‘La isla de las tentaciones’ versión PP: corrupción, lujuria y un Pedro Sánchez guapísimo

La isla de las tentaciones ha terminado. Las parejas (o lo que queda de ellas) ya han abandonado Villa Playa y Villa Montaña, los chalets que alquila Mediaset para desarrollar un reality en el que cinco parejas jóvenes “ponen a prueba” su fidelidad y su amor con un grupo de solteros y solteras que acuden allí para, precisamente, azuzarlos a sobrepasar los límites que se han puesto los enamorados. Sin embargo, según el PP, esto no queda aquí: “Una vez acabada La isla de las tentaciones, comienza la nueva aventura de La Isla de las Corrupciones”.

Así han titulado los populares un vídeo que han publicado en X subiéndose a la ola de los comentarios del último episodio del programa. En el vídeo no aparecen ni Eros ni Bayan ni Anita ni Montoya, algunos de los protagonistas de esta edición —cuyos vídeos han llegado a ser un tema de debate en la tertulia de The View, el programa de Whoopi Goldberg en la cadena ABC—, sino que los personajes de esta “isla de las corrupciones” son avatares creados con inteligencia artificial (lo avisan en una línea de texto bajo las imágenes, no sea que alguien dude). Aparece un Pedro Sánchez luciendo palmito, su esposa, Begoña Gómez; José Luis Ábalos, su expareja Jessica, el empresario Víctor de Aldama, Francina Armengol, Koldo García, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, Santos Cerdán y el ministro Ángel Víctor Torres. Corrupción, lujuria, ambición y mentiras, habría en esta “isla de las corrupciones”, según la estrategia de redes del PP.

Tuvieron respuesta del PSOE, que esta vez no ha querido entrar al barro tuitero desde su cuenta principal, sino desde la de sus juventudes: “Jamás vimos una forma más ridícula e infantil de hacer “política”. Pero si nos ponemos así… @ppopular hay imágenes para ti”, replican emulando las palabras de Sandra Barneda, presentadora del programa, cada vez que los concursantes se enfrentan a los vídeos de sus parejas. La cuenta de Juventudes añade capturas de informaciones del caso Gürtel, la reforma de la sede del PP con dinero de la caja b y la famosa imagen de Feijóo con el narco Marcial Dorado, esta real y sin bronceados ni abdominales marcados.

Los tuiteros, claro, tampoco han tardado en reaccionar ante esta bochornosa estrategia del PP: “La IA debería de advertir cuándo estás haciendo el ridículo” dice uno. “En la política española siempre hay un escalón más en el bochorno”, añade otro. El periodista Pedro Vallín escribe sobre uno de los aspectos más comentados en el patio de X: “Si abres el vídeo con ese plano de EL GUAPO LA LEYENDA™ da igual todo lo demás: la gente solo recordará que la alternativa que propones es un viejo con coronilla y problemas oratorios graves que se ha puesto bótox en los ojos”.

¿Es una buena estrategia que el PP muestre al presidente del Gobierno como un buenorro? ¿No es, precisamente, lo que critican de la cuenta Mr. Handsome, que sexualiza y publica loas a Pedro Sánchez? “¿Habría alguien que no le votaría?”, zanja un usuario destacando al falso Sánchez luciendo pectorales y abdominales.

Este no es el primer vídeo que publican los populares contra el Gobierno y valiéndose de la inteligencia artificial. Hace unos días, publicaron otra producción en la que aparecen los avatares de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras en un jacuzzi lleno de monedas frente al palacio de La Moncloa para criticar la condonación de la deuda a Cataluña. Se ve que les fue bien y han querido repetir la jugada.

La estrategia ha cambiado. Antes, el Partido Popular publicaba este tipo de vídeos en las cuentas de Nuevas Generaciones, a las que se presupone un perfil más joven y dicharachero. Ahora los sacan directamente en sus perfiles principales, donde también publican sketches emulando el programa Camera café y otros intentos de meme. Todo esto contrasta con las palabras de Feijóo en su primer discurso como presidente del partido, en el que dijo que no venía a hacer una “política impostada, frívola e infantil”.

Quizá Sandra Barneda tiene que ponerse a organizar hogueras de confrontación en el Congreso. Total, la política española a veces parece más una discusión entre Anita y Montoya que algo serio con lo que mejorar la vida de los ciudadanos.