Aplazado el nombramiento de Bernardino León como enviado de la UE para la “primavera árabe”

El nombramiento de Bernardino León, mano derecha de Zapatero, como enviado especial de la UE para la “primavera árabe” ha quedado aplazado, al menos, hasta el próximo martes, según fuentes comunitarias. Estaba previsto que la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, comunicara mañana a los mandatarios europeos la creación de este nuevo cargo, para el que el diplomático español es hasta ahora el único candidato. Sin embargo, la reunión del Comité Político y de Seguridad (COPS) de la UE, convocada esta tarde en Bruselas con el objetivo de acordar el mandato del enviado especial, se ha suspendido.

El motivo de la suspensión ha sido formal: la normativa interna del COPS impide que se reúna después de que lo hayan hecho los ministros de Asuntos Exteriores, quienes lo hicieron el pasado martes en Luxemburgo, para evitar que se reabran debates ya acordados a nivel político. El motivo de fondo, según las fuentes consultadas, es el recelo de algunos países ante esta nueva figura y, más aún, ante la forma en que Ashton ha planteado su creación.

El Reino Unido puso una objeción de fondo: no estaba de acuerdo con que, en el ámbito de competencias del enviado, figurase la Península Arábiga, un área que la diplomacia británica ha considerado tradicionalmente como feudo propio, a pesar de que algunos países de la zona, como Bahrein o Yemen, se han visto afectados de lleno por la ola de revueltas populares. En el último borrador de mandato ha desaparecido la alusión expresa a la Península Arábiga que figuraba en la propuesta inicial y se ha sustituido por una alusión genérica a la “región del Mediterráneo sur”.

Pero otros países también se han quejado de la premura con que Ashton ha pretendido crear este puesto, cuando hace meses que tiene pendiente el nombramiento de los enviados de la UE para Oriente Próximo y el Cáucaso, que siguen vacantes. Además, se quejan de la falta de claridad y de explicación suficiente sobre la relación del futuro enviado con la task force, un grupo de trabajo creado en la UE para coordinar la política con los países de la “primavera árabe” y en el que estarán representados el Servicio Europeo de Acción Exterior, la Comisión Europea, el BEI (Banco Europeo de Inversiones) o el BERD (Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo).

El Gobierno contaba con que el Consejo Europeo sirviera de escenario para la desingación de León y que el secretario general de la presidencia del Gobierno dejara inmediatamente la Moncloa para incorporarse a su nuevo puesto en la UE el 1 de julio. Ahora habrá que esperar, como mínimo, a la próxima reunión del COPS, prevista para el martes. Fuentes diplomáticas españolas se muestran convencidas de que los recelos que aún subsisten podrán superarse. Para ello hará falta, sin embargo, una gestión al máximo nivel político o un esfuerzo mucho mayor de explicación por parte de Ashton.