La indignación europea va más allá de Islandia

En España, el Movimiento 15 M ha llegado en mayo siguiendo la estela de otros países donde las protestas ciudadanas ya habían tomado la calle. Portugal, Italia, Reino Unido o Francia ya habían vivido sus protestas en contra de los recortes sociales, la reforma laboral o contra  la subida de las tasas universitarias.

En Portugal, la llamada Generaçao a Rasca (la generación desesperada) tomó la calle el 13 de marzo movilizando a través de las redes sociales a decenas de miles de portugueses en Lisboa, Oporto y otras ciudades portuguesas. Portugal es el ejemplo más cercano, y quizá, el más parecido a lo que se está viviendo en España. Aunque la situación económica en el país vecino es más preocupante, ya que han tenido que solicitar la ayuda económica del FMI y la UE. La marcha portuguesa abría con dos grandes pancartas: "El país está en apuros" y "la precariedad no escoge edad". En España, el 15 de mayo la cabeza de la manifestación portaba una pancarta en la que se leía: “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”.

Algunos medios, como la BBC, también han comparado el movimiento de España con la primavera árabe. Sin embargo, ellos no se ven del todo reflejados con esta comparación. “Nos comparan con Egipto, pero solo nos parecemos a ellos en el uso de las redes sociales. La situación política en los países árabes no es comparable con la de España”, comentaba el martes Jon Aguirre, uno de los portavoces de la plataforma Democracia Real Ya. Plataforma que encendió la chispa del Movimiento 15-M, del que luego surgieron de forma espontánea la iniciativas ciudadanas de acampadas en varias ciudades españolas.

En la rueda de prensa que el 12 de mayo se realizó en el Ateneo de Madrid para convocar la manifestación y presentar a los medios la plataforma Democracia Real Ya, los organizadores ya mostraron un vídeo los testimonios de diferentes representantes de otros movimientos europeos. Un británico, un italiano o un islandés mostraban contaban su experiencia y apoyaban lo que se gestaba en España.

En Londres, en noviembre del año pasado unos 50.000 estudiantes tomaron las calles. Fue la primera gran manifestación en contra del plan de ajuste del primer ministro, David Cameron. El aumento de las tasas universitarias fue la principal razón que desató entonces la protesta. Las protestas en Inglaterra seguían a las que se habían producido antes en Francia, cuando los estudiantes lideraron en Octubre las protestas contra la reforma laboral promovida por el presidente galo, Nicolás Sarkozy.

 Los franceses tienen fama de ser bastante reivindicativos. En octubre de 2010 fueron algunos de los más jóvenes los que protestaron por algo que parecía quedarles lejano como son las jubilaciones. Los estudiantes de instituto se echaron a la calle para protestar contra una normativa que consideraban que iba a perjudicar su futuro.

En Italia, el 9 de abril también los ciudadanos salieron a protestar por la situación actual. "Nuestro tiempo es ahora" es el nombre de la plataforma que coordina estas movilizaciones en Italia. Para protestar contra la precariedad laboral y otras consecuencias de la crisis, los ciudadanos italiano salieron a la calle en cincuenta ciudades del país.

 En España, desde que comenzó la crisis parecía que nada se movía, hubo un primer intento promovido por la plataforma Juventud Sin Futuro que el 7 de abril consiguió movilizar a unas 2.500 personas, en su mayoría jóvenes. Sin embargo, el descontento no se limitaba a una franja de edad y el pasado domingo un grupo de ciudadanos canalizó el sentir de muchos más. Ahora, después de la manifestación del domingo algunos han decidido que continuarán protestando y siguen buscando el mar bajo los adoquines de medio centenar de plazas.