‘Noche de fuego’ manda en los Premios Ariel del cine mexicano

Los Premios Ariel encumbraron el filme de Noche de fuego en su 64ª edición. Los Oscar del cine mexicano otorgaron la noche de este martes siete galardones a la película dirigida y escrita por Tatiana Huezo. La producción cinematográfica narra la historia de tres amigas que buscan sobrevivir en territorio controlado por el crimen organizado. La gala, celebrada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso de Ciudad de México, también fue un alegato contra la militarización en las calles, contra la violencia machista y para insistir en la falta de presupuestos para la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

El filme de Huezo, basada en la novela Ladydi de Jennifer Clement, conquistó a la Academia mexicana por el retrato feroz de una violencia en la que crece Ana y sus amigas, una infancia atrincherada entre las amenazas del narco, dueños y señores de los campos de amapola, y el asedio de los militares. La mirada tierna y curiosa de la protagonista se entrelaza con las risas de sus amigas, los regaños de una madre sola y el silencio de todas aquellas mujeres que intentan sobrevivir en un campo minado por la violencia.

La actriz Mayra Batalla —quien encarnó a la madre de Ana, la protagonista de Noches de Fuego— dedicó su estatuilla como mejor coactuación femenina a “todas las niñas y mujeres que todos los días se salvan a sí mismas”, mencionó la intérprete con lágrimas en los ojos. Mejor sonido, mejor guion adaptado, y mejores efectos especiales fueron otras de las categorías en las que la producción venció a sus contendientes.

Una película de policías fue la segunda ganadora de la noche al llevarse categorías tan codiciadas como mejor dirección, mejor actor y mejor actriz. La Academia se rindió a la pareja de policías interpretada por Raúl Briones y Mónica del Carmen en un filme híbrido donde el director Alonso Ruizpalacios mezcló la narrativa de un documental con la ficción. El director de este filme, Alonso Ruizpalacios al recibir también el premio por mejor largometraje documental, hizo un llamado a la no militarización de México. “Estamos a tiempo de pensarnos bien qué hacemos con nuestra seguridad pública. La militarización no es el camino”, afirmó. En total, esta película ganó seis galardones, sobresaliendo su Ariel por mejor largometraje documental.

Raúl Briones, quien recibió el Ariel como mejor actor por su interpretación como un policía de Ciudad de México, admitió, momentos antes de la ceremonia de premiación, el desafío que supuso encarnar a un policía bajo un tono de falso documental. “Ahora tengo más conocimiento de cómo funciona la policía y cuando veo que cometen fechorías me duele, porque sé que dentro de la policía también hay elementos con una enorme vocación de servicio para el país, Yo llegué con el prejuicio de que todas las personas dentro de esa corporación eran malas y había corrupción y no es así, ahora entiendo que detrás del uniforme hay personas con nombre propio, que las atraviesan distintas problemáticas y estás personas son la carne de cañón para estas corporaciones”, comentó en su paso por la alfombra roja.

Los Minutos Negros se alzó con la vencedora de las principales categorías técnicas como mejor vestuario o diseño de arte. La sorpresa se la llevó la categoría de mejor maquillaje con un empate: Noche de fuego y El exorcismo de Carmen Farías. En la categoría de mejor película iberoamericana, la triunfadora fue la española El Buen Patrón’, de Fernando León.

El galardón a mejor ópera prima fue para Nudo mixteco de Ángeles Cruz. La directora y guionista de la película dedicó la estatuilla a su comunidad, a Villa Guadalupe Victoria (Oaxaca), el personaje central que recrea en su primer largometraje. La actriz y realizadora confío en que este reconocimiento abra más oportunidades para historias con narrativas distintas en la pantalla grande. “Esperamos tener tiempos reales de pantalla, creo que hay grandes películas que están surgiendo siempre, desde los realizadores comunitarios y parece que no hay espacio, que no hay cartelera suficiente y también en la Academia que voltee a ver a esos realizadores que muchas veces no son tomadas en cuenta”, mencionó.

Con las secuelas de la pandemia aún de telón de fondo y con una batalla compleja por más tiempo en las salas de exhibición frente a los filmes extranjeros, la cinematografía mexicana en voz de la presidenta de la Academia, Leticia Huajira, reconoció la resiliencia del gremio y su pluralidad aunque admitió los tiempos difíciles por los que atraviesan: “Hoy la AMACC no cuenta con recursos para poder operar, debemos hacer una pausa, explorar caminos alternos para continuar, hacemos un llamado a cerrar filas, a cuidar de la Academia como lo que ha sido. Un sueño imaginado por cineastas como un bien de todos. Como la casa de todos. Larga y luminosa vida al cine mexicano”, dijo en un auditorio colmado de amigos y artistas en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Este alegato en favor de más apoyos para el cine mexicano fue secundado por la actriz Diana Bracho, quien ganó el Ariel de Oro por más de 50 años de trayectoria. La multipremiada actriz fue tajante: “La falta de recursos duele. Sin cultura no hay país”. Hija del productor y actor Julio Bracho, Diana compartió ante el auditorio sus orígenes frente a la cámara hasta el momento actual de su carrera: “Está demostrado que el cine sigue adelante más vivo, que nunca”, zanjó la actriz de 77 años. El segundo Ariel de Oro fue para el sonidista David Baksht.

Uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando la Academia recordó a los productores, realizadores y actores y actrices fallecidos en el último año. Los versos de Un Mundo Raro, interpretados por Raúl Sandoval con música de mariachi acompañó cada una de las imágenes de aquellos referentes del cine y la televisión que murieron este año: Anabel Gutiérrez, Meche Carreño, Vicente Fernández, Raquel Pankowsky, Manuel Ojeda, Cristóbal Jodorowsky, Susana Dosamantes, Octavio Ocaña, entre otros. Sin embargo, una de las mayores ovaciones fue para el director mexicano Jorge Fons, quien murió el pasado 22 de septiembre.

La 64ª ceremonia de los Arieles arrancó con los puños de mujeres en alto mientras Vivir Quintana cantaba Canción sin Miedo y cerró con la realizadora Tatiana Huezo haciendo un llamado a la esperanza: “Me gustaría mandar un mensaje a todas las madres que están criando en solitario a sus hijos e hijas y que siembran la semilla de esperanza, ¡Mamá, esto también es para ti, te amo!”, agradeció.

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