Cospedal: “Ahora hablamos de los mismos temas que antes de que Aznar gobernara”

María Dolores de Cospedal ha defendido la austeridad y la eficacia, dos de los ejes de su política de Gobierno desde que es presidenta de Castilla-La Mancha, como ejemplo de buena gestión para encarar la situación económica. Precisamente de austeridad y eficacia en la Administración Pública era de lo que iba a hablar en su intervención en el Campus FAES que todos los veranos se celebra en Navacerrada. Así al menos se titulaba su ponencia. Sin embargo, antes que a explicar cómo cumplir estos dos principios, la número dos del PP se ha dedicado a arremeter contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y a enfrentar sus medidas con los logros obtenidos por José María Aznar cuando ocupaba La Moncloa.

La secretaria general del PP ha defendido un gobierno basado en la austeridad frente a la “filosofía del encumbramiento del endeudamiento y el déficit” que, a su juicio, ha definido la política del Ejecutivo socialista desde 2004. “Ahora hablamos de paro, de déficit, de la viabilidad del sistema de pensiones y del sistema sanitario, de la falta de convergencia con los otros países europeos…. Son los mismos temas de los que se hablaba en los 90, antes de que Aznar llegara al Gobierno”. Así ha pretendido destacar Cospedal la diferencia entre la época del presidente de FAES al frente del Ejecutivo , “que lideraba a la sociedad”, y la actual, “un mandato fallido”, en el que se han reproducido los mismos problemas que Aznar atajó. En este sentido, la dirigente popular ha destacado la Ley de Austeridad Presupuestaria aprobada en 2001-y que tras la victoria electoral del 22-M el PP ha vuelto a reclamar- como el pilar en el que se basó el crecimiento económico que se alcanzó en la era Aznar, y ha criticado que Zapatero la derogara.

La nueva presidenta de Castilla-La Mancha ha defendido las medidas de austeridad y recortes que ha comenzado a aplicar

En su intervención Cospedal ha tenido varios guiños al expresidente, quizás porque estaba a su lado, aunque no se ha olvidado del actual líder de su partido, Mariano Rajoy, al que ha puesto como ejemplo del gobernante “con altura de miras y sentido de Estado”, que España necesita para encarar los problemas.

La nueva presidenta de Castilla-La Mancha ha defendido las medidas de austeridad y recortes que ha comenzado a aplicar en la comunidad y las ha presentado como modelo de gestión autonómica. Cuatro son los calificativos con los que ha definido cómo quiere que sea su Gobierno: “ejemplar, eficaz, solvente y capaz”.

Cospedal ha dedicado más tiempo a exponer la mala situación económica y financiera que ha heredado del su antecesor en el cargo, José María Barreda, que a explicar cómo solventarla. Se ha limitado a enunciar las medidas de recortes que ya ha empezado a poner en práctica, que son las mismas que anunció en el debate de investidura –reducción del 60% de altos cargos, del 50% de puestos de libre designación, saneamiento y privatización de la televisión autonómica, eliminación del Organismo Regional de la Competencia, el Centro Económico y Social y el Defensor del Pueblo de la comunidad-, aunque no ha concretado el ahorro que esos recortes suponen. En lo que sí ha sido insistente la dirigente popular es en tranquilizar a los ciudadanos sobre los posibles recortes sociales. Ha negado que lo vaya a hacer y ha advertido que “ahorrar en la gestión de los servicios públicos, gestionarlos con eficacia, no significa un recorte de los mismos para los ciudadanos”.

Modelo de Estado

Durante su intervención, Cospedal también ha tenido tiempo para teorizar acerca de los modelos políticos. La secretaria general del PP ha defendido su concepción de Gobierno como “aquel que se dan los ciudadanos a sí mismos para que administre lo que es de todos y que solo cercena derechos para dotarles de mayores garantías en seguridad y libertades”. “Es en el que creo como presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP”, ha puntualizado. La dirigente popular ha contrapuesto ese modelo liberal de gestión con el que, según su opinión, ha puesto en marcha Zapatero. “[Los socialistas tienen] una concepción del poder público en virtud del cual el Estado tiene el poder absoluto para detraer recursos de la sociedad y para gastarlos de manera disparatada en nombre de una infalibilidad casi divina que los socialistas otorgan al Estado. De esta forma convierten a los ciudadanos en súbditos que acaban por no gozar de libertad”.