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“Yes, we can”: Obama se vuelca con Harris con Bruce Springsteen a la guitarra

El expresidente participa por primera vez en un mitin de la candidata demócrata en el Estado decisivo de Georgia

El expresidente Barack Obama y la candidata demócrata, Kamala Harris, en un mitin en el estadio James R. Hallford de Clarkston (Georgia).Foto: Joe Raedle (Getty) | Vídeo: REUTERS
Miguel Jiménez

Kamala Harris no tiene planeado ningún mitin con el actual presidente, Joe Biden. Es su forma de presentarse como candidata del cambio. Sin embargo, la vicepresidenta sí ha querido recurrir a la ayuda del expresidente demócrata Barack Obama. Por primera vez, ambos coincidieron sobre el escenario este jueves en las afueras de Atlanta (Georgia) y mostraron su sintonía personal en un mitin que contó con la actuación de Bruce Springsteen, con su guitarra y una armónica. Los miles de asistentes al mitin y la propia candidata demócrata recuperaron el grito de guerra de la campaña que llevó a Obama a la presidencia en 2008: “Yes, we can”.

Georgia es uno de los Estados decisivos que decantarán la balanza en las elecciones del 5 de noviembre. Joe Biden se impuso allí en 2020 por un mínimo margen, pero ahora Donald Trump parece contar con una ligera ventaja. Movilizar el voto negro en favor de Harris es imprescindible para que pueda ganar allí. Obama es un aliado clave para eso, pero además Harris contó con la intervención del actor Samuel L. Jackson, el director de cine Spike Lee y el multidisciplinar artista Tyler Perry, todos ellos afroamericanos. Cerca de 20.000 personas abarrotaron el estadio al aire libre donde se celebraba el acto. Harris se ha rodeado de famosos: este viernes Beyoncé actuará en su mitin de Houston (Texas).

Tras ser presentada por el expresidente, Harris recordó cómo hace 17 años viajó a Springfield (Illinois) a apoyar la candidatura de Obama y cómo empezó el año 2008 pidiendo el voto por él puerta por puerta en la gélida Iowa. “Millones de estadounidenses se sintieron motivados e inspirados no solo por el mensaje de Barack Obama, sino por su forma de liderar, buscando unirnos en lugar de separarnos”, dijo Harris. “Y todos estos años después, Barack Obama, te digo que tu amistad y tu fe en mí y en nuestra campaña suponen todo un mundo”.

“Solo faltan 12 días para una de las elecciones más trascendentales de nuestra vida”, dijo Harris. “Va a ser una carrera muy reñida hasta el final, así que tenemos mucho trabajo por delante, pero nos gusta el trabajo duro. El trabajo duro es un buen trabajo. El trabajo duro es un trabajo alegre. Y no se equivoquen, ganaremos. Ganaremos. O como diría cierto expresidente, sí, podemos [yes, we can]. Sí, lo haremos, y sí podemos”, parafraseó a Obama.

Harris recurrió luego a algunos de los mensajes clave de su campaña: “pasar la página”, “trazar un nuevo camino hacia adelante”, “una nueva generación de liderazgo”, “poner a la gente por delante del partidismo” o las dos visiones diferentes del país. “Una, la suya, centrada en el pasado y en sí mismo [en referencia a Donald Trump]. La otra, la nuestra, se centra en el futuro y en vosotros”, dijo, sin olvidar otro de sus lemas: “No retrocederemos”.

Opuso una vez más sus orígenes de clase media con los de Trump, “que tenía 400 millones de dólares servidos en bandeja de plata, y aun así se las arregló para declararse en quiebra seis veces”. “Habla de ser un buen hombre de negocios. ¡Venga ya!”. Contrapuso sus propuestas fiscales y económicas, habló del aborto y tuvo un mensaje especial para los jóvenes antes de volver al ataque contra el expresidente.

“No estamos en 2016 ni en 2020. Lo que está en juego es aún más importante, porque en los últimos años, y en particular en los últimos ocho años, Donald Trump se ha vuelto más confuso, más inestable y más enfadado. Se ve todos los días. Está cada vez más desquiciado. Pero la última vez, al menos, había gente a su alrededor que podía controlarlo. Pero en estas elecciones, no están con él”, indicó, antes de referirse a los antiguos miembros del equipo del exmandatario que han hablado de su evocación de Hitler, de recordar que él dijo que sería “dictador el primer día”, que se refiere a sus rivales políticos como “el enemigo interno” y habla de usar a los militares contra ellos.

“Solo imaginad el Despacho Oval dentro de tres meses. Imagínatelo en tu mente. Imaginémoslo por un momento. Es Donald Trump ahí dentro, rumiando sobre su lista de enemigos, o yo trabajando para vosotros, tachando mi lista de cosas por hacer”, fue concluyendo, antes de pedir a la gente que votase por adelantado y cerrar el mitin con algunos de sus otros clásicos: “Vuestro voto es vuestra voz, y vuestra voz es vuestro poder”; “cuando luchamos, ganamos”.

Ataques de Obama a Trump

Antes, Obama había hecho una encendida defensa de la candidata, combinada con mordaces ataques a Trump. “Kamala no nació en un entorno privilegiado. Se crio en una familia de clase media. Trabajó en McDonald’s cuando estaba en la universidad para pagarse los gastos. No fingió trabajar en McDonald’s cuando estaba cerrado”, dijo en alusión a la parada de campaña del expresidente del pasado domingo. “Ella no va a estar centrada en sus problemas, en su ego, en su dinero. Estará centrada en ti”, dijo Obama.

Kamala Harris, durante el mitin.
Kamala Harris, durante el mitin.Megan Varner (REUTERS)

Con su dominio de la oratoria y su ingenio, lanzó algunos dardos al republicano: “¿Habéis visto a Donald Trump últimamente? Está ahí fuera dando discursos de dos horas, con ensaladas de palabras. El otro día dijo que el 6 de enero era el día del amor. Lo dijo como si fuera Woodstock o Coachella. Si tu abuelo actuara así, llamarías a tu hermano, llamarías a tu primo, y le dirías: ‘Oye, ¿te has fijado en el abuelo? Está actuando un poco raro”, dijo, provocando risas entre los asistentes.

Al tiempo, lanzó advertencias serias sobre el rival de Harris. “Últimamente, algunas de las personas que mejor conocen a Donald Trump han estado diciendo en términos inequívocos que no debería volver a ser presidente”, subrayó, en referencia al antiguo jefe de gabinete del candidato republicano, John Kelly, y al exjefe del Estado Mayor Mark Milley, que le han descrito como un fascista. “Sirvieron a mis órdenes cuando yo era comandante en jefe. Son gente seria. Se trata de un soldado condecorado y un marine que sirvió en combate. No son, entre comillas, progresistas woke. Son personas que en el pasado ni siquiera habían hablado de política porque creen que los militares deben estar por encima de la política”, argumentó. “No necesitamos cuatro años de un aspirante a rey, un aspirante a dictador corriendo por ahí tratando de castigar a sus enemigos”, apostilló.

“Sabemos que estas elecciones van a ser reñidas, porque muchos estadounidenses siguen con apuros. Como país, hemos pasado por mucho”, dijo, para añadir: “Entiendo por qué la gente quiere sacudir las cosas. Lo que no puedo entender es por qué alguien piensa que Donald Trump va a cambiar las cosas de una manera que sea buena para ti. Porque no hay absolutamente ninguna prueba de que este hombre piense en nadie más que en sí mismo”. “Donald Trump es un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por aquella escalera mecánica dorada hace nueve años. Cuando no se está quejando, cuando no está enviando tuits locos, está tratando de venderte cosas. Trata de venderte zapatillas de oro, trata de venderte un reloj de 100.000 dólares, trata de venderte una Biblia de Trump”, continuó.

Obama trató también de restar crédito a la política económica de Trump. Subrayó que la economía estaba bastante bien cuando le pasó el testigo: “La economía estaba bien porque era mi economía. Me había pasado ocho años limpiando el desastre que me habían dejado los republicanos”. “Lo único que hizo [Trump] fue recortar los impuestos a gente que no lo necesitaba”, añadió.

Bruce Springsteen, durante su actuación en el mitin de Kamala Harris.
Bruce Springsteen, durante su actuación en el mitin de Kamala Harris.Kevin Lamarque (REUTERS)

Antes que ellos, sobre el escenario había estado Bruce Springsteen, que con una guitarra y una armónica interpretó The promised land, Land of hopes and dreams y Dancing in the dark. Entre las dos primeras, pidió apasionadamente el voto para apoyar a Harris y “para oponerse” a Trump. “Quiero un presidente que venere la Constitución, que no amenace, sino que quiera proteger y guiar nuestra gran democracia, que crea en el Estado de derecho y en la transferencia pacífica del poder, que luche por el derecho de la mujer a elegir, y que quiera crear una economía de clase media que sirva a todos nuestros ciudadanos. En estas elecciones solo hay una candidata que defienda estos principios: Kamala Harris. Ella se presenta para ser la 47ª presidenta de Estados Unidos. Donald Trump se presenta para ser un tirano estadounidense. Él no entiende este país, su historia o lo que significa ser profundamente estadounidense”, afirmó entre canción y canción. “Insto a todos los que creen en el estilo de vida americano a que se unan a mí”, concluyó.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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