Países aliados de Estados Unidos felicitan a Biden por su triunfo electoral
Rusia y Brasil guardan silencio sobre la elección del demócrata
Las reacciones de la comunidad internacional a la victoria del demócrata Joe Biden en las presidenciales de Estados Unidos se han ido sucediendo desde que se conoció el resultado, aunque algunos silencios, como el de Rusia —acusada de interferir en las elecciones de 2016 que dieron la victoria a Donald Trump— también han sido especialmente llamativos. Su presidente, Vladímir Putin, quien este sábado evitó pronunciarse sobre la elección de Biden, no ha tenido tan mala relación con el mandatario republicano. Pero al igual que China, cuya relación con Estados Unidos sí es más complicada y actualmente atraviesa las horas más bajas, no espera grandes cambios con la nueva Administración.
El que sí habló fue el diputado ruso Alexéi Slutski, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma (Parlamento): “En su retórica electoral el demócrata nombró a nuestro país como el mayor enemigo de EE UU, por lo que difícilmente se puede esperar que un político ruso aplauda en esta ocasión los resultados de los comicios”, ha valorado este domingo, citado por la agencia Interfax. El legislador se mostró escéptico sobre la posibilidad de un reinicio de las relaciones con EE UU, aunque recalcó la necesidad de buscar vías de cooperación.
Desde el continente americano la primera felicitación llegó de la mano del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que ha mantenido una complicada relación con Trump, y cuya formación política, el Partido Liberal, es más próxima al demócrata. Trudeau se comprometió a trabajar con Biden “para abordar juntos los mayores desafíos mundiales”.
Muy distinto ha sido el caso del presidente Andrés Manuel López Obrador en México, quien evitó felicitar al demócrata hasta que se “terminen de resolver los asuntos legales” en las elecciones, señaló en referencia a la ofensiva legal iniciada por Trump. Durante una visita al Estado de Tabasco, el dirigente mexicano manifestó que quiere ser “respetuoso de la autodeterminación de los pueblos” y recordó su propia experiencia cuando en las elecciones mexicanas de 2006, el entonces presidente español José Luis Rodríguez Zapatero felicitó a Felipe Calderón, a pesar de que López Obrador ya había empezado una campaña denunciando un supuesto fraude. “Fue una imprudencia”, añadió el dirigente. Tampoco se pronunció sobre la victoria de Biden el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, cercano a Trump.
Por su parte, el mandatario de Argentina, Alberto Fernández, felicitó a los estadounidenses “por el récord de participación en las elecciones, una clara expresión de la voluntad popular”. También saludaron la elección del demócrata el mandatario de Chile, Sebastián Piñera; el de Uruguay, Luis Alberto Lacalle Pou; el de Panamá, Laurentino Cortizo; el de Honduras, Juan Orlando Hernández, o el de Costa Rica, Carlos Alvarado.
Uno de los últimos dirigentes en felicitar a Biden ha sido el venezolano Nicolás Maduro, quien señaló que el país que gobierna “siempre estará dispuesto al diálogo y al entendimiento con el pueblo y el Gobierno de EE UU”. Asimismo, el exmandatario boliviano Evo Morales afirmó que la derrota de Trump supone la derrota de las políticas “racistas y fascistas”. Asimismo, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que “el mundo respira aliviado con la victoria de Biden”.
Desde Oriente Próximo hubo felicitaciones del presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, y de su homólogo de Líbano, Michel Aoun. La reacción del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que ha tenido en Donald Trump un importante aliado durante estos cuatro años, no llegó hasta este domingo. El mandatario felicitó a primera hora a Biden y Harris en un mensaje publicado en la red social Twitter. “Joe, hemos tenido una larga y cálida relación personal por casi 40 años y te conozco como un gran amigo de Israel”, dijo Netanyahu, y expresó sus deseos de trabajar con él y la nueva vicepresidenta electa “para fortalecer aún más la alianza especial entre EE UU e Israel”. En otro tuit, el mandatario agradeció a Trump “la amistad que mostró al Estado de Israel” y a él personalmente en su mandato. La diplomacia estadounidense en la región ha estado marcada en los últimos meses por los esfuerzos del mandatario republicano por lograr el reconocimiento del Estado de Israel y el establecimiento de relaciones con el mayor número de países árabes posible.
Trump presentó como uno de los grandes triunfos de su presidencia los anuncios de normalización de relaciones diplomáticas con el Estado judío por parte de Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Sudán. Mientras, el movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la Franja de Gaza, instó al nuevo presidente electo a “corregir las políticas estadounidenses injustas” contra los palestinos, le llamó a anular el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí y le pidió que retire de ahí su embajada.
La nota discordante la puso el líder supremo iraní, Alí Jamenei, que tras mofarse en los últimos días del “espectáculo” de las elecciones estadounidenses, volvió a pronunciarse en la misma línea. “Este es un ejemplo del rostro feo de la democracia liberal en Estados Unidos. Independientemente del resultado, una cosa está absolutamente clara, el definitivo declive político, moral y civil del régimen estadounidense”, sostuvo.
En África, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha manifestado su deseo de trabajar con Biden y la vicepresidenta, Kamala Harrris, y “profundizar en los lazos de amistad y cooperación”; mientras que su homólogo en Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ha deseado éxito al nuevo presidente.
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