Un hallazgo arqueológico en Hidalgo expone los recortes del presupuesto cultural en México
El INAH informa que no continuará las labores de exploración y excavación, con las que se hallaron pinturas rupestres que pertenecerían a una antigua ciudadela, por falta de recursos económicos
Un tramo de las obras de ampliación en la carretera de Pachuca a Huejutla se detuvo tras el hallazgo de una pirámide. El descubrimiento ocurrió el 1 de diciembre en el municipio de San Agustín Metzquititlán, en el Estado de Hidalgo. Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acudieron al lugar tras ser informados por el ayuntamiento. En una primera investigación encontraron fragmentos de obsidiana y pinturas rupestres de rostros, flechas y objetos cotidianos que pertenecerían a una antigua ciudadela. Sin embargo, el INAH informó que no continuará las labores de exploración y excavación por falta de recursos económicos.
Las dimensiones de la pirámide son de entre 300 y 400 metros, sin especificar si estas corresponden a la altura o longitud. De acuerdo con el director de Turismo de San Agustín Metzquititlán, Héctor Labra Chávez, la base se encuentra por donde pasa la carretera y es necesario realizar trabajos de excavación para saber más sobre la estructura.
Labra Chávez destacó que en la región no hay vestigios de civilizaciones prehispánicas y enfatizó la necesidad de realizar una investigación más profunda en la zona para conocer la cultura que se asentó en el territorio.
Pero los deseos del director de Turismo no son suficientes para que el INAH trabaje en el área. Tras la presentación del presupuesto para 2025 declarado por Claudia Sheinbaum, casi todas las áreas de Cultura sufrieron recortes. En 2024, el INAH contó con un presupuesto de poco más de ocho millones de pesos, pero para 2025 será reducido a cuatro millones y medio de pesos. Un golpe que representa un decrecimiento del 45%.
Los atlantes y Xihuingo
En el Estado de Hidalgo hay varios lugares prehispánicos, pero dos de los más representativos son los atlantes de Tula y la zona arqueológica de Xihuingo, en Tepeapulco.
Los atlantes son cuatro colosos de piedra de casi cinco metros de alto construidos por la cultura tolteca y son las figuras antropomorfas más grandes que se conservan en la región, según explica National Geographic. De acuerdo con el INAH, estos gigantes centinelas son representaciones de Quetzalcóatl como “estrellas de la mañana”.
La zona arqueológica de Xihuingo se le asocia con Teotihuacán por su pirámide El Tecolote, ubicada al poniente y que es el eje de una avenida, que hace pensar en la calzada de los muertos. El asentamiento prehispánico se localiza alrededor de algunos cerros en los que se han encontrado una especie de cruces para realizar cálculos astronómicos, de allí que Xihuingo signifique lugar donde se calcula el tiempo.
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