La Generalitat plantea que los mayores de 16 años voten en la consulta
Homs reta a quien quiera impugnar el texto independentista: “No tendrá recorrido”
El día después de la declaración sobre la soberanía del pueblo catalán fue una jornada de trámite en el Parlamento autónomo, sin la pompa de la sesión de anteayer. La vida sigue en Cataluña, pero la Generalitat ya prepara los siguientes pasos del proceso que ha abierto para convocar una consulta sobre la autodeterminación en 2014.
El camino diseñado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, prevé tres pasos a realizar en el primer semestre del año. El camino se iniciará en las próximas semanas: por un lado, el Parlamento tramitará la ley de consultas; en paralelo, Mas iniciará los contactos con el presidente Mariano Rajoy para pedir permiso para convocar un referéndum legal; y en tercer lugar, se constituirá el órgano que debe seguir el proceso soberanista, el Consejo Catalán de la Transición Nacional, con los partidos que han apoyado la declaración y destacados miembros de la sociedad civil soberanista.
CiU entierra su crisis interna para centrarse en el proceso soberanista
La ley de consultas se empezará a redactar el jueves que viene, y el trámite será corto. En la pasada legislatura una ponencia parlamentaria inició los trabajos de la norma, que cayeron en saco roto por la convocatoria de elecciones. La ley permitirá a la Generalitat presumir de marco legal para la consulta, que no tendría efectos jurídicos. El portavoz catalán y consejero de la Presidencia de Mas, Francesc Homs, avanzó ayer que la Generalitat se plantea permitir que voten en ella los mayores de 16 años para diferenciarse del censo electoral. “La fase final de la ley de consultas definirá si hay margen para fijar la posición para votar a partir de los 16 años”, dijo Homs en una entrevista en RAC1. El portavoz aseveró que la competencia de convocar consultas no vinculantes es de las autonomías, mientras que el Gobierno tiene la potestad de organizar referéndums legales.
“Será una consulta a toda Cataluña. Aunque no tenga efectos jurídicos, de alguna forma lo que se buscará será que puedan participar los ciudadanos con un censo que sea parecido o igual al censo electoral”, completó la presidenta del Parlamento, Núria de Gispert, en Catalunya Ràdio.
El escenario ideal de la Generalitat sería convocar un referéndum avalado por el Gobierno, algo que Mas es consciente que no sucederá. Pero la hoja de ruta dibujada por el presidente catalán establece como prioridad la negociación con el Gobierno español. Por ello quiere reunirse en las próximas semanas con Rajoy, para plantearle de primera mano el órdago catalán. Mas también ha pedido audiencia con el Rey. El presidente apuntó ayer, en una conversación con los periodistas en el Parlamento autónomo, que la reunión será en los próximos días o semanas, pero que será comunicada por La Zarzuela.
El proceso soberanista, sin embargo, no cuenta con el visto bueno de la patronal catalana. Ayer lo ratificó el presidente del banco Sabadell, Josep Oliu, que rechazó la independencia y pidió recuperar la negociación del pacto fiscal. Oliu hizo suyas las palabras que hace una semana pronunció Joaquim Gay de Montellà, presidente de Fomento del Trabajo. “No queremos choque de trenes ni fractura de la sociedad catalana. Queremos pacto y concertación”, reclamó. Como reflexión personal, añadió: “El mejor marco para hacer negocios y salir de la crisis es estabilidad y diálogo y que nuestros políticos sepan mantener la convivencia dentro del marco legal”.
Oliu (Banco Sabadell) pide evitar el choque de trenes y negociar el pacto fiscal
Partido Popular y Ciutadans intentarán frenar el proceso soberanista y anular la declaración soberanista votada ayer en el Parlamento catalán. La líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho avisó en una entrevista en RNE-Ràdio 4 de que su partido “analizará las posibles consecuencias jurídicas del desafío independentista”. Ciutadans también anunció que pedirá al Gobierno que recurra la declaración soberanista. Homs retó a quien quiera impugnar la resolución. “Es una formulación política. Nadie impugnará. Y si se hace, no tendrá ningún recorrido. Entre otras funciones, el Parlamento [autónomo] está habilitado para fijar posicionamientos políticos y textos como el de ayer. Es un planteamiento institucional”, cerró el consejero.
CiU puede preocuparse por el proceso soberanista tras aparcar la crisis interna que estalló en la federación antes del pleno en el que se aprobó la declaración. Mas sí salió ayer en defensa del líder de Unió, Josep Antoni Duran, y desautorizó a su federación de Barcelona que había culpado al democristiano del fracaso electoral. Mas y Duran, que está en Chile, hablaron por teléfono para limar asperezas. El líder de Convergència se comprometió a desautorizar a la federación de CDC que había criticado a Duran también en la reunión de la dirección nacionalista que habrá el día 4. De lo contrario, avisó Duran, la crisis hubiera podido desembocar en ruptura. Con la defensa de Mas, el democristiano considera el conflicto “un paréntesis cerrado”.
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