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Martin Garitano conjuga en una semana gestos hacia víctimas y etarras

El diputado general de Gipuzkoa combina su asistencia al homenaje a una víctima de ETA con su reclamación de la libertad del preso etarra enfermo de cáncer

Martín Garitano.
Martín Garitano.JESÚS URIARTE

El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, ha tenido una semana frenética. Si el agosto pasado el dirigente de Bildu sólo se dejó ver en un acto en Azpeitia y en un curso de la Universidad Catalana de Verano para asegurar que los atentados perpetrados por ETA en suelo catalán fueron “algo más que un error”, este verano parece no haber tenido descanso. Entre lo que se considera un gesto inédito: acudir al homenaje de una víctima del terrorismo en concreto, al aniversario del atentado que acabó con la vida de Joxe Mari Korta, y lo que puede ser la tónica habitual: compartir las reivindicaciones de los presos de la banda, en concreto, la liberación de Josu Uribetxebarria, enfermo de cáncer.

Garitano, máximo cargo institucional de Bildu, acudió puntual a su cita del pasado miércoles. A las 12.00 el diputado general de Gipuzkoa alcanzó el monolito que frente a la empresa Korta SA, en Zumaia, recuerda al empresario asesinado por ETA. Su gabinete confirmó la víspera la presencia de Garitano, subrayando que era el primer acto de estas características al que acudía el diputado. También especificó que “por respeto a la familia” no realizaría ninguna declaración.

Veinticuatro horas más tarde de que el dirigente de Bildu guardara 15 minutos de silencio en memoria de Korta, su portavoz, Larraitz Ugarte, confirmó en una rueda de prensa que el viernes Garitano recibiría en la sede de la Diputación de Gipuzkoa a los familiares de Uribetxebarria. Treinta minutos de encuentro, a los que sí acompañaron declaraciones por parte del dirigente de Bildu para exigir la liberación inmediata del recluso en estricto cumplimiento de la legalidad vigente, y el anuncio de que iba a visitar al preso al hospital. Garitano, siete horas más tarde, a las 17.30, franqueó las puertas del centro en el que Uribetxebarria permanece ingresado.

Guiños al entorno de ETA —el diputado también se acercó a la manifestación de ayer— y un acercamiento a las víctimas del terrorismo. Garitano, si bien se mantuvo distante en el homenaje a Korta, tampoco derrochó un exceso de complicidad con la veintena de personas que aguardaban su visita a las puertas del Hospital Donostia, convocadas por Herrira, uno de los colectivos de presos. Tras dirigirse a los periodistas, Garitano se acercó hasta los congregados para un cruce de palabras y un apretón de manos, pero no permitió, como ha hecho en otras ocasiones, que se le fotografiara detrás de la pancarta que exigía la liberación del etarra.

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