CiU se inclina por el PP como socio prioritario
Mas consigue el apoyo de los populares para eliminar el impuesto de sucesiones
Sin la presión de las elecciones municipales de por medio, Convergència i Unió y el Partido Popular escenificaron ayer un nivel de entendimiento en el Parlamento catalán que ambos partidos habían estado negando desde que comenzó la legislatura en Cataluña. Los nacionalistas demostraron que buscan al PP como socio prioritario apoyándose en él para llevar a cabo una de las principales promesas electorales del presidente de la Generalitat, Artur Mas: eliminar, también para los grandes patrimonios, el impuesto de sucesiones.
La votación conjunta, que reavivó las críticas de la izquierda por bajar impuestos a los que más tienen mientras se recortan los servicios sociales, vino acompañada de llamadas al entendimiento entre nacionalistas y populares para aprobar los presupuestos para 2011.
La supresión del impuesto de sucesiones es la primera ley de calado de la legislatura. Poco han durado las diferencias que CiU y PP tenían al respecto. El PP aceptó que ahora se elimine solo el impuesto de sucesiones, aunque manteniéndolo para transmisiones entre familiares de tercer grado. A cambio consiguió el compromiso de CiU para eliminar completamente el impuesto antes de 2014, fecha en que también está previsto suprimir el gravamen para las donaciones. La operación pactada ayer entre CiU y PP supone una merma de 150 millones para las arcas de la Generalitat según el Gobierno, aunque en el proyecto de presupuestos la cifra se reduce a 51 millones.
La Generalitat dejará de ingresar hasta 150 millones en plena ola de recortes sociales
Ambos partidos se felicitaron por el acuerdo: “Podemos volver a hablar del impuesto en dos años”, apuntó Mas-Colell, consejero de Economía. El diputado del PP José Antonio Coto terció: “Apoyamos una modificación descafeinada porque tenemos el compromiso de revisarla en un periodo de tiempo limitado”. El idilio entre CiU y PP no sentó nada bien a los partidos de la oposición. El pacto entre ambos grupos incluyó que la supresión del impuesto se tramitara en lectura única, un procedimiento de urgencia que evita el debate en el Parlamento. “Las votaciones de hoy acreditan un giro a la derecha en el Gobierno”, sentenció el jefe de la oposición, el socialista Joaquim Nadal.
Todos los partidos dan por hecho que la votación de ayer es el preludio a un pacto sobre presupuestos. CiU necesita de la abstención de PSC, PP o ERC para sacar adelante las cuentas de 2011. Artur Mas se reunió la semana pasada con la líder regional del PP, Alicia Sánchez Camacho. Lo hizo antes incluso de reunirse con José Montilla, primer secretario del PSC, principal partido de la oposición. Sánchez Camacho pidió ayer a Mas que flexibilice algunas medidas para poder pactar los presupuestos, pero incluso Mariano Rajoy los dio por buenos por su “austeridad” y porque son “restrictivos”. El sí definitivo dependerá también de pactos municipales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.