_
_
_
_

Trump respalda a Mike Johnson en su plan de renovar como ‘speaker’ de la Cámara de Representantes

La votación, que probará la influencia del presidente electo sobre los republicanos, está prevista para el próximo viernes. El líder de la mayoría del Congreso necesita todos los votos de su partido menos uno

Mike Johnson
Mike Johnson, en mayo pasado, a la salida del tribunal de Manhattan en el que se juzgó a Trump (en primer plano).Justin Lane (AP)
Iker Seisdedos

Empieza el calentamiento para la primera pelea política del nuevo año en Washington. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, brindó este lunes en su red social, Truth, su “apoyo total y absoluto” al actual presidente de la Cámara de Representantes, el congresista republicano de Luisiana Mike Johnson, en su intención de renovar en puesto al frente de su partido y como tercera autoridad del país. La votación para elegir speaker está prevista para 3 de enero, el próximo viernes, cuando se renueve la composición de los 435 escaños de la Cámara, que, tras los resultados de las elecciones de noviembre, controlan los conservadores por una ventaja mínima (220-215).

Trump se alinea con Johnson dos semanas después de que su autoridad sobre el partido quedara en entredicho con la última crisis del Capitolio de este 2024, año que se ha caracterizado por las luchas internas y la gangrena legislativa. Demócratas y republicanos habían alcanzado un acuerdo tras meses de negociaciones para sacar adelante una ley que garantizaba la financiación temporal de la Administración hasta marzo. Pero entonces, entró en escena Elon Musk, el hombre más rico del mundo y el aliado más estrecho y reciente del nuevo presidente.

Le bastaron a Musk una serie de tuits para tumbar ese pacto y forzar dos nuevas votaciones hasta que la Cámara baja llegó a un compromiso que evitaba el cierre del Gobierno, y, entre otras cosas, que se interrumpiera el pago de los sueldos de unos 875.000 funcionarios en plena Navidad. Hubo que renegociar a la carrera una nueva norma que dejaba fuera algunas de las provisiones de la primera. Por el camino, quedaron medidas para reducir el coste de los medicamentos, dinero para fomentar la investigación médica y límites a las inversiones en China.

La votación del próximo viernes promete ser un examen severo a la capacidad de Johnson para dirigir su partido y sacar adelante la iniciativa legislativa del Congreso. Hace dos años, hicieron falta hasta 15 rondas de votaciones y un buen puñado de concesiones al ala dura del trumpismo para elegir su antecesor, Kevin McCarthy. Solo duró 10 meses en el puesto, del que lo desalojaron mediante una moción de confianza impulsada por el excongresista Matt Gaetz. El apoyo de Trump, que cuenta con el control de ambas Cámaras y las necesita para sacar adelante cuanto antes su agenda, es una llamada de atención a los representantes que quieran salirse del guion. Trump ejerce en teoría un enorme poder sobre el conservadurismo estadounidense, que ha moldeado a su imagen y semejanza.

El viernes servirá para comprobar hasta dónde llega realmente esa capacidad de persuasión en un país en el que no existe nada parecido a la disciplina de partido. Para forzar la mano de quienes no piensen apoyar a Johnson, Trump cuenta con la velada amenaza de no respaldar a quienes abandonen el camino señalado por él en las próximas elecciones legislativas de 2026. Si el presidente electo decide pedir el voto para otro candidato en esas primarias, puede significar el final de la carrera política de los congresistas díscolos. Cuando se produjo la crisis del cierre de Gobierno, uno de ellos, Chip Roy (Texas) se enfrentó abiertamente al presidente electo, que reaccionó insultándolo en sus redes sociales. Hay otro, el libertario Thomas Massie, que anunció que no votaría por Johnson el 3 de enero.

Y eso no son buenas noticias para el actual speaker. Necesita todos los votos de su partido, menos uno, dado que es altamente improbable que reciba el respaldo de ninguno de los congresistas demócratas. Se añade otro problema para Johnson. Trump reclutó para su Gobierno en formación a Gaetz, al que quiso fichar como fiscal general, pero tuvo que renunciar acosado por un escándalo de relaciones sexuales con una menor, prostitución y consumo de drogas. Ya no es congresista tampoco, de modo que el presidente de la Cámara de Representantes cuenta con un tope de 219 votos, y necesita 218.

Mike Johnson, en plena crisis por el cierre del Gobierno, hace dos semanas en el Capitolio.
Mike Johnson, en plena crisis por el cierre del Gobierno, hace dos semanas en el Capitolio. Nathan Howard (REUTERS)

El mensaje con el que Trump media en una bronca en ciernes en el Partido Republicano dedica solo un par de frases a Johnson al final de una retahíla de ideas que mezclan sus últimas obsesiones, ese particular uso de las mayúsculas marca de la casa, la tendencia a exagerar y unas cuantas puyas a los demócratas. “Somos el partido del SENTIDO COMÚN, una de las principales razones por las que GANAMOS, de manera aplastante, la magnífica e histórica Elección Presidencial de 2024. [Nos llevamos] TODOS LOS SIETE ESTADOS DECISIVOS, [obtuvimos] 312 VOTOS EN EL COLEGIO ELECTORAL Y [vencimos en] EL VOTO POPULAR DE MILLONES DE VOTANTES (¡A pesar del fraude electoral a gran escala que se está produciendo en numerosos estados, incluida California, donde los votos siguen siendo ridículamente contados o bajo revisión!), GANAMOS CON FACILIDAD, CALMA Y PROFESIONALISMO. ¡Se está elogiando a los republicanos por haber llevado a cabo una campaña ‘legendaria’!”, dice el presidente electo al principio del mensaje.

Críticas a Harris

A continuación, se lanza a criticar la campaña de Kamala Harris, por haber “desperdiciado 2.500 millones de dólares [de financiación], muchos de ellos sin justificar, y algunos utilizados para comprar apoyos ilegalmente (11 millones de dólares a Beyoncé, que nunca cantó una canción, dos millones de dólares a Oprah por no hacer casi nada, e incluso 500.000 dólares al reverendo AL [Sharpton], un estafador e instigador profesional, que aceptó “entrevistar” a sus candidatos “embellecidos”, Kamala y Joe)”. Trump lleva varios días haciendo sangre de la decisión de los demócratas de tirar de su agenda de amigos famosos, que les brindaron unos apoyos que de poco sirvieron. Después de eso, el presidente electo se queja de nuevo de la persecución política que sostiene que sufrió por parte del Departamento de Justicia y del FBI durante en los cuatro años en los que no estuvo en la Casa Blanca, en los que fue acusado en cuatro juicios penales de un total de 91 delitos graves y condenado en uno de esos procesos.

El mensaje termina con la afirmación de que “el pueblo estadounidense necesita un alivio INMEDIATO de todas las políticas destructivas de la última administración”, y con el “apoyo total y absoluto” a Johnson”, “un hombre bueno, trabajador y religioso”. “Hará lo correcto y seguiremos GANANDO”. El post termina con el grito habitual “¡¡¡MAGA!!!”, siglas de Make America Great Again (devolvamos la grandeza a Estados Unidos).

Para ello, Trump necesita primero devolver la cordura al Partido Republicano en el Congreso de Estados Unidos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Iker Seisdedos
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS, trabaja en el diario desde 2004, casi siempre vinculado al área cultural. Tras su paso por las secciones El Viajero, Tentaciones y El País Semanal, ha sido redactor jefe de Domingo, Ideas, Cultura y Babelia.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_