PP e IU pactan en Alcalá de los Gazules, cuna del socialismo andaluz

Alcalá de los Gazules (Cádiz) dejará de tener gobierno socialista el sábado. Será la primera vez desde la elección del primer alcalde en la democracia. Solo un pacto entre supuestos antagonistas, PP e IU, ha conseguido arrebatar una alcaldía que el PSOE estuvo a punto de ganar el 22 de mayo por mayoría absoluta pero se quedó a solo 11 votos. Suficientes para que la oposición haya podido formalizar un acuerdo. “Es un pacto del odio”, argumenta el todavía alcalde, el socialista Arsenio Cordero, resignado ya a dejar el sillón y volver a su profesión de maestro.

Alcalá de los Gazules es más que un municipio de 5.592 habitantes de la provincia de Cádiz. Es un símbolo. Allí nacieron históricos dirigentes del PSOE andaluz como Alfonso Perales, Luis Pizarro o más recientemente Bibiana Aído. Es una “universidad de la política”, como definió a su pueblo Arsenio Cordero. Una cuna del socialismo a la que ahora mecerán otras manos. El PP siempre ha tenido Alcalá como un objetivo y ha insistido durante años en el mensaje de que era el “miedo” el que impedía aquí un cambio político.

El 22 de mayo fue muy ajustado en Alcalá. El recuento final dejó al PSOE a solo 11 votos de la mayoría absoluta. De hecho, la página oficial del Ministerio del Interior da siete concejales a los socialistas, cuando realmente han obtenido seis. Ese apurado edil lo ha recibido IU, que obtuvo tres concejales que, junto a los cuatro del PP, suman mayoría suficiente para arrebatarle la alcaldía a Arsenio Cordero.

El candidato de IU, Juan Carlos Fernández Luna, ya avisó nada más conocer los resultados que no tenía intención de pactar con él. En principio, Fernández Luna reclamó al PP la alcaldía para sí mismo pero varias negociaciones posteriores han rebajado esas pretensiones.

Según el acuerdo hecho ayer público, el candidato del PP, Julio Toscano, será el nuevo alcalde de Alcalá y Fernández Luna, primer teniente de alcalde. Ninguno de los dos estará liberado. Los dos seguirán ejerciendo su profesión de médico y profesor respectivamente. Pero dos concejales de cada partido, cuatro en total, sí cobrarán del Ayuntamiento. Nadie lo concretó ayer pero en las negociaciones puede haber pesado el gobierno de la mancomunidad de la comarca de la Janda, que también está en juego todavía.

El PSOE no ocultó ayer su indignación. “Esto es un pacto del odio contra el PSOE. Y también se han visto los intereses que tiene esta gente, que es dar trabajo a cuatro parados, que son sus concejales liberados”, se lamentó el alcalde en funciones Arsenio Cordero.

Llamativo ha sido el papel de la dirección regional y provincial de IU en este acuerdo. No desautorizaron cuando pudieron hacerlo las negociaciones entre el PP y sus ediles y ayer se limitaron a anunciar que, si el pacto se consuma, Fernández Luna y el resto de concejales serán expedientados y expulsados. Es algo similar a lo que ocurrió hace cuatro años en Chiclana, cuando su candidato también pactó con el PP.