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Medio centenar de diputados abandona la Cámara de la Comunidad de Madrid

58 de los 120 parlamentarios de la pasada legislatura abandona la cámara regional

Jesús Sérvulo González
El exdiputado socialista Adolfo Navarro abandona la Asamblea de Madrid el pasado viernes.
El exdiputado socialista Adolfo Navarro abandona la Asamblea de Madrid el pasado viernes.LUIS SEVILLANO

La medida de un diputado la dan los rivales con los que se ha medido. Los parlamentarios más activos en la Asamblea de Madrid recuerdan con frecuencia los enfrentamientos con sus oponentes. “Señoría deme 10 minutos más para el descabello”, cuenta el diputado socialista Adolfo Navarro que le espetó en una ocasión al exconsejero de Educación Gustavo Villapalos (PP) con el que mantuvo vibrantes batallas dialécticas, que ahora recuerda con cierta melancolía. A los parlamentarios les divierte debatir. Medir su ingenio y confrontar ideas. Muchos ya no podrán hacerlo; 58 de los 120 diputados que comenzaron la anterior legislatura no volverán a ocupar un escaño en el Parlamento. Momento de hacer balance. Varios de los diputados que se marchan consideran que la cámara ha perdido cierto pulso en la última legislatura. Consideran que están dignamente pagados pero rechazan rebajas y consideran que su labor apenas tiene reconocimiento público.

La mayor renovación la ha emprendido el Partido Socialista de Madrid (PSM), donde 30 de los 42 parlamentarios que hasta hace tres meses ocupaban escaño ya no lo harán. En la bancada popular también hay despedidas. A pesar de que han ampliado la mayoría absoluta y han ganado cinco actas nuevas y de que la consigna era que no se iban a producir muchos cambios, lo cierto es que casi un tercio de los parlamentarios populares no repetirán. Entre ellos se encuentran los que fueron expulsados del PP por su imputación por el caso Gürtel, alguno afectado por la gestión con el espionaje político a dirigentes del PP en la Comunidad de Madrid y otros que han decidido abandonar la política.

"Parece excesivo que en Madrid haya 129 diputados", dice navarro

Es tiempo de mudanzas. Muchos despachos están repletos de cajas de los que se van. Otros lucen vacíos aún con olor a tabaco o con algún recuerdo olvidado sobre las estanterías antes repletas de documentos.

El pasado jueves los nuevos diputados socialistas acudieron a la Cámara regional para recoger sus actas, allí coincidieron con algunos que recogían sus pertenencias y desalojaban sus puestos de trabajo. Y con los nuevos políticos de UPyD que animarán la vida parlamentaria. La mayoría de los cargos populares que no repiten encontrarán un hueco en algunos de los Ayuntamientos que ha ganado el PP en las pasadas elecciones. Por el contrario, numerosos diputados socialistas y de IU regresarán a sus trabajos anteriores en la empresa privada.

Tiempo de mudanzas

Las despedidas siempre son amargas, pero el grado de tristeza se matiza cuando es uno el que decide marcharse. Es el caso de la diputada del PP Elena Utrilla. Hace varios meses anunció su intención de no repetir en las listas del PP para la Asamblea de Madrid. “Cuando alguien cree que ha cumplido una etapa debe dejar paso a otros”, señala. Su caso es una excepción. En el grupo parlamentario del PP hay 21 diputados que no repiten. Entre ellos los tres imputados por el caso Gürtel que fueron expulsados del partido (Alberto López Viejo, Alfonso Bosch y Benjamín Martín Vasco). Tampoco se sentarán en la bancada popular el exconsejero de Justicia Alfredo Prada, ahora en la dirección del PP en Génova. O Juan José Güemes, exconsejero de Sanidad, que abandono la política por la empresa privada. Ambos renunciaron a sus escaños a mitad de la pasada legislatura.

Otra de las ausencias notables es la de la consejera de Empleo, Paloma Adrados, que ha logrado la alcaldía de Pozuelo de Alarcón. Con ella se marcha la diputada Isabel González. La mayoría de los diputados populares han encontrado cobijo en alguno de los Ayuntamientos que ha conquistado el PP tras las elecciones. Es el caso de José Gabriel Astudillo, que desembarca en el Consistorio de Alcorcón, que gobernará el diputado David Pérez, quien podría compaginar la alcaldía con el Parlamento madrileño.

Elena Utrilla, del PP.
Elena Utrilla, del PP.LUIS SEVILLANO

Elena Utrilla parece no tener prisa en abandonar su despacho. Esta histórica dirigente popular, que fue mano derecha del alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano, abandona la Asamblea tras dos legislaturas. Utrilla está de mudanza. Termina de recoger los últimos recuerdos de su despacho. En su mesa acumula material de papelería sin usar con el logotipo oficial que había perdido en su cubículo. Ya no hay rastro de las decenas de carpetas, archivadores y documentos que hasta hace unas semanas formaban su hábitat. “Hay que saber que el despacho no es tuyo, sino de los ciudadanos”, desliza. Como los políticos con cierta experiencia, prefiere no recordar los peores momentos de su paso por la Asamblea. Aunque, tras insistirle, admite que cuando estalló el caso Gürtel y salpicó a tres diputados del PP, “tres compañeros”, se quedó “descolocada”. Utrilla aún no ha decidido qué hará ahora. Pero anuncia: “No pienso quedarme en casa”.

A su alrededor, políticos de los dos grupos mayoritarios (PP y PSOE) parecen enquistados en sus escaños. “Yo empecé en la política por idealismo. Entonces no había cargos que repartir”.

Estos días el grupo socialista rezuma tristeza. Las caras largas de los que se van cuadran con el ánimo de los nuevos que han sufrido un severo revés en las elecciones. El grupo socialista es donde más bajas se han producido. Treinta de los 42 diputados que iniciaron la pasada legislatura no repetirán. Su posicionamiento en las primarias en contra de Tomás Gómez, secretario general del PSM, ha pasado factura a muchos de ellos. Más de la mitad de los parlamentarios socialistas expresaron su apoyo a Trinidad Jiménez, rival de Gómez en el proceso de elección de candidato.

Caridad García, IU.
Caridad García, IU.LUIS SEVILLANO

Unos pocos han encontrado un hueco en los grupos de la oposición de algunos municipios, como Ruth Porta, Óscar Blanco o Javier Gómez... Pero el batacazo electoral del PSM en las pasadas elecciones ha reducido drásticamente las posibilidades de encontrar acomodo en otra institución. La mayoría de los diputados socialistas que no repiten regresan a sus trabajos originarios, como Joaquín García Pontes, que vuelve a Dragados y Construcciones tras 28 años de excedencia. “Los diputados no hemos cotizado al seguro de desempleo”, se lamenta este veterano político. “Hay compañeros que al salir de esto se quedan con una mano delante y otra detrás”, añade.

"Cuando empecé en política no había cargos que repartir", señala Utrilla

Adolfo Navarro ha sido uno de los diputados que ha protagonizado los debates más vibrantes de los últimos tiempos. “La última legislatura ha sido más complicada. Quizá porque el líder político no haya estado en la Asamblea, pero también ha habido momentos de desunión”, admite el dirigente que ultima los trámites para regresar a su antiguo puesto de inspector de Educación en Madrid. Navarro defiende que todos los diputados o concejales deberían tener una experiencia profesional previa o académica para que si salen no se encuentren desesperados o evitar que se aferren a las instituciones... Ya ha recogido los enseres de su despacho, que comienza a ser ocupado por una de las nuevas caras del grupo socialista. “Parece excesivo que en Madrid haya 129 diputados”, señala cuando se le comenta que la Asamblea crece a cada legislatura. Navarro se marcha con cierta nostalgia. Recuerda debates afilados mientras le vienen a la cabeza las comidas previas a los plenos de los jueves. “Hacemos juegos y bromas de mesa a mesa con los del PP. “Echaré de menos las pulguitas de jamón con tomate...”, se le escapa con una leve sonrisa. Navarro repasa su paso por el edificio de Vallecas. Le viene a la cabeza el peor momento, cuando el 10 de junio de 2003 se cerraron las puertas del hemiciclo y el escaño de María Teresa Sáez —diputada que evitó la investidura de Rafael Simancas (PSM) como presidente de Madrid—, que tenía a su lado estaba vacío. “Aquel día volví a fumar después de tres años sin hacerlo”. Y concluye al hacer balance de sus intervenciones: “Quizá me pasé cuando llamé a Granados [Francisco, consejero de Presidencia e Interior] neofascista en la comisión del espionaje”.

Los datos

  • Mañana se celebra el pleno de constitución de la Asamblea de Madrid. El martes 14 y el miércoles 15 se celebrarán los debates de investidura que proclamará a Esperanza Aguirre como presidenta de la Comunidad de Madrid por tercera ocasión consecutiva.
  • El número de diputados en esta legislatura aumenta de 120 a 129 escaños por el crecimiento de la población.
  • El resultado electoral deja al PP con 72 diputados; el PSM, con 36; IU, con 13 y UPyD, con 8.
  • En total 51 diputados abandonan la cámara regional en la presente legislatura. 21 parlamentarios del PP no repiten, 30 de los 42 miembros del grupo socialista de la pasada legislatura tampoco regresarán al hemiciclo de Vallecas, y siete de los 11 que tenía IU tampoco.

En IU también hay despedidas. Se marchan siete de los 11 diputados que iniciaron la legislatura pasada. Inés Sabanés avisó con tiempo de que no repetiría. Al igual que Reyes Montiel, quien abandonó el acta hace unos meses para irse a Equo. Fausto Fernández regresa como concejal a Rivas. Otra de las históricas parlamentarias que no repite es Caridad García, aunque ha encontrado un hueco como asesora del grupo parlamentario después de tres legislaturas defendiendo a IU desde su escaño. García termina de limpiar su despacho. Mete en dos grandes bolsas las últimas cosas. Libros, un diploma y unas cremas. “En los últimos años la Asamblea ha perdido pulso político. Ha sido un parlamento átono”, reflexiona. “No puede ser que haya políticos que se dediquen a hacer calceta. No hay cosa peor que un diputado loro, aquel que solo repite aquello que le preparan los técnicos”, añade en referencia a algunos miembros de las bancadas del PP y PSM.

Todos los diputados consultados consideran que el salario que han percibido estos años “es razonable”. Aunque Navarro advierte de que los sueldos no pueden ser muy bajos: “Los grupos no pueden permitirse tener políticos mediocres. Es necesario que haya médicos, arquitectos, ingenieros, pero también conductores de autobús o metro, trabajadores del metal...”.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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