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La Guardia Civil moderniza su indumentaria

Los nuevos uniformes, más deportivos, se implantarán en 23 provincias el próximo lunes 19 Conservan el color verde, pero con dos tonos diferentes, más oscuros

Gloria Rodríguez-Pina

La Guardia Civil se moderniza. A partir del próximo lunes 19 de septiembre comenzará a verse en las calles de 23 provincias a agentes vestidos con un aire más actual, más deportivo. Siempre en color verde, pero en dos tonalidades más oscuras. Para los despistados, no habrá pérdida: los uniformes tienen una inscripción delantera en color amarillo, y una grande en la espalda, que dice: "Guardia Civil".

Los agentes están contentos con la renovación, que ha costado 21,5 millones de euros. Llevaban el mismo atuendo desde hace unos 20 años, pero su satisfacción no es tanto por una cuestión de modas o estética como de confort. "Que sea más cómodo que el de ahora, es fácil. La camisa, la corbata en invierno... Si lo comparas con un polo, ¡cómo no va a ser mejor!", explica una agente enfundada en el nuevo uniforme. Otra invita a tocar la tela de la camisa del que podrá colgar en el armario la semana que viene, para demostrar su espesor.

El director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, ha explicado en la presentación de la nueva uniformidad que las nuevas prendas pretenden "combinar tradición y modernidad", con uniformes más operativos y funcionales ("que no sean un impedimento para una rápida actuación"), y que permiten una mejor visibilidad. La implantación en todo el territorio español se completará en 2012.

Casi 60.000 uniformes

"El tricornio seguirá", ha explicado Velázquez despejando la pregunta que muchos se plantearán. Como ha explicado, el encargo para confeccionar 59.180 uniformes, en versión de verano, entretiempo e invierno, lo han ganado varias empresas -la principal de las cuales se encuentra en Redondela (Pontevedra)-, que han conseguido ofrecer un modelo "económico y de calidad". Este cambio, ha aclarado, no afectará a la indumentaria de algunas especialidades, como los TEDAX, el SEPRONA y la Agrupación de Tráfico. Ni al denominado "uniforme de diario", el que se complementa con el conocido tricornio.

El nuevo look de los guardias se parece bastante al de la policía, pero en verde. Son prendas con tejidos usados en algunos deportes, que frenan el viento, y que repelen la humedad hacia el exterior mientras favorecen la transpirabilidad y el rápido secado. Incorporan, además, forros desmontables, para protegerse del frío en invierno, tanto en los pantalones como en la cazadora.

Con la novedad, algunos guardias que aún no se han probado los nuevos uniformes examinaban esta mañana los de sus compañeros, seis de los cuales se habían convertido por un rato en maniquíes ante los objetivos de cámaras de televisión y flashes. En corrillos, se enseñaban detalles como el nuevo ceñidor, compuesto por dos cinturones que se ajustan con velcros. Había disparidad de opiniones. Dos guardias lo veían como un gran avance, cómodo y útil, en comparación con el que tienen ahora. Un tercero lo describía, sin embargo, como "un armatoste".

Del bigote al Windstopper

A pocos metros del gran salón donde seis agentes -tres mujeres y tres hombres-, han hecho de modelos, el museo de la Guardia Civil muestra la evolución de las prendas que ha usado el cuerpo. Mucho ha cambiado desde la época fundacional, en 1844, cuando los guardias iban vestidos de rojo, azul y blanco para mostrar "seriedad y austeridad", y para ser visto desde lejos.

En aquella época, por "especial deseo de la reina Isabel II", los agentes estaban obligados a llevar bigote, y no uno cualquiera: debía ser de grandes dimensiones, que causara respeto. Los "imberbes", según explica una guardia encargada del museo, se pegaban mechones de pelo de la crin de los caballos para poder pasar revista. Solo los jefes, si querían, podían llevar también perilla.

En 1859 el bicornio que llevaban aquellos primeros guardias se convirtió en tricornio, y alrededor de 1921 el uniforme se volvió verde, según parece, para camuflarse en bosques y zonas rurales.

Cuando las primeras mujeres se incorporaron al cuerpo, en 1988, tenían que llevar una espesa falda pantalón y zapatos de tacón. Otras de sus conquistas, una vez dentro, fueron los pantalones y los zapatos planos.

El último modelo, que están a punto de estrenar, se caracteriza por incorporar un diseño deportivo y tejidos avanzados con nombres que el duque de Ahumada, el fundador de la Guardia Civil, no reconocería, como: WindStoper, 3XDRY, Goretex, Thinsulate y Coolmax FX.

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