Halloween 'attack'

Ver a Alfredo Pérez Rubalcaba en la web oficial de campaña con colmillos y con un parche de pirata a pocas horas de la noche de Halloween puede ser una imagen imborrable. Al candidato del PSOE se la han jugado unos hackers, esos tipos con gafa de pasta y manchas de pizza en la camiseta que se dedican a entrar en los ordenadores ajenos en lugar de ver Sálvame o la Liga BBVA como hace la gente de bien.

Me consta que los responsables de campaña del PSOE andan locos buscando al intruso que les obligó a interrumpir durante unas horas la web en plena campaña. No se fían en absoluto de que el autor sea Anonymous, el grupo de activistas internacional que presuntamente se atribuía la autoría del hackeo. Bajo el símbolo de la máscara de la película Vendetta, estos simpáticos muchachotes se precian de su irreverencia hacia lo establecido y han montado unos saraos de impresión, tirando abajo las webs de instituciones tan venerables como la SGAE o el Ministerio de Cultura.

A los del PSOE les preocupa que su candidato quede a la altura del exmandamás de la Sociedad de Autores, Teddy Bautista, y la ministra Ángeles González-Sinde, considerados los Belcebús -en versión masculina y femenina- de la comunidad internauta por su combate contra la piratería. Y por eso se han puesto manos a la obra para destapar a los verdaderos culpables, máxime cuando varios anonymous han desmentido tajantemente su participación en el photoshop halloweenisco de Rubalcaba.

La primera pista seguida es que el mensaje de los hackers se refiera al 11-M, reproduciendo un titular que publicaba el diario El Mundo hace unos días. "Rubalcaba, la sombra del 11-M te persigue muy cerca: 'La forense del 11-M declara ante la juez que en los cadáveres no había metralla'. Podría inferirse, muy torpemente, que el culpable fuera el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, máxime cuando la pasada madrugada publicaba misteriosamente en Twiiter, del que es usuario hiperactivo, que la portada de su diario estaba embargada hasta las tres. Pero luego resultó que el gran scoop eran las tarifas que cobra el primo del ministro José Blanco por subirse al coche oficial de su ilustre pariente.

Descartada la venganza periodística, el PSOE se ha inclinado por la ideológica. La amenaza de los hacktivistas contra el candidato de IU (“En breve se desvelara asignación de chalets de Viviendas con Protección Pública concedidos a la mano derecha de Cayo Lara”) favorece esa teoría. Así que los socialistas dirigen sus pituitarias hacia los ultras.

La ultraderecha viene a ser al PSOE lo que los judeomasones eran para el régimen del aguilucho. Los ven en todas partes. Desde los que les critican cuando congelan las pensiones a los que les ponen a caldo cuando prometen que las subirán si siguen gobernando. Si hiciéramos caso al PSOE habría más ultraderechistas en España que políticos de la Transición en el Mayo del 68

Pero Rajoy tampoco se ha librado de Halloween. El candidato del PP se las prometía muy felices el día que iba a presentar su programa electoral, el documento más ansiado desde la revelación de las Tablas. No contaba con que le iban a agriar la jornada los centenares de clones que han colgado la foto oficial de Rajoy en su perfil de Twitter. El retrato aparece tuneado en muchos casos: moviendo la cabeza, con bigotillo hitleriano, con boina, bajo la insignia de IU…Y acompañado de mensajes electorales poco deseables bajo la etiqueta #avatarmariano: @tanclick Yo pienso seguir siendo un playmobil ¸ @danny_redrum ¿Rouco o trato? @Adoratomates "ay! pijitas que me seguís en twitter apoyadme! qué bien insultáis al progrerío, qué orgullo de una España Como Dios Manda!" 

Los chicos de campaña del PP también han intentado parar la chunda, mandando este tuit conminatorio a los que suplantaban a su candidato. ”Cambie la foto de su perfil. Gracias de antemano”. ¿Adivinan lo que sucedió?. Han conseguido todo lo contrario. Los clones se han multiplicado y han arreciado sus ataques (@julen_garcia Cambie sus políticas neoliberales. Gracias de antemano). Entrar al trapo es mortal en Internet. Lo sabe hasta el alma más cándida de Tuenti. Al final, el propio Rajoy intentaba parar el golpe felicitando el ingenio de sus avatares.

No creo que los ataques a Rubalcaba y a Rajoy sean obra de ultras. Y combatirlos a porrazos solo alimenta la inquina. Afortunadamente en las redes sociales afortunadamente las normas no las ponen los políticos. Aquí sí hay preguntas. Y a veces respuestas. Sin encima es noche de Halloween, que se vayan preparando.