Valencia pide socorro al Gobierno tras hacerlo culpable de la crisis
El Consell no puede pagar a sus acreedores sin emitir más deuda
“¿Por qué no actúa el Gobierno de España?”, se preguntó ayer el consejero de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, ante el pleno de las Cortes Valencianas, después de haberlo hecho responsable de la gravedad que la crisis económica ha llegado a alcanzar. Pero no se refería a actuaciones de la Administración central. Lo que estaba pidiendo era que colocara en las famosas subastas de deuda pública también la de la Generalitat, que ya no consigue venderla en el mercado pese a que le resulta imprescindible para poder pagar a los proveedores. En otras palabras, el Consell tiene un gravísimo problema de liquidez que solo resolverá con ayuda del Estado.
No quiso identificar su llamada de socorro con la reivindicación concreta de los llamados hispanobonos que se ha planteado desde Cataluña, pero no evitó citar al exconsejero socialista catalán Manuel Castells para apoyar sus demandas: “No es cierto que la mayoría del déficit sea de las comunidades, ni que sea producto del descontrol, del despilfarro o de los excesos en el gasto público porque tiene su origen en un hundimiento de los ingresos...”.
El consejero de Hacienda y Administración Pública tomó el asunto en el punto en que lo dejó el miércoles también ante las Cortes su colega de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer, cuando advirtió de que los pagos a los proveedores están condicionados a que “se reabran los mercados de deuda y se reasignen los fondos de gasto corriente”, aunque, a diferencia de aquel, enfundó su intervención en todo el argumentario de descalificaciones al Gobierno y de victimismo.
Vela culpó al Gobierno de España de “tibieza ante la crisis”, de “falta de reformas estructurales y valientes”, de “dar bandazos” y de haber pasado de “regalar 400 euros a todos para, seguidamente y como solución más fácil, reducir de golpe el sueldo de los funcionarios”. Implícitamente, exculpó a la Generalitat Valenciana de cualquier responsabilidad y solo en el turno de réplicas, ante las críticas de la oposición, quien ha sido alto cargo de Economía con José Luis Olivas, Vicente Rambla y Gerardo Camps como consejeros, a los que citó en su intervención, asumió personalmente un fallo, que parecía una enmienda a la totalidad: “no haber sido capaz de valorar la dimensión de la crisis”.
El titular de Hacienda y Administración Pública acusó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de haber “venido demonizando deliberadamente a las comunidades autónomas, haciéndolas responsables de una crisis que, desde luego, ellas no han generado”. Y acto seguido señaló que la Generalitat redujo en 2010 las obligaciones reconocidas en 498 millones de euros, pero asumió que ya no tiene capacidad de poner deuda en el mercado, lo que impide pagar a los proveedores. El consejero llegó a decir que, desde la intervención de Grecia, el mercado en el que se colocaba y renovaba la deuda de las comunidades autónomas “ya no existe”.
Por ello, dispuesto incluso a no colocar toda la deuda que pueda tener autorizada, emplazó al Gobierno a hacerlo. “Tres o cuatro martes de subastas” a las que concurre el Tesoro de España, dijo Vela, “solucionarían el problema de las comunidades autónomas”, que podrían así hacer frente a los proveedores. “Las consecuencias pueden ser graves y devastadoras para la propia solvencia de la Administración”, advirtió.
Las quejas por el déficit de financiación autonómica centraron otra parte de su intervención. Vela recordó que cada valenciano recibe 194,59 euros menos que la media española con el actual sistema, criticó que se desestimase el acceso al Fondo de Competitividad, recordó las conclusiones de la comisión de expertos en materia de financiación autonómica y propuso “potenciar este grupo de expertos” para perfilar el modelo que más se ajuste a las necesidades de la Generalitat “en un marco de austeridad”. Se encontró, en este punto, con la respuesta del diputado socialista Julián López Milla, que le recomendó “no perder mucho tiempo con comisiones y dictámenes” y pasar a actuar porque “el consenso ya lo tiene”, en referencia a la posición unánime de los grupos parlamentarios en las Cortes para reclamar una mejor financiación autonómica.
Como era de prever, Vela desgranó de nuevo las medidas que ya anunció a finales del pasado mes de julio contenidas en el plan de ajuste de la Administración para recortar 680,7 millones de euros. Una cantidad que ha de sumarse a los 400 millones de ahorro que supondrá también el plan de ajuste del sector público empresarial que anunció el consejero de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer. A esos mil millones habrá que añadir, según Vela, los que se ahorrarán gracias a “medidas adicionales del Presupuesto de la Generalitat para 2012”.
La estabilidad presupuestaria fue otro objetivo que el consejero marcó en su intervención. Después de asegurar que, a medio plazo, hay que llegar a presupuestar sin deuda, es decir, que las cuentas públicas han de prever que se gaste solo aquello que se ingresa, Vela anunció: “Los Presupuestos de la Generalitat para 2012 se escribirán con A de austeridad, A de ahorro y A de ajuste”. Añadió que “no subirán los impuestos para nada”, lo que dio pie a una polémica con la oposición sobre la reintroducción del impuesto sobre el patrimonio para rentas que superen un determinado nivel. El socialista Julián López Milla le recordó que el propio Mariano Rajoy, en una entrevista, “no se atrevió a decir que no lo iba a aplicar” y se preguntó si tiene sentido plantear ajustes en otros ámbitos y no pedir a 19.000 contribuyentes valencianos un esfuerzo en ese sentido. Ante la afirmación del PP de que el impuesto del patrimonio afecta a las clases medias, el diputado de Esquerra Unida Ignacio Blanco se preguntó “qué clase media es esa que dispone de más de 700.000 euros”. Según el consejero, “la no aplicación del impuesto sobre el patrimonio garantiza la igualdad de los españoles en este momento”.
En definitiva, Vela describió una situación límite de la Generalitat para hacer frente a sus pagos, admitió que la crisis condicionará la política presupuestaria en los próximos años, pero no hizo la menor autocrítica sobre la política desarrollada por el PP al frente de la Generalitat, lo que dio pie a las críticas de la oposición, a la que Vela agradeció que no hablara de “quiebra” de la Generalitat, porque, dijo, “no lo está ni lo estará nunca”.
El diputado socialista Julián López Milla acusó al PP de haber “dilapidado los frutos de la expansión económica” y haber tardado tres años en reaccionar ante la crisis. Añadió que cuenta con el apoyo de los socialistas para replantear el sistema de financiación autonómica, pero advirtió: “No hay modelo de financiación capaz de tapar todos los agujeros que han causado”. Según el parlamentario, los populares “consintieron que la Generalitat y la constelación de empresas, fundaciones y entes que la circundan, multiplicasen sus deudas y compromisos de gasto hasta niveles que habrían sido muy difíciles de afrontar sin crisis, y que con ella son completamente insoportables”.
“Es necesario eliminar todas las huellas de las prioridades equivocadas del pasado”, dijo el diputado socialista, que afeó a Vela que reclame desde las Cortes Valencianas al Gobierno de España los hispanobonos cuando el PP, el miércoles, se opuso en el Congreso de los Diputados a los eurobonos. “Nos encontramos ante un escenario financiero insostenible”, sentenció López Milla, “cuando más necesitamos a la Generalitat, menos podemos contar con ella, porque está tan cargada de deudas que apenas es capaz de moverse”. Tras destacar que no se oyó al consejero asumir ni una responsabilidad, López Milla dijo que eso “plantea un problema de credibilidad” y recomendó al consejero “un cambio de mentalidad y un reconocimiento de responsabilidades”.
El portavoz de la Coalició Compromís, Enric Morera, se apoyó en una expresión de Vela cuando comentaba aspectos del plan de ajuste en el sentido de que, aunque se trate del chocolate del loro, hay que recortar porque “el loro come mucho” y le espetó: “Ese loro son ustedes. Y es un loro hortera que circula en Ferrari”. Tras criticar el despilfarro y la incompetencia, el diputado dijo que el PP “debería pedir perdón” por la gestión realizada al frente de la Generalitat estos últimos años y concluyó que una financiación injusta unida a un “mal Gobierno” ha llevado al Consell a una situación “catastrófica”. Por su parte, Ignacio Blanco, de Esquerra Unida, acusó a Vela de querer hacer frente a la crisis “a costa de la Administración pública”. Blanco le preguntó si está dispuesto a rechazar los fondos que puedan proceder del impuesto de patrimonio y recortar maestros. “Fracasará cualquier intento de reducir el déficit solo con recortes de los servicios públicos”, vaticinó.
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