‘Memory’, un retrato de amor para sobrellevar la obsesión del pasado, del trauma y la enfermedad

Michel Franco está en un momento de su vida en el que se encuentra a gusto, disfruta lo que hace y es altamente productivo, escribiendo, filmando y estrenando casi una película al año desde 2019. En Memory, su más reciente cinta, presenta a Sylvia, en la piel de Jessica Chastain, que no consigue superar el pasado y vivir en el presente; mientras que Saul, interpretado por Peter Sarsgaard, no puede recordar y solo puede vivir en el momento actual. Este retrato de amor para sobrellevar la obsesión del olvido, del trauma y la enfermedad “salió del gusto”, admite, y, tras ser seleccionado en distintos festivales internacionales, su estreno finalmente ve la luz en México.

Franco (Ciudad de México, 45 años) recuerda que cuando escribió la película era postpandemia y se encontraba en una etapa positiva de su vida. “El instinto inicial de las circunstancias en las que estos personajes se encuentran era algo negativo, una historia de revancha o algo así de venganza. No sé por qué, pero me propuse enfrentar el reto de más bien llevarlo a otro lugar, de manera inesperada en un sentido muy diferente al que normalmente mi cine propondría”, cuenta a través de una videollamada.

En Memory, Sylvia es una trabajadora social que lleva una vida sencilla y estructurada: su hija, su trabajo, sus reuniones de Alcohólicos Anónimos. Todo esto salta por los aires cuando Saul, un hombre que lucha con la demencia temprana, la sigue a casa tras su reunión del instituto. Su encuentro sorpresa impactará profundamente a ambos al abrir la puerta al pasado.

Memory es una historia que desafía las expectativas y transforma el miedo en un vínculo inesperado entre ambos personajes. La memoria funciona tanto como una defensa psicológica y como una enfermedad. Plantea una construcción de sus personajes alrededor de la obsesión con los recuerdos, pero también frágil y efímera respecto al presente. Juntos, en un mundo donde el pasado pesa y el futuro es incierto, construyen una conexión profunda que da un giro inesperado a la filmografía del director.

“Empecé sabiendo que quería explorar la vida de estos dos personajes rotos que tienen muchos problemas, circunstancias adversas. Entendí que ella nunca ha podido seguir adelante por lo que desde la infancia la tiene limitada y él está con una condición nueva que incluso lo lleva a preguntarse si sigue siendo la misma persona o si se está perdiendo. Cuando se encuentran estos personajes es que entendí estos conceptos, que me los encontré escribiendo el guion y decidí que la película debía llamarse Memoria [Memory, en inglés]“, elabora.

La muerte y la tragedia, de una forma u otra, son algunas de las temáticas que siempre están presente en la filmografía del realizador. Ya sea la historia de un hombre deprimido después de haber perdido a su esposa y que debe aprender a relacionarse con su hija de 17 años, como en Después de Lucía (2012); o la relación de un enfermero con sus pacientes en estado terminal, al igual que en Chronic (2015). En Sundown (2021), Franco se vio al cumplir 40, hace cinco años, en una “crisis de mediana edad”, en la que vislumbró su propia muerte.

Sin embargo, a pesar de la tragedia, en Memory existe ese elemento gratificante de la historia, pero sin caer en el facilismo de “lo positivo” desde una perspectiva del cine comercial. En ese sentido, Franco dice sentirse atraído por lo que las grandes novelas, escritores y directores de cine han hecho para crear obras clásicas, que es “siempre buscar conflictos”.

“El cine sirve como espejo para entender qué somos y ahí las tragedias, dramas y conflictos; y la manera clásica de Bertolt Brecht de no resolver el conflicto, dejar que el espectador se lo lleve trabajando en la cabeza, creo que es algo que me interesa más que la fórmula hollywoodense de explicar todo", elabora.

Franco pasó casi todo un año en Nueva York investigando las temáticas que aborda en Memory, a la par que sus protagonistas ponían su trabajo de preparación sobre la mesa. En el caso de Chastain, según cuenta el director, al haber pasado por momentos duros en su vida, desde el suicidio de su hermana y la muerte de su padre por sobredosis; a esforzarse por ser la primera de su familia en estudiar en la universidad, estas experiencias la llevaron a hacer una introspección sobre sus propios logros y traumas para construir el personaje de Sylvia.

Mientras que Sargaard, quien fue reconocido con la Copa Volvi al mejor actor en Cannes en 2021 por su interpretación de Saul, recurrió al recuerdo de un familiar con demencia al cual acompañó y con el cual se relacionó por muchos años, además de la investigación que realizó a través de los encuentros con pacientes con la misma condición de su personaje.

Memory también hace hincapié en cómo a veces se puede dar por sentado que solo por el hecho de que una persona tenga alguna enfermedad, padecimiento o discapacidad, se le termina la vida, pero Franco no quería quedarse solo o enfocar a sus personajes por sus condiciones.

“Por un lado la película busca hacer una exploración de los personajes, no de su condición. Entonces en eso los actores también fueron muy atinados. Peter entendió que su personaje padece demencia, pero no deja de ser Saul. Los dos [Chastain y Sarsgaard] estudiaron los personajes, no la condición y la combinación que se da cuando se encuentran tiene que ser compleja, como en la vida pasan las cosas”, finaliza Franco.