Pachi Vázquez fuerza a Blanco a elegir entre él y Abel Caballero
El líder del PSdeG garantiza que ningún diputado en el Congreso mantendrá otro cargo El alcalde de Vigo no quiere prescindir de Carmela Silva
El conflicto de las listas socialistas para las generales del 20 de noviembre ha llegado a un punto sin retorno. El secretario general, Pachi Vázquez, mantiene su apuesta de impedir por todos los medios que ningún candidato compatibilice el acta con cualquier otro cargo electo, en cumplimiento de los estatutos del partido. Y enfrente está su antiguo aliado Abel Caballero, reforzado tras los buenos resultados obtenidos en Vigo en las elecciones municipales, que se resiste a prescindir de su teniente de alcalde, Carmela Silva, propuesta el viernes por el PSdeG de Pontevedra como cabeza de lista al Congreso.
Vázquez presidió ayer la primera permanente de la ejecutiva del partido tras la aprobación de las propuestas de candidaturas de las cuatro provincias. Tuvo ocasión de coincidir con el secretario de la de Pontevedra, Modesto Pose, quien tachó ante el comité principal de injerencia que se exija un compromiso previo de que no se acumularán cargos, reclamación que desoyó. No hubo debate ni en la permanente ni fuera de ella sobre el caso. Tampoco Vázquez quiso comentar la actitud de Pose en su posterior comparecencia ante los periodistas. “Son temas internos”, resolvió. Pero demostró que su determinación de impedir que Silva acumule responsabilidades como diputada y concejal es firme. “Nadie va a compaginar cargos”, garantizó.
El conflicto con Caballero y Silva entra en una nueva fase que expira el próximo lunes, fecha en que se reunirá la ejecutiva para validar las propuestas de los comités provinciales. De no lograr una renuncia explícita de Silva, el PSdeG remitirá la candidatura de Pontevedra a Ferraz acompañada de un informe negativo de la ejecutiva gallega. Será entonces cuando entre en escena el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, que se verá en el dilema de elegir entre Vázquez y Caballero. O, lo que es lo mismo, entre un secretario general y el alcalde de una de las pocas grandes ciudades que aún gobiernan los socialistas.
Vázquez apeló ayer a los estatutos del partido para defender la incompatibilidad de los aspirantes con ningún otro cargo electo. “Todo se hará de acuerdo con lo que está en nuestros estatutos”, aseguró. Por lo demás, adoptó la actitud de quien da por descontado que se cumplirán las normas, también en el caso de Carmela Silva. Así, afirmó que no le consta que sea su pretensión permanecer en el Congreso y en el Ayuntamiento de Vigo, porque “nadie puede contravenir los estatutos”, y añadió: “Es un debate sobre el que yo no tengo ninguna duda porque los estatutos lo definen perfectamente”.
El secretario general deslizó que la ejecutiva del 3 de octubre solo avalará aquellas candidaturas “que cumplan los requisitos”. La norma reguladora de los cargos públicos del PSOE establece que la dirección autonómica “podrá emitir un informe escrito indicando su parecer” sobre las listas elaboradas por los órganos provinciales, antes de su aprobación por parte de los federales.
Menos delicada parece la solución al otro foco de controversia surgido con las listas. En Ourense se cumplieron las preferencias de Vázquez, y la secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara, al frente de la candidatura, en detrimento de la exministra Elena Espinosa, a la que se le atribuye el respaldo de Blanco y del candidato a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. Descartó que Ferraz se inmiscuya en el asunto. “Las candidaturas vienen de las bases y nadie va a cambiar nada, no tengo ninguna duda”.
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