Sheinbaum revive el proyecto de un registro de usuarios de telefonía con datos personales

La sombra del Gran Hermano vuelve a colocarse sobre los usuarios de telefonía móvil en México. La presidenta Claudia Sheinbaum ha revivido la idea de crear un registro nacional de usuarios de telefonía móvil para evitar los delitos de extorsión y secuestro en el país. Este jueves ha enviado al Congreso dos iniciativas de ley para fortalecer la Seguridad y la Inteligencia, en las que ha incluido este registro.

Para poder adquirir una línea móvil, los usuarios deberán asociar su Clave Única de Registro de Población (CURP), o una credencial de elector expedida por el Instituto Nacional Electoral (INE), que incluye datos biométricos como huellas dactilares y rasgos faciales, mientras que en el caso de personas morales o empresas, será el Registro Federal del Contribuyente (RFC).

La propuesta de reforma a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, enviada a la Cámara de Diputados para la creación de este nuevo padrón, plantea varias posibilidades. Por un lado, dotaría de más facultades al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, bajo el argumento de combatir los delitos de extorsión y secuestro. Por otro lado, la Agencia de Transformación Digital, que dirige José Antonio Peña Merino, sería la encargada de echar a andar la plataforma que obligaría a las empresas de telecomunicaciones a dar el alta de los titulares y los usuarios asociados a las líneas telefónicas y sus datos.

Se trata de una tarea titánica. Tan solo a mediados de 2024, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) contabilizó más de 148 millones de líneas, un crecimiento de 7,8% respecto al año anterior.

La idea de asociar las líneas celulares a datos personales no es nueva. Durante el sexenio de Felipe Calderón, en 2008, se propuso crear el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut), misma que se desechó con la entrada en vigor de la Reforma a la Ley de Telecomunicaciones en 2015.

En fechas más recientes, el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil en México (Panaut) fue invalidado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a mediados de 2022. De acuerdo con la resolución judicial, la medida afectaba los derechos a la privacidad, intimidad y protección de datos personales y no resultaba razonable para la persecución de delitos de extorsión mediante teléfonos celulares, como lo argumentó el Poder Legislativo cuando aprobó su creación en marzo de 2021. “La información en su conjunto permite extraer conclusiones muy precisas sobre la esfera de la privacidad de una persona”, expuso la ministra Norma Piña.

Una brecha en la comunicación

El escrutinio al que se someterían los usuarios para poder hacerse de una línea móvil podría romper el amplio crecimiento de las comunicaciones en México. De acuerdo con un análisis de la consultoría especializada en telecomunicaciones, The Competitive Intelligence Unit (The CIU), cada año se comercializan más de 30 millones de nuevos teléfonos inteligentes en el país, lo cual se traduce en un valor de mercado de más de 125.000 millones de pesos.

Las empresas de telecomunicaciones como Telcel, propiedad de América Móvil, AT&T o Telefónica Movistar, serían las encargadas de recabar y validar la información sobre la identidad, datos biométricos y domicilio del usuario, así como proporcionar la información con la cual se integrará el registro y realizarán las altas, bajas y demás movimientos asociados a las líneas telefónicas en este padrón.

Adicionalmente, el sector de las telecomunicaciones en México está a punto de ver un gran cambio. El Poder Legislativo ha decidido que este año desaparezca el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), así como del Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Transparencia (Inai), dos de los grandes reguladores de las empresas encargadas de dar el servicio de telefonía móvil.

En 2022, los ministros del Supremo mexicano expresaron que un registro de usuarios de telefonía sería poco útil para contener los delitos de extorsión en el país. “Parece absurdo que una persona que tenga un celular va a generar una extorsión con un teléfono a su nombre, esto nunca sucede”, indicó Arturo Zaldívar en ese momento.