El PP apoya su aplastante victoria en Andalucía, Euskadi y Cataluña
Mariano Rajoy podría lograr 194 escaños, frente a los 112 de Alfredo Pérez Rubalcaba La valoración del líder popular supera la del candidato socialista
Aparentemente la campaña no está moviendo ni un voto, ni se está mitigando la pulsión de cambio que se aprecia desde hace meses. Alfredo Pérez Rubalcaba intenta arriesgar con escaso éxito y Mariano Rajoy se relaja y pasa el trámite para no cometer errores en la campaña más anodina en muchos años. El socialista propone pelea, pero no hay tal sin dos contendientes. El desinterés general se mide en una participación prevista de solo el 65%.
Rubalcaba sufre un proceso similar al del actor de Desmontando a Harry, de Woody Allen, que progresivamente se va desenfocando, hasta verse totalmente borroso. A una semana de las elecciones, la marea azul de PP se consolida como imparable y su histórica mayoría absoluta parece ya inevitable. No solo porque su ventaja se mantiene en 14,4 puntos, sino porque los populares han logrado una distribución uniforme de su avance.
Según el sondeo de Metroscopia para EL PAÍS, el partido de Rajoy ha logrado esta vez un avance sustancial en tres comunidades autónomas básicas por el elevado número de escaños en juego y porque son tres territorios en los que el PP ha logrado escasos resultados que, normalmente, han lastrado sus expectativas electorales. Son Andalucía, Cataluña y País Vasco, especialmente la primera, donde el vuelco en favor del PP es espectacular. El resultado es que el PP podría lograr 194 escaños, frente a 112 del PSOE.
Los populares superan con creces el resultado de José María Aznar de 2000 (183) y tienen, según el sondeo, un margen de 18 escaños sobre la mayoría absoluta. El PSOE también bate récords, pero en su caso negativos, porque lograría 13 escaños menos de los que obtuvo Joaquín Almunia en 2000. Esos 125 han sido considerados por el equipo de campaña de Rubalcaba como la línea entre el desastre inasumible y el desastre gestionable. Si se cumple la encuesta, el PSOE estará abocado a su peor situación en democracia. Con 125 diputados, Almunia dimitió la misma noche electoral, con estos 112 el problema para el PSOE es que nadie puede dimitir esa misma noche porque Rubalcaba no tiene cargo orgánico alguno y lo más que podría hacer es anunciar un congreso federal, con o sin él como aspirante.
Solo una parte de la encuesta ha sido realizada después del debate cara a cara entre los dos principales candidatos, pero los sondeos, incluyendo el elaborado por Metroscopia, dieron como ganador a Rajoy. Rubalcaba no logra movilizar a los suyos, que tienen un mínimo nivel de fidelidad del 45% y una resignación monumental que hace que solo el 64% de ellos prefiera que gane el PSOE; que el 16% vea con indiferencia la victoria del PP y que el 36% llegue a considerar que es mejor que gane el PP y forme Gobierno.
El desenfoque del candidato socialista se percibe en que Rajoy mejora su valoración y supera a Rubalcaba. El popular obtiene una nota de 5.0, que sube hasta 7.3 entre sus votantes, mientras que el socialista logra el 4.7 entre el conjunto de la ciudadanía y un 6.3 entre sus electores.
Por circunscripciones, los socialistas solo están en condiciones de quedar por encima del PP en Barcelona, Girona y Guipúzcoa. En todas las demás es barrido por el PP, a niveles sin precedentes. En las comunidades más complicadas para el PP y con peso en escaños, Andalucía, Cataluña y País Vasco, el PSOE superó en las anteriores elecciones al PP en 34 escaños y esta vez es el PP el que ganaría por ocho.
El vuelco más espectacular es el de Andalucía, porque incluso en 2000, cuando el PP logró mayoría absoluta, el PSOE se mantuvo como el partido más votado, pero ahora los populares están en condiciones de conseguir entre 33 y 35 escaños, frente a 23 y 25 de los socialistas. Con hitos tan espectaculares como el de Sevilla, donde el PSOE pierde hasta tres escaños.
Lo malo para los socialistas es que las estimaciones son coherentes con los resultados de las municipales de mayo y anticipan un histórico triunfo de Javier Arenas en las autonómicas de Andalucía, previstas para marzo de 2012.
En Cataluña, el PSOE sigue por delante del PP, pero si en 2008 tuvo una ventaja de 17 diputados, en esta ocasión puede ser de solo dos. En la práctica, en esta comunidad autónoma hay casi un triple empate entre socialistas, CiU y PP, partido que hasta hace bien poco estaba casi proscrito de la política catalana.
En el País Vasco, todo es mucho más complicado, y la conclusión es que el primer proceso electoral sin violencia de ETA puede concluir con igualdad entre nacionalistas y no nacionalistas y un triple empate entre socialistas, PNV y PP, que conseguirán cinco escaños cada uno. Amaiur quedaría con tres, pero con posibilidad de arañar uno o dos en Navarra, lo que le daría grupo parlamentario propio.
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