La defensa de Munar moviliza los apoyos externos y directos de la exlíder de UM
Juan Carrau se ha referido a las "mentiras e incertezas" de la expresidenta de Mallorca Ratifica la petición de seis años de cárcel
Impertérrita y pálida, la exlíder política de Unió Mallorquina (UM), Maria Antònia Munar, atendió ayer desde el banquillo de la Audiencia de Palma el alegato del fiscal Juan Carrau, que le pidió una condena de seis años de cárcel por supuesta corrupción. Está acusada de malversar 240.000 euros en subvenciones a una productora de televisión y radio de su propiedad -con testaferros-, mientras era presidenta del Consell de Mallorca, entre 2003 y 2007, con los votos del PP. Hoy le toca el turno a la defensa de Munar y los imputados Miquel Nadal y Margarita Sotomayor.
El fiscal Carrau destapó ante el tribunal la existencia de un supuesto submarino de Munar en el juicio, al asegurar que “tenía un apéndice de la defensa” en la entidad Democracia y Justicia (DyJ), “disfrazada de acusación popular”, dijo, para realizar “un fraude procesal y un abuso de derecho” y acusar a otros encausados. Esa entidad cívica –inédita en los tribunales- reclamó la exculpación de la exlíder de UM y de la que fue su directora de su exdirectora de Comunicación en el Consell, Margarita Sotomayor.
El abogado de DyJ exigió mayores condenas, sin aplicar atenuantes, para los arrepentidos y colaboradores cuya confesión de delitos perjudican la tesis defensiva de Munar. En el blanco de la diana de esa asociación está el exdelfin de Munar, Miquel Nadal, que ha visto como el fiscal rebaja a dos años y siete meses la acusación inicial de seis años. Carrau avaló la confesión de Nadal y rechazó que hubiera traicionado a Munar porque el día antes de plasmar ante el juez su colaboración fue a verla y se lo advirtió.
Munar ha logrado el respaldo cerrado en el proceso de la periodista Margarita Sotomayor, que fue encargada de las subvenciones a medios del Consell y después estuvo la dirección adjunta de la televisión IB3. Sotomayor se mostró inquieta y demacrada en la penúltima sesión al escuchar al fiscal. Sotomayor y Munar, para Juan Carrau, merecen idéntica pena, seis años de prisión.
El ministerio público detalló los indicios y argumentos de prueba sobre los supuestos delitos de malversación, falsedad en documento oficial, prevaricación y negociaciones prohibidas, por otorgar 240.000 euros de subvenciones del Consell a una productora de televisión. UM intentó “una operación política” de control de una licencia de TDT, a través de testaferros de la exlíder Munar y del coimputado Miquel Nadal.
Los letrados de tres arrepentidos, ex propietarios de la productora VideoU (Miquel Oliver, Luisa Almiñana y Ramon Rullan) reclamaron la expulsión de DyJ, por fraude de ley y vulneración de derechos. El tribunal no aceptó esa petición. El abogado aludido, Francisco Hernández, negó el fraude y acusó a los colaboradores del fiscal de lucrarse con muchos millones, con sus negocios de producción con las instituciones.
Munar no está sola
Licenciada en Derecho y empresaria familiar de éxito, Maria Antònia Munar ha tenido mucho poder y no está sola. Tiene dominio de la escena ante los medios locales y mantiene líneas directas de influencia. Ha sido una figura institucional en Baleares desde que logró alcaldía de su pueblo, Costitx, en 1979, hasta su caída de la Presidencia del Parlamento de Baleares en febrero de 2010. UM y Munar fueron bisagra durante casi tres décadas y siempre abrieron las puertas del poder, con PP y PSOE, en períodos alternos.
El fiscal Juan Carrau acusó a Munar de mentir, de manejar dinero negro desde el partido y de urdir operaciones de control partidista de un medio, que después subvencionó con fondos públicos. Munar y su delfín Miquel Nadal se infiltraron'en la productora VideoU y ésta vio crecer un 1.500% la facturación con el Consell. Cuando Munar pasó de la presidencia de Mallorca a la del Parlamento, en el año 2007, VideoU fue premiada con contratos.
Antes de atender las intervenciones de sus defensores Maria Antònia Munar y su asistente Margarita Sotomayor tuvieron la ayuda indirecta de Francisco Hernando, representa legal de Justicia y Democraci (DyJ), que preside el exsecretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Joan Miquel Perpinyà. Éste es autor de un libro reciente que defiende la causa de Munar en otro escándalo de supuesta corrupción y trabaja de director de medios del grupo Canal4, propiedad de un empresario de confianza de Munar, Jacinto Farrús, imputado en otras causas de corrupción de UM. Farrús contribuyó a la campaña electoral de UM, según afirmó ante un juez.
De la edición de la obra de batalla de Perpinyà cuidó otro exjefe de prensa de Munar y exdirector de la televisión IB3, Antoni Martorell. Éste se declaró ante el tribunal –como testigo- propietario de la web Mallorcadiario.com, que acoge crónicas y análisis a favor de Munar. La cronista judicial es Xisca Jaume, otra exjefe de prensa de Munar en el Consell e IB3. Martorell alquiló al marido de Munar, Miquel Munar, el local que ocupa una de sus empresas de publicidad y comunicación.
El digital que controla el entorno de Munar, cuando comenzó la vista, divulgó un vídeo libelo (anónimo) a favor de la causa de Munar en el que se vinculaba al PSOE a este caso y a uno de los arrepentidos, el periodista y productor Miquel Oliver. En la cinta se aludía a un hermano del imputado Oliver, que es magistrado del Tribunal Superior. Antes de su divulgación masiva el montaje audiovisual, realizado con muchos medios técnicos se colgó en YouTube, donde lo rescató una web independentista radical que ataca a los jueces y fiscales y partidos por su origen político o de nacimiento. También emitió el video otro digital del circuito de apoyo a Munar, Ciutat,es, del grupo Farrús y que dirige Joan Miquel Perpinyà. Ningún medio de referencia acogió la emisión en sus páginas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
