales pagos, que uno tras otro negaron.

La vida laboral oficial de Bárcenas, la que que maneja el PP y el Gobierno, ofrece varias contradicciones con los sucesivos comunicados del partido sobre su expulsión laboral. Por ejemplo, el último, emitido el pasado 13 de febrero: en 2010 el PP acordó “no reintegrar al señor Bárcenas a su puesto de trabajo reconociendo en consecuencia a los efectos de lo previsto en el artículo 56 del Estatuto de Trabajadores, una indemnización por la resolución del contrato de trabajo. Ambas partes acordaron que la indemnización procedente se abonara mediante un pago mensual hasta diciembre de 2012, con el abono por la empresa de las cotizaciones sociales durante el periodo del citado finiquito”. Pero el PP le registró en abril 2010 y hasta 2013 como empleado bajo contrato indefinido.

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Pero más allá de que el historial laboral desnude el argumentario de la dirección del PP, y las manifestaciones de la secretaria general, Dolores de Cospedal, sobre que se expulsó a Bárcenas en 2010, cuando en realidad se le fichó de nuevo, la situación del extesorero podría dar lugar a un posible fraude a la Seguridad Social, según explican inspectores de Trabajo. “Para que un empleo sea legal se tienen que dar dos requisitos: que haya ocupación real y cotización a la Seguridad Social. Si hay ocupación del trabajador pero no se cotiza es un fraude a la Tesorería General de la Seguridad Social. Pero si hay cotización y no hay trabajo real, es también fraude. Se está fingiendo un trabajo para engordar las cotizaciones y dar lugar a prestaciones como jubilación, desempleo, bajas, incapacidades. Por razones parecidas, inspeccionamos y sancionamos a empresarios que fingen empleos para extranjeros para que cobren ilegalmente el paro”, afirman esas fuentes.

Por otro lado, si lo que ha percibido en estos dos últimos años es un salario, como indica su alta en la Seguridad Social, todo apunta que el finiquito iría aparte. Desde que estalló el caso Gürtel, Bárcenas comentaba en privado que tenía dos razones para no soltar su artillería de secretos e irregularidades del partido: por un lado, su confianza en la lealtad de Rajoy hacia su persona, y, por otro, que estaba pendiente de perfilar la liquidación final a su trabajo de décadas en el partido.

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