Rubalcaba impone un discurso único para todas las federaciones del PSOE
El nuevo líder subraya a la ejecutiva que las decisiones son “colegiadas”
Para que nadie se engañe ni tenga dudas de interpretación sobre lo que supone pertenecer a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, el nuevo secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó ayer a sus miembros su significado. Las decisiones son “colegiadas”, y, por tanto, afectan e incumben a todos sus integrantes. Los miembros del máximo órgano de dirección del PSOE “representan a todo el partido” y no a una parte, ni a una federación, ni a un grupo. Este fue el mensaje que Rubalcaba dejó en la primera reunión que celebró la ejecutiva recién salida del 38º congreso del partido, celebrado el pasado fin de semana en Sevilla.
Para los más cercanos a Rubalcaba, esta apreciación les pareció necesaria ya que la mayoría de quienes ocupan una vocalía están en la ejecutiva por decisión de sus jefes territoriales, en negociación con Rubalcaba. O incluso ellos mismos son los jefes, además de que una decena de esos vocales votaron la candidatura de Carme Chacón. Se trataba, por tanto, de dejar claro desde el primer momento que en ese órgano no representan a bloques, ni a territorios, sino a todo el PSOE, según señalaron a este periódico en el entorno del líder.
En esta primera reunión, de la que dio cuenta Rubalcaba a los medios de comunicación al fin de la misma, se sentaron las bases ya adelantadas por el nuevo secretario general en la presentación de su candidatura.
“El PSOE debe comportarse en adelante como un solo partido”, dijo ayer. Y, ya fuera de la reunión, se entendió lo que quería decir: “Debemos ser conscientes de que de lo que hace el PSOE en cada comunidad autónoma acabamos siendo responsables todos los socialistas”. Se trata de recuperar la capacidad de tener el mismo mensaje en toda España, en línea de lo que dijo en el congreso: “Somos un partido federal, pero no una federación de partidos”.
Y más cuando se está en la ejecutiva federal —“órgano colegiado”, recordó—, en la que existe el debate pero las decisiones adoptadas son de todos, explica un interlocutor afín a Rubalcaba.
La ejecutiva tiene que recuperar la capacidad de influencia decisiva ante las federaciones, explican en el entorno de Rubalcaba.
Todos entendieron el mensaje, aunque algunos testimonios de nuevos miembros de la dirección, si bien señalan su acuerdo en la capacidad de mando de la dirección federal, esperan “cintura y flexibilidad”. Rubalcaba, no obstante, aseguró que la ejecutiva federal quería utilizar toda su influencia en articular el mensaje político unitario pero no para las cuestiones internas. Así aseguró que la dirección federal “no va a interferir” en los procesos congresuales que se desarrollarán dentro de cuatro semanas en todas las federaciones socialistas de España. En la mayoría habrá gresca y enfrentamiento seguro.
Dentro no se habló de la pelea a tumba abierta desatada durante el fin de semana por hacerse con la secretaría general. Todos cerraron filas y los discursos fueron de unidad de acción. Mucho pesó que el 51% de los votos recibido por Rubalcaba se convirtió al día siguiente en un apoyo del 80% cuando presentó a su equipo. Así los discursos dentro de la ejecutiva de quienes apoyaron a Chacón fueron de reconocimiento total a la nueva dirección.
Pero todos se fijaron en las palabras de José María Barreda, secretario general de los socialistas de Castilla-La Mancha. “Es tradición del partido que todos estemos unidos tras un congreso, pero la unidad y la integración no pasan por el sometimiento”, aseguran que dijo.
Para Rubalcaba no hay nada que reprocharse, ni de un lado ni de otro. “El comportamiento de Carme Chacón ha sido impecable, es una amiga y tiene todo el futuro por delante”, exclamó. ¿Y su futuro? ¿Se presentará Rubalcaba a las primarias para aspirar a la presidencia del Gobierno en las elecciones de 2015? Sonrió ante esta pregunta y advirtió a los informadores de que a eso no responderá “nunca, nunca”.
Mujeres en la cúspide
Dos mujeres flanquearán a Alfredo Pérez Rubalcaba: Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE y portavoz del partido, y Soraya Rodríguez, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Solo le tienen a él por delante, como secretario general y presidente del grupo. Valenciano ocupará el puesto de más relevancia de una mujer en el PSOE, y Rodríguez inaugura para las mujeres el primer puesto en el grupo parlamentario. Esta diputada por Valladolid, secretaria de Estado de Cooperación en los últimos cuatro años, en sustitución de Leire Pajín, había sido antes eurodiputada y perteneció a la segunda ejecutiva con José Luis Rodríguez Zapatero. Soraya Rodríguez tendrá como oponente a la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
En la nueva ejecutiva las mujeres ocupan puestos de gran relevancia, como Inmaculada Rodríguez-Piñero en Economía y Empleo, y Trinidad Jiménez en Políticas Sociales. Pero el gesto que marca la apuesta de Rubalcaba se ha visto al colocar la secretaría de Igualdad, que lleva Purificación Causapié, en el cuarto lugar del organigrama.
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