El PSOE sustituye a siete candidatos autonómicos sin celebrar primarias

El próximo 5 de septiembre se abre en 13 federaciones socialistas el proceso de elecciones para elegir a los candidatos autonómicos, pero los aparatos regionales no van a tener mucho trabajo. Solo las ejecutivas regionales de Madrid y Canarias tendrán que activar ese proceso para que empiece la competición; en el caso madrileño, entre Tomás Gómez y Trinidad Jiménez, y en el de Canarias, entre José Miguel Pérez y Santiago Pérez. El resto de las federaciones solo contará con un candidato. Los socialistas tendrán ocho nuevos aspirantes a ser presidentes autonómicos con relación a las elecciones de 2007.

El pacto interno ha sido la constante en las federaciones socialistas, para alivio de la ejecutiva federal del PSOE, que no ha tenido que intervenir decisivamente en el proceso de elección y sustitución de candidaturas. Solo queda por cerrar definitivamente Valencia, una de las importantes.

La incógnita la despejará en las próximas horas Ximo Puig, que tentado está de disputar la candidatura a la presidencia al secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte. Ambos ya compitieron por el liderazgo del partido, con la victoria de Alarte. "Si se produjera de nuevo la competición sería en un contexto descargado de conflicto y así lo vería también José Luis Rodríguez Zapatero, aunque lo ocurrido en Madrid no ayuda", apuntan en el entorno de Puig.

El caso madrileño ha servido de vacuna para otras federaciones. El "consejo" ha sido que los relevos, mejor sin primarias, para que los candidatos salgan apoyados por la mayoría del partido. Así que lo más probable es que no las haya en Valencia, concluyen interlocutores de la ejecutiva regional y federal. Alarte es bien visto por Madrid, aunque cunde el desánimo por la fortaleza pétrea del PP en esa comunidad a pesar de los escándalos del caso Gürtel.

En Valencia, Ximo Puig duda si disputar el puesto a Jorge Alarte

En el caso de Canarias, Ferraz consideraba que el actual secretario general, José Miguel Pérez, sería el único candidato, pero en las últimas horas ha salido a la palestra Santiago Pérez, dispuesto a recabar los avales necesarios para poder ser aspirante. Ambos ya compitieron por la secretaría general del partido tras la retirada de Juan Fernando López Aguilar.

"Salvo excepciones, en las primarias sale lo peor de la organización y, al final, se dan bazas al adversario", señala un veterano dirigente regional que en teoría también se une al canto de las primarias como ejercicio de máxima participación de los militantes.

La competición en la que resultó elegido Zapatero como secretario general sí se recuerda como una "fiesta democrática", porque el PSOE estaba inmerso en una crisis total por la debacle electoral de 2000. Pero ahora no es el caso. La dirección federal aplaude que el presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, ceda el testigo al secretario general de los asturianos, Javier Fernández, con el apoyo general del partido. También que Pedro Saura se retire sin estruendo y facilite el camino a Begoña García como nueva candidata en Murcia.

Todo se ha intentado desde Madrid y desde Aragón para que su presidente, Marcelino Iglesias, reconsidere su decisión de no volver a presentarse, anunciada hace casi dos años. Ha sido inútil. Un último intento se produjo el pasado 26 de julio en una reunión en La Moncloa, de la que no se ha dado publicidad, en la que Zapatero preguntó a Iglesias si su decisión era irreversible. No quedó duda de que así era y durante cuatro horas ambos políticos hablaron solo de futuro. Eva Almunia, secretaria de Estado de Educación, cuenta con un amplio consenso en Aragón para ser la candidata. Un movimiento pro primarias ha surgido estos días en la comunidad, aunque los líderes de Zaragoza, Huesca y Teruel preguntados por este periódico aseguran que no llegará a fraguar.

A la dirección federal le preocupa poner en peligro el Gobierno de Aragón cuando con Iglesias está, al parecer, totalmente asegurado, ante la candidata que presentará el PP, Luisa Fernanda Rudí, ex presidenta del Congreso, y de gran potencia política. Iglesias, que seguirá en política como secretario general del partido y quizá como diputado nacional en la próxima legislatura, ha tranquilizado a Zapatero. Las encuestas indican que el PSOE sigue en posición de gobernar, bien con el PAR o en un tripartito con la Chunta Aragonesista e Izquierda Unida.

En otras comunidades en las que el PSOE estrena candidato el partido sabe que el triunfo seguirá en manos del PP, pero son "apuestas sólidas de futuro", señalan en la dirección federal. Es el caso de Oscar López en Castilla y León y Roberto Jiménez en Navarra. Por acuerdo de la dirección federal y sin problemas internos repetirán Dolores Gorostiaga en Cantabria y Juan Francisco Martínez Aldama en La Rioja. La subida de este último en la legislatura pasada anima al PSOE a volver a apostar por él. Ceuta estrena candidato con José Antonio Carracao y Dionisio Muñoz repite en Melilla. En ambas ciudades autónomas, las expectativas son muy poco halagüeñas para el partido.

Sí cuentan con todas las expectativas y el apoyo de sus organizaciones, el aparato federal y Zapatero los presidentes de Extremadura, Castilla-La Mancha, y Baleares. Estas dos últimas comunidades son objetivos prioritarios del PP.