Este proyecto explora el significado de ser joven en La Línea de la Concepción, localidad del sur de España marcada por el estigma del desempleo y el tráfico de drogas. Esta marca ha dificultado, entre otras cosas, la cobertura de plazas de enseñanza permanentes en los colegios, porque la zona es percibida como insegura. Esto, alimentado irresponsablemente por cierta prensa, ofrece una visión sesgada de la ciudad y sus habitantes. Con estas imágenes busco romper con la etiqueta de ‘narcociudad’, retratando a los jóvenes que luchan por forjarse un futuro en esta ciudad vibrante y luminosa. El título, un término utilizado por los pescadores locales para describir “la buena mar”, también simboliza prosperidad y felicidad