La buena "apariencia" de la justicia
El juez apela a una teoría y a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para justificar la excarcelación de Correa
Antonio Pedreira, el magistrado ponente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que ha acordado poner en libertad bajo fianza a Francisco Correa, no se ha apoyado en los argumentos aportados por la defensa del cabecilla de la trama Gürtel para defender esa decisión, sino en los requisitos establecidos por la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para justificar la prisión preventiva. Eso sí, lo ha hecho siempre y cuando se acepte previamente para él la Teoría de la Apariencia consagrada por esa misma jurisprudencia.
Esta teoría fue formulada por el TEDH con el siguiente enunciado: "Justice must not only be done; it must also be seen to be done" [no solo debe hacerse justicia, sino también parecer que se hace]. El aforismo, no obstante, fue acuñado originariamente en Inglaterra en 1924 en el caso R vs Sussex. Un motorista llamado Mc Carthy fue procesado por un accidente. El secretario del tribunal resultó ser miembro del bufete de abogados que había demandado al acusado. Los jueces condenaron a Mc Carthy quien, al enterarse de las vinculaciones del secretario, pidió que se anulara el fallo. Los magistrados debieron jurar que habían adoptado su decisión sin haber consultado ni haber sido influenciados por el secretario. A raíz de ese caso quedó claro que las decisiones de los tribunales, como la mujer del César, no solo deben ser justas sino también parecerlas. En virtud a este principio se permite revisar todo juicio del que se pueda legítimamente temer una falta de parcialidad. De hecho se apeló a él en el juicio contra Pinochet que tuvo lugar en Reino Unido cuando el Parlamento se desdijo de su intención inicial de procesar al dictador chileno por el conflicto de intereses de Lord Hoffmann.
La defensa de Correa intentó recusar a Pedreira en 2009 alegando imparcialidad. La Sala de lo Civil y lo Penal del TSJM desestimó la petición del número uno de la trama corrupta. En el auto que hoy firma, el magistrado, no obstante, apela a la Teoría de la Apariencia “que la Jurisprudencia del TEDH ha aplicado para regular aquellos supuestos en que pueda temerse legítimamente que se cree una apariencia de falta de imparcialidad en la sociedad democrática”, para justificar su participación en la decisión de excarcelación de Correa. Pero a la vez, vuelve a invocar esa misma jurisprudencia del alto tribunal europeo como único recurso para decretar la puesta en libertad de Correa, toda vez que Pedreira no aprecia nuevos hechos que hayan modificado la situación del preso y permitan liberarlo. En el auto el juez dice claramente que “la ‘teoría de la apariencia’ y la regulación jurisprudencial del TEDH favorecen la aplicación del principio de libertad”.
Pedreira se acoge a los criterios del TEDH para justificar su imparcialidad y la puesta en libertad bajo fianza de Correa. Una misma jurisprudencia que avala la excarcelación del líder de la trama Gürtel y echa por tierra sus intenciones de recusar al magistrado que, sibilinamente, le permite en el auto acogerse a la misma Teoría de la Apariencia y solicitar la “designación de otro magistrado que le corresponda por turno”. Otro magistrado que quizá podría no compartir el gusto de Pedreira por la jurisprudencia del TEDH gracias a cuya aplicación, y a 15 millones de euros, le ha permitido a Correa salir de la cárcel.
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