Baltar anuncia despidos en la Diputación ourensana mientras convoca oposiciones
400 concejales del PP o sus parientes trabajan ya en la institución provincial
En vísperas de las pasadas elecciones municipales, el barón del PP gallego y presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, abrió el enésimo proceso de oposiciones de la institución provincial en la que trabajan ya 400 concejales del PP, o parientes de estos, y numerosos militantes del mismo partido. Con los exámenes –a los que se presentan nuevamente familiares de cargos del PP- en pleno desarrollo y con su política de contrataciones investigada por la Fiscalía, Baltar asegura ahora que está “evaluando” la política de personal con vistas a hacer “recortes” y afrontar los tiempos de crisis en una institución que lleva años con la deuda en el límite legal.
“Vamos a prescindir de todo el personal que no sea estrictamente necesario; nos arreglaremos con la gente que está indefinida y recortaremos lo máximo que se pueda”, anunció ayer en una entrevista en la Cadena Cope, informa Europa Press. El personal indefinido lo forman, básicamente, los hijos, mujeres, nueras o nietas de sus concejales, cuando no ellos mismos.
Baltar se propone eliminar empleados al mismo tiempo que sigue contratándolos. Su política empleadora ha sido definida por socialistas y nacionalistas como la “perfecta red clientelar” a través de la cual ha cosechado para el PP continuas mayorías absolutas en la Diputación durante los 22 años que lleva al frente de la misma. En las elecciones del 22-M se superó. Sus concejales –la mayoría de ellos con hijos empatados a aprobados en los exámenes de las oposiciones que acababa de abrir- echaron el resto. En algunos ayuntamientos barrieron a la oposición que quedó sin representación.
Las contrataciones del presidente de la Diputación de Ourense, a cuyo frente lleva 22 años, han convertido a la institución provincial en la tercera “empresa” en número de empleados de la provincia, solo superada por la agroalimentaria Coren y por el complejo hospitalario del Servicio Galego de Saúde.
La mayor parte de los empleos de la Diputación ourensana son, aunque bien remunerados, de baja cualificación, como los 33 porteros del edificio Cultural, que tiene tres puertas. La mayoría de este personal fue contratado en vísperas de procesos electorales. Unos días antes de las municipales, con la oposición denunciando su política de contrataciones, el barón del PP proclamó: “Todo el mundo sabe que soy un cacique pero me siguen votando”.
En este año de su victoria aplastante en las urnas y en el de su jubilación, según él mismo da a entender, Baltar anuncia que está analizando “si el trabajo que hacen seis lo pueden hacer cuatro y si el que hacen ocho lo pueden hacer cinco”.
Según advierte, el control del gasto afectará además a los teléfonos móviles de los que dice que “se abusa” en la Diputación y a las dietas y horas extraordinarias.
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