Flujo continuado de inmigrantes frente a las costas del Estrecho
Interceptados 43 inmigrantes que pretendían alcanzar Andalucía y otros 36 en Ceuta El Gobierno de Melilla denuncia que Marruecos “no está cumpliendo” sus compromisos
La Guardia Civil y los efectivos de Salvamento Marítimo de Ceuta, Melilla, el estrecho de Gibraltar y Almería han vivido una intensa mañana de lunes. Tan intensa como la noche de domingo, y casi tanto como un fin de semana en el que casi doscientas personas han sido interceptadas cuando intentaban llegar las costas andaluzas. 26 inmigrantes fueron rescatados en la madrugada del domingo al lunes, antes de que consiguieran arribar a la costa de Ceuta. Esto ha ocurrido apenas unas horas después de que 35 ocupantes de una patera fueran interceptados frente a Roquetas de Mar, en Almería. Esta mañana, Salvamento Marítimo ha interceptado a siete inmigrantes de origen magrebí que pretendían cruzar el Estrecho en una lancha de juguete. Y por la tarde, otros diez inmigrantes en dos balsas de plástico a la deriva han sido rescatados y trasladados a Ceuta. Coincidiendo con esta oleada de pateras, lanchas neumáticas e, incluso, de personas que llegan a nado, el portavoz del Gobierno de Melilla, Daniel Conesa (PP) ha señalado a Marruecos, y ha afirmado esta mañana que el país magrebí “no está cumpliendo” sus compromisos en materia de inmigración.
La llegada de inmigrantes a las costas de Ceuta, Melilla y Andalucía se intensifica cada verano, y así ha ocurrido también en este. Con el mar calmo, es mayor el número de personas que cruzan las aguas para alcanzar costa española. Hasta ahora, en embarcaciones poco seguras. Pero este año, muchos de los que intentan llegar a alguna de las dos ciudades autónomas prescinden incluso de pateras o cayucos, y se lanzan al mar apenas pertrechados con flotadores o manguitos. De los 26 inmigrantes interceptados frente a la costa de Ceuta en la madrugada del domingo al lunes, 16, todos ellos subsaharianos, pretendían acceder a la ciudad a nado. Lo mismo ocurre en Melilla, donde cuatro nadadores fueron interceptados por el Grupo Especializado en Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, informa Europa Press. Esta tarde, 10 marroquíes han sido rescatados en el estrecho de Gibraltar y trasladados a dependencias de la Guardia Civil en el Puerto Deportivo de Ceuta, según Efe.
La intensificación de la presión migratoria sobre Ceuta y Melilla se ha convertido ya en una cuestión política y diplomática. Daniel Conesa, portavoz del Gobierno de Melilla, ha responsabilizado esta mañana a Marruecos de la intensificación en el flujo de inmigrantes y de la situación de desbordamiento que, a su juicio, sufre el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad. Según fuentes de la Delegación del Gobierno citadas por Europa Press, el CETI de Melilla ronda ya una ocupación de 690 inmigrantes, sobre un máximo previsto de 520. “Melilla no puede ser una olla a presión”, ha dicho el portavoz, al tiempo que ha pedido al Gobierno central que agilice los traslados de inmigrantes a la península, que comenzaron hace dos semanas.
Conesa ha resaltado que Marruecos “no está cumpliendo” con los compromisos adquiridos con España en materia de inmigración, y ha instado al Gobierno y a la UE a facilitar a las autoridades marroquíes “los medios que sean necesarios” y a “colaborar” con Marruecos para frenar el flujo de inmigrantes, a la vista de la “evidente” insuficiencia de recursos de las autoridades magrebíes para controlar sus fronteras.
Menos pateras en 2010
Precisamente esta mañana, el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, ha destacado que el número de embarcaciones con inmigrantes irregulares que llegaron a las costas españolas descendió en 2010 hasta 296, frente a las 441 de 2009. Los datos muestran un descenso del 32,8% en el número de embarcaciones que llegaron a suelo español, pero no contemplan los nuevos métodos puestos en práctica por los inmigrantes, que consisten precisamente en prescindir de lanchas y cayucos e intentar alcanzar la costa a nado.
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