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Aznar, sobre ETA: "¿Qué hay que negociar con los derrotados? Nada"

El expresidente compara el legado que dejó al PSOE con la "ingente tarea" que tendrá Rajoy Aguirre dice que "Rubaltero y Zapataga" creando empleo es como Paris Hilton fundando conventos

Victoria Torres Benayas

José María Aznar ha rechazado de plano cualquier tipo de negociación con ETA y ha defendido que se siga aplicando la Ley de Partidos y el cumplimiento íntegro de las penas a los terroristas. A pesar de que fue él quien habló del Movimiento Nacional de Liberación Vasco y de "diálogo y generosidad" durante la tregua de 1998, el expresidente ha subrayado que "si ETA está derrotada, ¿qué hay que negociar con aquellos a los que se les ha derrotado? No hay que negociar nada", a lo que ha añadido que "la nación española no va a pagar un precio a nadie, ni por matar, ni por dejar de matar". Estas palabras de Aznar, dirigidas a la derecha más a la derecha del PP y con las que hace caso omiso a las órdenes de Mariano Rajoy de no hablar de terrorismo en campaña, han cosechado la mayor ovación de la mañana durante el mitin que ha protagonizado en Las Rozas.

Este municipio del sector acomodado de Madrid ha acogido el acto central de su participación en la campaña, en la que dará ocho discursos, ninguno con Mariano Rajoy, a diferencia de Felipe González, que coincidirá con Alfredo Pérez Rubalcaba en tres de sus 11 eventos electorales. En el centro multiusos del municipio madrileño, donde el PP gobierna con una aplastante mayoría de 16 concejales frente a los cuatro del PSOE, el expresidente, que ya prometía al inicio de su discurso que se iba a permitir el lujo de decir lo que quería ya que no se presenta, ha estado precedido en el turno de palabra por la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, el cabeza de lista al Senado por Madrid, Pío García-Escudero, y el alcalde de la ciudad, Ignacio Fernández Rubio.

Aznar, apoyado en el atril y sin mirar en ningún momento la cuartilla que llevaba preparada.
Aznar, apoyado en el atril y sin mirar en ningún momento la cuartilla que llevaba preparada.ULY MARTÍN

Jugaban en casa y han llenado el recinto de público sentado, aunque no estaba a rebosar porque en la arena cabía mucha más gente de pie. Han sido unas 6.000 personas según cálculos del PP, un público muy animado de mediana y tercera edad llegados en autobuses de otras zonas de Madrid, todos con sus banderas azules ondenado, muchos con las españolas y cinco de países latinoamericanos a las que los intervinientes han sacado mucho partido. Han recibido con grandes aplausos al expresidente y gritos de "guapo" e "inteligente".

En su discurso, Aznar se ha hecho una oda a sí mismo al comparar el legado que dejó al PSOE tras sus ocho años como presidente -"el país económicamente más próspero no ya de la democracia sino de la historia de España"- con la "ingente tarea" que tendrá por delante Rajoy si gana el 20-N, porque va a tener "la peor herencia que nadie puede recibir". El panorama descrito por el presidente de honor del PP no puede ser más desolador: "Un país débil y agrietado, económicamente intervenido desde el exterior y arruinado, e internacionalmente, un país menguante e irrelevante".  

En este punto, ha acusado a José Luis Rodríguez Zapatero y a Rubalcaba de dar "puñaladas" al crédito de España al proponer una moratoria de dos años en el cumplimiento de los objetivos de ajuste exigidos por la UE y al aceptar "sin rechistar" en la última cumbre de Bruselas una rebaja de la deuda española y de la fluidez del crédito. "Es inaceptable, es increíble", ha remachado, para añadir que es "en ningún sitio ni de España ni del mundo" se puede encontrar gobernantes tan "incompetentes e insolventes". En contra de las exigencias de Zapatero de que solo haya una Europa, el expresidente se ha mostrado convencido de que la crisis obligará a una de "primera división, de segunda y de tercera" y de que, a pesar del "inmenso lío" y del "daño imperdonable" causados por el PSOE, España volverá al liderazgo de la mano de Rajoy. "Ay, qué bien hablas", decía embelesada escuchándolo de pie una señora con abrigo de animal print y sombrero de caza.

El niño de Soraya

Si la campaña de 2008 del PP la protagonizó "la niña de Rajoy", esta va camino de ser la del "niño de Soraya", a la que todos han felicitado hoy desde Las Rozas por haber dado a luz ayer, motivo que le ha impedido acudir a este acto, al que estaba convocada.

Aguirre, incluso, ha aprovechado el nacimiento para su discurso. "Tenemos una deuda que pesa sobre cada español, desde los recién nacidos, por cierto, enhorabuena a Soraya por ese niño, pues desde ese niño al de Cayetana [Álvarez de Toledo, presente en la tribuna] que está por nacer y a los más viejos, todos los españoles deben cada uno más de 15.000 euros, que tendrán que pagar con sus esfuerzo y su trabajo".

El presidente de honor del PP ha pedido a los votantes "la mayor victoria" que su partido haya obtenido jamás, que "es la que necesita España". "Vamos a tener una mayoría y a demostrar que cuando gobiernan los socialistas lo único que hacen es arruinar el país y que a nosotros nos toca arreglarlo", ha afirmado en medio de los aplausos. En contraposición, ha dicho que la única inquietud del PSOE y de Rubalcaba, al que ha llamado "el reportero intrépido", será saber "quien va a intentar manejar lo que quede del socialismo" tras el 20N, "que va a ser muy poco".

"Confío plenamente en nuestro candidato, en nuestro presidente, que lo va a hacer muy bien, y lo voy a decir aquí que somos pocos y que no hay prensa a la vista, a nadie tiene más ilusión que yo de ver a Rajoy como presidente", ha contestado Aznar a los que dicen que se arrepintió de designarle candidato. "Bueno, quizá su mujer, entonces yo sería el segundo que más ganas tiene de que sea presidente", ha añadido entre risas.

Previamente, Aguirre ha prometido que "dentro de ocho días se va a acabar la pesadilla del peor gobierno de la democracia" porque el día 20 se van "a llenar las urnas de votos del PP". La presidenta de Madrid ha subrayado la "suerte" de contar con Aznar en el mitin, que dejó a España hecha un potosí con "una ETA que retrocedía y con un Estado que no caía en concesiones, con un índice de paro y una prima de riesgo similares a los de Alemania, en la primera división del mundo y respetada y temida en Bruselas, donde Aznar iba como un jabato a defender los intereses de los españoles y por eso le temían".

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Nada que ver, a su juicio, con el país "del récord europeo de paro" que legan "el dúo Rubaltero y Zapataga", como la presidenta madrileña gusta de llamarlos. "Tú si que vales, tú sí que vales", la interrumpía un público que la adora. Aguirre ha vuelto a sacar a pasear a su comparación mitinera más querida y usada: "Oír a los socialistas decir que van a crear empleo es como oír a Paris Hilton decir que va a fundar conventos". Con su bufanda azul del PP bien ajustada al cuello -Aznar era de los pocos 50 políticos que había sentados en la tribuna que no la llevaban-, Aguirre ha prometido a los españoles que vamos a "salir adelante con un gobierno austero y valiente del PP", momento en el que un enfervorecido asistente ha gritado un "¡viva España!".

"Viva España claro que sí", respondía Aguirre, que ha aprovechado para subrayar la presencia de latinoamericanos en el aforo. "Estoy muy orgullosa de los que han elegido a Madrid y a España para vivir y trabajar". Aznar también ha usado las banderas en su discurso para lamentar que "España sea ahora un país de emigrantes". A Borja y a Pedro, dos veinteañeros que votarán el 20-N por primera vez y que salían del mitin con sus banderas, les ha gustado más el discurso de Aguirre. "Mucho mejor", sentencian.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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