Por tierra y por aire

Joan Laporta, el ahora diputado, iba a entrar al parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlamento catalán, por su propio pie. Faltaba media hora para empezar el pleno, y en el momento de máxima tensión con los indignados por la llegada masiva de diputados, los Mossos d’Esquadra le recomendaron evitar los manifestantes y seguir sus instrucciones. Ha llegado a la comisaría más cercana, donde esperaba un grupo de diputados. Con algunos de ellos ha compartido una furgoneta que ha cruzado el zoo. Un “lamentable espectáculo”, según el diputado: “Hemos hecho un safari”, explicaba un risueño Laporta que, recordando su época como presidente del Barça, bromeaba: “¡Era más fácil entrar al campo del Madrid!”. Unos 40 diputados han llegado al Parlament en las furgonetas de la policía autonómica.

La consejera de Educación Irene Rigau ha hecho un primer intento de entrar al parque con su coche oficial, en el que también iba la diputada de ERC Anna Simó. “Hemos tenido que recular para que nadie se hiciera daño”, narraba la consejera, que se ha refugiado junto a los otros consejeros y portavoces de grupo. La consejera, Simó, y el consejero de BIenestar Josep Lluís Cleries han tomado un helicóptero que les ha dejado dentro del parque. Una vez pasada la aventura, Rigau reflexionaba sobre la deriva que han tomado los indignados. “Debemos ver qué sentimiento lleva de la indignación a la agresión”, ha considerado la consejera, que ha vivido un día “triste”. Todos los miembros del Gobierno y la mayoría de líderes de los grupos han accedido al parque en helicóptero.

La evacuación por aire se ha considerado tras valorar la dificultad de la mayoría de los diputados por entrar al Parlament. El propio presidente, Artur Mas, ha intentado acceder al recinto de la CIutadella en coche, y le ha sido imposible pasar. El presidente tenía una obsesión: para dar sensación de normalidad, el pleno tenía que empezar a la hora. Ahí es cuando se ha decidido que los miembros del Gobierno y algunos portavoces se subieran a los helicopteros. La entrada principal del Zoo de Barcelona, integrado en el parque, ha servido hoy de helipuerto.

En coche, en helicóptero, y andando. Los 10 diputados de Iniciativa han entrado por su propio pie, y todos juntos, con Joan Herrera, líder del partido, al frente. Han sido insultados, silbados y zarandeados, pero han salido indemnes gracias al cordón policial. Todos, excepto el diputado Joan Boada, que se ha quedado rezagado y ha sido rociado con pintura. La misma suerte ha corrido la exconsejera de justicia, la diputada socialista Montserrat Tura. Peor ha sido la entrada para el diputado de CiU Gerard Figueras y el de Solidaritat Alfons López Tena. Ambos han seguido las indicaciones policiales, pero se han visto, en un momento del camino, sin cordón policial. Ambos diputados han sufrido empujones y algún robo, según denuncian.

El sentimiento de indignación es unánime entre los diputados y miembros del Gobierno. Todos condenan las formas de los protestantes y su intención de prohibirles entrar en la cámara. “Es triste”, coinciden muchos. La indignación no quita la anécdota. En los pasillos y en el bar, la pregunta ineludible entre todos los políticos es: “¿Y tú, como has entrado?”. La calma invade ahora la Ciutadella y el Parlament está centrado en el debate de los presupuestos. Aunque otra pregunta flota en el ambiente de los diputados a la espera que caiga la tarde: ¿Y ahora, como saldremos?