El Hotel Madrid se dividirá en plantas temáticas
Los indignados deciden dedicar dos pisos a temas de vivienda
Segunda planta: espacio de reuniones. Quinta: viviendas temporales para familias desahuciadas… El Hotel Madrid, antes deshabitado y ahora okupado por integrantes del Movimiento 15-M, se va distanciando de sus orígenes para ir aproximándose a la idea de un centro autogestionado dividido por plantas temáticas.
Unas 300 personas volvieron a reunirse ayer en la plaza de Jacinto Benavente. Ya había habido asamblea el pasado martes para intentar consensuar el uso del edificio, de más de 100 habitaciones, pero no se llegó a ninguna conclusión y la toma de decisiones se pospuso dos días. Esta vez ha habido acuerdo: las cinco plantas tendrán uso. Los matices, eso sí, los irán discutiendo grupos de trabajo que ya empezaron a reunirse anoche. Lo que decidan tendrá que aprobarlo la asamblea “soberana”, la del hotel.
De acuerdo con la propuesta lanzada en la asamblea, la cuarta y la quinta planta se dedicarán al área de la vivienda. Algunas de las propuestas hablan de una “oficina de okupación”, un centro que asesore a las personas que quieran “recuperar espacios” y no sepan cómo. El otro proyecto estrella es el de ofrecer habitaciones temporales para familias que hayan sido desahuciadas, como pidió tanto la Plataforma de Afectados por la Hipoteca como los cooperativistas del Sureste.
La comisión de Legal advirtió ayer de que el delito de usurpación existe si hay intención de permanencia (individual) en el edificio
La comisión de Legal advirtió ayer de que el delito de usurpación existe si hay intención de permanencia (individual) en el edificio. “No sabemos de nadie que haya sido condenado por ir habitualmente a un centro social, pero sí por habitar casas okupadas”, explicó un portavoz. El grupo de trabajo de Vivienda tendrá que debatir los próximos días cómo manejar la situación, además de con qué criterio se elige a los ‘huéspedes’ y cuánto tiempo podrán quedarse. Algunos no estaban de acuerdo en dedicar el hotel a la estancia de personas, y preferían que se quedase como centro social y de trabajo. Finalmente, la propuesta de crear “viviendas temporales” salió adelante.
En el resto del edificio, el sótano se utilizará principalmente como almacenes de material. La planta cero, de recepción, seguirá sirviendo, como hasta ahora, para ofrecer información sobre el hotel. La primera, que tiene siete habitaciones, será una “zona polivalente”, que contendrá desde un comedor comunitario hasta espacio para celebrar las asambleas.
Mientras los activistas siguen buscando ideas, el edificio se llenaba anoche de gritos eufóricos con una buena noticia: “Señores, ¡hay agua!”
La segunda planta, de 19 cuartos, se ofrecerá a organizaciones que necesiten un espacio de reunión. Una comisión de Educación gestionará el tercer piso, en el que hay 20 habitaciones. Allí se concentrarán todo tipo de iniciativas culturales: ayer se habló de cursillos, talleres de autoempleo, una ludoteca y hasta una posible Universidad popular. Los indignados pretenden que la azotea se dedique a algún tipo de huerto urbano.
Mientras los activistas siguen buscando ideas, el edificio se llenaba anoche de gritos eufóricos con una buena noticia: “Señores, ¡hay agua!”. Es “solo un grifo pequeñito, en la primera planta”, y hay que subirlo en garrafas, matizaba la mujer que ejercía de camarera. Pero les ahorrará tener que transportar tantas botellas desde el exterior.
Tras una asamblea de tres horas, los grupos de trabajo se dispersaron para empezar a trabajar. Hoy a las 19, el Movimiento 15-M volverá a reunirse en el mismo punto que ayer para desarrollar propuestas más concretas.
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