España enviará tres helicópteros más a Afganistán para apoyar el repliegue
Defensa también se plantea ahora mandar aparatos de ataque Tigre
Defensa reforzará a partir de enero su flota de helicópteros en Afganistán para apoyar el repliegue de las tropas, el grueso de las cuales regresará a España el año próximo. A los tres helicópteros de transporte Chinook del Ejército de Tierra que ya hay en la zona se sumarán otros tres Cougar, además de los tres Superpuma de evacuación médica que el Ejército del Aire tiene en Afganistán; por lo que la cifra total se elevará a nueve aparatos.
La decisión se ha precipitado debido a que, por vez primera, los Chinook no vendrán a España para pasar la revisión obligatoria a la que deben someterse cada 200 horas de vuelo, sino que la harán sobre el terreno. Defensa ha adjudicado el contrato de mantenimiento a una empresa estadounidense que revisa en Kandahar los helicópteros del mismo modelo que tiene el Ejército estadounidense. Se trata de ahorrarse el transporte de estas aeronaves pesadas hasta España; pero, cuando concluyan los trabajos, en enero próximo, se quedarán en Afganistán, junto a los tres Cougar, que les relevarán hasta entonces.
Los helicópteros constituyen un bien escaso en el teatro de operaciones afgano, cuya orografía y falta de carreteras convierte en un infierno el transporte terrestre. La permanencia de los Chinook en la zona permitirá el traslado por vía aérea de materiales voluminosos pero sensibles; mientras que los Cougar les darán escolta. Defensa tiene, además, sobre la mesa una propuesta del mando militar para enviar por vez primera a Afganistán helicópteros de ataque Tigre, con el objetivo de que den protección a los interminables convoyes de camiones que serán frecuentes durante el repliegue.
El reforzamiento de la flota de helicópteros españoles en Afganistán coincide con alarmantes informes de los servicios de inteligencia sobre el aumento de la amenaza antiaérea. Según fuentes conocedoras de dichos informes, los talibanes habrían obtenido armamento pesado, como ametralladoras de calibre 12,70 o cañones de 20 milímetros, procedentes del arsenal del depuesto dictador libio Muhammar Gaddafi. Hasta ahora, los ataques contra helicópteros, tan frecuentes como en general ineficaces, se realizaban con armas mucho menos potentes, como fusiles Kalashnikov, ametralladoras RPK y lanzagranadas RPG.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.