Necrosis, cefaleas y parálisis facial: las claves de la infección por hongo negro
Especialistas de la UNAM informan de que en los últimos 15 años se han detectado en México unos 10.000 casos de esta infección micótica oportunista que tiene un índice de mortalidad del 90%
Gregorio Avendaño Jiménez, primer paciente sospechoso de tener el hongo negro en México, murió a principios de este mes tras una semana hospitalizado. De acuerdo con sus familiares, el hombre perdió la batalla contra la mucormicosis rinocerebral en menos de 15 días. Pese a su traslado de emergencia a un hospital de Ciudad de México y a las numerosas intervenciones quirúrgicas el paciente de 34 años perdió la vida. A la fecha, las autoridades sanitarias mexicanas han evitado confirmar el diagnóstico de este primer caso de la enfermedad, una infección micótica oportunista que en plena pandemia ha encendido las alarmas en países como la India.
En México, la incidencia reciente de este padecimiento que prolifera en un sistema inmunológico vulnerable es todavía una incógnita. La investigadora del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, Laura Castañón Olivares, explicó que esta enfermedad, como ocurre con la mayoría de las infecciones por hongos, no es de notificación obligatoria ante la Secretaría de Salud por lo que no existe un registro fidedigno de pacientes, sin embargo, reconoció que es probable que los diagnósticos de hongo negro sí han ido al alza durante la crisis sanitaria. “Probablemente los casos de mucormicosis debidos a la pandemia de covid sí puedan estar un poquito más por arriba de lo que normalmente se presentaban”, declaró este martes durante una conferencia sobre la enfermedad. De acuerdo con los datos de la UNAM, en los últimos 15 años se han registrado unos 10.000 casos de mucormicosis en el país.
Dolores de cabeza, pequeñas manchas negruzcas en el rostro o parálisis facial son algunos de los síntomas característicos de la mucormicosis rinocerebral, la forma clínica más común de esta infección. La especialista de la UNAM, Edith Sánchez Paredes, explicó que aunque es una micosis de baja incidencia, es una de las infecciones micóticas más letales: su índice de mortalidad se sitúa en un 90% y actúa de manera vertiginosa una vez que se instala en el organismo afectando piel, músculos, huesos y el resto de órganos. “Es una micosis que se considera de rápida evolución, una vez que el paciente empieza con los primeros signos y síntomas puede ser que en una semana pueda tener afección en todos los síntomas y que lo lleve a la muerte”, aseveró.
Las especialistas de la Facultad de Medicina dela UNAM, concluyeron que el hongo negro no es una enfermedad nueva en el país y tampoco es la micosis más frecuente entre pacientes con la covid-19, existen otras infecciones micóticas más frecuentes en estos pacientes como aspergillus o candida. A diferencia del coronavirus que se transmite de persona a persona, la mucormicosis se contrae al entrar en contacto con las esporas de hongos en el medio ambiente. “La vía de infección principal es a través de la vía respiratoria, nosotros inhalamos las esporas y en condiciones normales, con un sistema inmunológico adecuado. Sin embargo, también puede haber una inoculación vía cutánea, las esporas se pueden pegar a una lesión de la piel, una herida, una quemadura o incluso por la ingesta de los alimentos”, explicó Sánchez Paredes.
La forma clínica más común en México es la mucormicosis rinocerebral, que afecta a la cara y se extiende al sistema nervioso central. Algunos de sus síntomas son inflamación unilateral del rostro, principalmente a nivel del párpado y el ojo. El avance de la enfermedad prosigue con dolores de cabeza, congestión nasal y pequeñas lesiones de tipo negruzco en la nariz o el paladar, signo de las lesiones necróticas. “Conforme el hongo se va diseminando va destruyendo todos los tejidos que se encuentra a su paso. El hongo va ascendiendo llega al cerebro, entonces empezamos a tener problemas a nivel neurológico y, por supuesto, la muerte si es que la enfermedad no es tratando a tiempo”, añadió Castañón Olivares. La investigadora enfatizó que la enfermedad es tratable y se cura si es tratada a tiempo, por el contrario, sin un manejo adecuado puede ocasionar dolorosas lesiones, extirpación de tejidos u órganos y daños irreversibles a nivel neuronal.
Además de la mucormicosis rinocerebral, también se puede presentar la mucormicosis pulmonar, una variante en la que se presenta tos, dolor de pecho y dificultad para respirar. Y aunque son menos comunes, la enfermedad también puede desarrollarse por la vía gastrointestinal, a partir de la ingesta de alimentos que tienen presencia del hongo o a través de la piel si el paciente tiene una herida previa que se contamina.
Sánchez Paredes especificó que para detonar la mucormicosis es necesario que en el enfermo existan otros factores de riesgo asociados con un sistema inmunológico inmunosuprimido. Con un sistema vulnerable, como sucede en los pacientes con covid-19 que además padecen una enfermedad preexistente como diabetes o cáncer existen más posibilidad de desarrollar el padecimiento. Por el contrario, si el sistema inmunológico de una persona está en condiciones óptimas, este eliminará al hongo de manera natural.
Pese a que esta extraña enfermedad ha causado estragos en la India, donde se han reportado casi 9.000 casos en los últimos meses, Sánchez Paredes indicó que en México aún se carece de información para corroborar que el par de casos sospechosos en el país están asociados directamente a la covid-19. “Si efectivamente llegara a haber un aumento en el registro de casos de mucormicosis necesitaríamos investigar si están directamente asociados a pacientes que tuvieron covid o son pacientes que durante este tiempo de pandemia fueron desatendidos”, concluyó.
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