La ‘cumbre’ entre Izagirre y Elorza se salda con un rotundo fracaso
El exalcalde ve riesgo de “atrofia” si Bildu prima su ideología al interés general El regidor quiso centrar la cita en cuestiones referidas al proceso de paz
El exalcalde donostiarra Odón Elorza ha quedado “defraudado” de la reunión que mantuvo en el Ayuntamiento de San Sebastián con su sucesor, Juan Karlos Izagirre, por la falta de sintonía entre ambos y la imposibilidad de concordar los temas que querían tratar en la cumbre. Mientras el primero acudió a la cita con el deseo de discutir sobre cuestiones relacionadas con los proyectos de la ciudad, el interlocutor de Bildu “solo quería hablar de normalización política” y del “proceso de paz”, según declaró el socialista al término del encuentro. Izagirre, en cambio, no quiso exponer a los periodistas su valoración del encuentro.
El regidor de Bildu y dos de sus colaboradores, Aitor Ibero, su jefe de Gabinete, y Garikoitz Mujika, responsable municipal de prensa, departieron durante media hora con Elorza en el salón de recepciones del Consistorio sin que lograran avanzar nada sobre los temas que ambas partes querían abordar. “No ha habido oportunidad de establecer un diálogo sobre proyectos [de San Sebastián] porque no era el objeto por su parte y tampoco tenían interés en abordar esas cuestiones”, manifestó Elorza. Se mostró decepcionado porque en la agenda de Izagirre solo había previsto tratar “un par de asuntos concretos sobre normalización política” que el exalcalde no quiso desvelar “por discreción” y porque así se lo solicitaron sus interlocutores.
El de ayer fue el primer encuentro oficial Izagirre-Elorza desde que este último se ofreció a facilitar el traspaso de poderes antes incluso de que el representante de Bildu tomara posesión de su cargo el pasado 11 de junio. En aquella carta, Elorza se prestó por carta a “aportarle cuantas precisiones fueran necesarias sobre la situación económica y el estado del Presupuesto” de este año. El pasado lunes, Izagirre confirmó la cita entre ambos sin concretar el contenido de la misma.
La cita se produce menos de una semana después de que el alcalde independentista reprochara a su antecesor haber dejado las arcas locales en una situación “muy delicada”, con dificultades para que el actual equipo de gobierno pueda sacar adelante los principales proyectos previstos en la ciudad, como la estación de autobuses, la reforma del estadio de Anoeta, el proyecto de Tabakalera o las operaciones de VPO.
Elorza se mostró sorprendido porque estas cuestiones no pudieron ser discutidas con su sucesor. “No me han preguntado nada, no me han echado nada en cara y me voy de la reunión absolutamente extrañado por el motivo de la cita y porque no me hayan preguntado datos”, afirmó. “Ha sido un poco absurdo y me voy extrañado”, agregó.
En su defensa, el anterior regidor, en el cargo durante 20 años, dijo que le estado de las cuentas municipales “es razonable” y que el principal Ayuntamiento de Gipuzkoa está “en una posición solvente”, aunque admitió la existencia de “dificultades para obtener ingresos, como todas las hemos padecido”. En su opinión, Izagirre “no se puede escudar” en la situación económica para “no ser operativos”, y lanzó la siguiente advertencia: “El problema es que la ideología está por encima del interés de la ciudad”.
En esta misma línea, Elorza opinó que “cuando priman las bases ideológicas, la ciudad corre el riesgo de una paralización, una atrofia, un parón generalizado. No se puede gobernar en minoría desde la ideología, desde sentimientos exclusivistas. Que dejen la ideología a un lado y miren el interés general”.
Respecto al riesgo de que el actual equipo de Bildu, que gobierna con solo ocho de los 27 concejales que forman la corporación, paralice proyectos impulsados durante la anterior legislatura, Elorza aseguró que no existen “datos reales” que justifiquen aparcar iniciativas que tienen una justificación social “indiscutible”, como las promociones de vivienda social en Auditz Akular y Txomin, o la nueva estación de autobuses en Atotxa.
El exalcalde desveló que durante la reunión le trasladó a Izagirre su disposición a colaborar y “participar en lo que quiera” en favor del proyecto de Capitalidad Europea de la Cultura 2016, aunque también reconoció que su ofrecimiento caerá en saco roto: “Sé que no cuentan conmigo para nada”.
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