Vox hace un guiño al ultra Alvise y lo recibe en el Parlamento Europeo “con un abrazo”
Buxadé admite que ya hay contactos entre su partido y la formación del propagador de bulos, que ha obtenido tres escaños
Vox ha hecho este lunes un giño al agitador ultra Luis Pérez Fernández, Alvise Pérez, cuya candidatura obtuvo 800.000 votos y tres escaños en las elecciones europeas del domingo. El cabeza de lista del partido, Jorge Buxadé, ha atribuido el éxito de la agrupación Se Acabó la Fiesta al “hartazgo” de los electores con la corrupción del PSOE que, ha asegurado, Vox “comparte plenamente”.
Buxadé ha reconocido que la misma noche electoral, tras conocerse los resultados, los equipos de Alvise y de Vox se pusieron ya en contacto, mediante un “intercambio de mensajes”, y ha agregado que los mismos proseguirán, telefónica o presencialmente, a lo largo de la jornada de hoy, sin ofrecer más detalles. No ha querido revelar si los tres eurodiputados de la nueva formación se integrarán en Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), el grupo parlamentario donde se sienta Vox, alegando que es algo que habría que preguntarle al propio Alvise, pero le ha abierto la puerta al asegurar que se trata de “diputados españoles que representan votos de los españoles”, por lo que los recibe en el Parlamento Europeo “con un abrazo”.
Por más que los periodistas lo han intentado, Buxadé no ha admitido en ningún momento que Se Acabó la Fiesta se haya llevado votos de Vox y haya impedido que su partido creciera más. Vox ha obtenido seis diputados, dos más de los que tenía en la Eurocámara, pero las encuestas le pronosticaban hasta ocho. Para Buxadé, se trata solo de una “hipótesis” y su formación no tiene ningún análisis que la avale. “Nadie nos ha robado votos, los partidos no son propietarios de los votos”, ha respondido.
El propio Alvise era un propagandista de Vox hasta que en 2020, durante la pandemia, lanzó una campaña en las redes sociales contra el portavoz de ese partido en la Comisión de Sanidad del Congreso, el doctor Juan Luis Steegmann, defensor de la vacunación contra la covid. Abascal respaldó en aquel momento a Steegmann, lo que llevo a Alvise a romper con la formación ultra. El doctor, alineado con el sector liberal de Vox, acabó renunciando al escaño y dándose de baja, tras denunciar el auge de los sectores más integristas de la formación. Por su parte el activista, condenado por esparcir bulos en Internet, ha hecho bandera de la denuncia de la corrupción, “tanto de derechas como de izquierdas”, y ha cargado también contra los jueces, distanciándose de un partido institucional como es ya el de Abascal.
Lejos de lamentar la fuga de electores hacia la nueva formación de extrema derecha, Buxadé ha calificado de “extraordinarios” los resultados de Vox. Más aún, se ha felicitado de la victoria de los que ha denominado “partidos patriotas” en Italia, Francia, Hungría y Austria; y ha dado la bienvenida a los portugueses de André Ventura, los franceses de Marion Maréchal y los rumanos de AUR, que ahora figuran como no inscritos pero que Buxadé ha dado por sentado se incorporarán al mismo grupo que Vox.
Aunque la ultraderecha está dividida en dos grupos parlamentarios en la Eurocámara (ECR, que lidera Meloni; e ID, con Marine Le Pen), el cabeza de lista de Vox ha subrayado que los partidos que comparten las ideas de la formación de Abascal en asuntos como la inmigración o el rechazo a las medidas contra el cambio climático representan la segunda fuerza política en Bruselas, por delante de los socialistas y solo detrás de los populares. Buxadé incluso ha tendido la mano a Alternativa por Alemania (AfD), expulsada del grupo ID por defender a los miembros de las SS nazis, subrayando que “ha obtenido un gran resultado” (ha sido la segunda fuerza política tras los democristianos) y que “responde a la realidad de que los alemanes están hartos de políticas progres”.
Pese al ascenso de la extrema derecha continental, Buxadé ha augurado que “la UE va a continuar a la deriva” después de que la presidenta de la Comisión Europea, la popular Ursula von der Leyen, a la que ha calificado de “máquina estafadora”, ratificara este domingo su propósito de reeditar el pacto con los socialdemócratas. Sí ha aventurado que se acabará imponiendo un “cambio de rumbo” en la política europea porque “su coalición [la de populares y socialistas] no va a poder ganar muchas votaciones”.
A pesar de que Vox permitió el acceso a su sede durante a la noche electoral a EL PAÍS y los demás medios del Grupo Prisa, este lunes ha vuelto a impedir a este diario la entrada a la rueda de prensa de valoración de resultados, para la que estaba acreditado. Responsables de comunicación de Vox han alegado que ya no rige el mandato de la Junta Electoral Central que prohíbe vetar a medios de comunicación bajo amenaza de sanción. En una entrevista con El Mundo, el pasado miércoles, Santiago Abascal justificó el veto a ELPAÍS por un editorial de 2019 que instaba a responder a los mensajes xenófobos de Vox.
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