Los equipos de emergencias buscan contra reloj a decenas de desaparecidos en el edificio incendiado de Hong Kong
La policía vincula el poliestireno hallado en varios bloques, que estaban en obras, con la rápida expansión del fuego, que deja al menos 44 muertos y 279 desaparecidos


Los equipos de emergencias de Hong Kong han trabajado toda la noche sin descanso en el gran complejo de viviendas públicas Wang Fuk Court, donde el incendio que comenzó el miércoles por la tarde (hora local), de una violencia excepcional, ha dejado al menos 44 muertos, decenas de heridos y centenares de vecinos desplazados. La antigua colonia británica afronta una de sus peores tragedias en años, con 279 personas aún desaparecidas y más de 900 residentes acogidos en ocho refugios temporales.
Además, 68 personas están hospitalizadas, 16 en estado crítico y 25 en estado grave, según el diario South China Morning Post. Mientras, casi 24 horas después de que se iniciara el fuego, prosiguen las labores de rescate y extinción.
Los bomberos recibieron la alerta de incendio en un edificio de la urbanización a las 14.51 (hora local, las 07.51 en la España peninsular) del miércoles, pero el fuego se propagó con una rapidez devastadora a través de siete de los ocho bloques del conjunto residencial en cuestión de minutos. A las 11.30 (hora local) de este jueves, las llamas continúan vivas en al menos tres torres.
Haylee, una estudiante universitaria de 19 años y residente de Wang Fuk Court, estaba en clase cuando comenzó el incendio. Relata brevemente a EL PAÍS que, según ha conocido por las noticias, su abuela está a salvo, pero su madre continúa desaparecida.
La urbanización se encontraba en plena renovación y rodeada de andamios de bambú. Esas estructuras exteriores facilitaron que las llamas ascendieran con rapidez por las fachadas. La policía ha abierto una investigación penal y ha detenido a tres personas, informa el rotativo hongkonés South China Morning Post (SCMP): dos directores y un consultor de la empresa encargada de las obras. Se les acusa de negligencia grave por utilizar materiales no homologados en las redes de andamiaje y por sellar ventanas con poliestireno, una práctica prohibida que habría convertido las fachadas en el conducto perfecto para la propagación de las llamas.
Esta hipótesis se ha visto reforzada por el descubrimiento en el único bloque que no resultó gravemente afectado de que, en cada planta, las ventanas del vestíbulo de los ascensores estaban selladas con poliestireno, un material altamente inflamable que podría haber actuado como acelerante y avivado el fuego por los pasillos, incluso permitiendo que alcanzara el interior de las viviendas. Las autoridades investigan ahora si esa práctica estaba extendida en toda la obra de renovación y si pudo tener un papel determinante en la rápida expansión del incendio.
Este jueves al amanecer, los bomberos habían logrado controlar las llamas en cuatro de los siete bloques afectados, pero las operaciones de rescate seguían a pleno rendimiento y los equipos continuaban localizando víctimas entre andamios colapsados, escaleras ennegrecidas y pisos calcinados.
El incendio, inicialmente clasificado como emergencia tipo 1, ascendió en apenas 30 minutos al nivel 4, y alcanzó el máximo, nivel 5, a las 18.22. Era la primera vez en 17 años que se producía un incendio de esta gravedad en territorio hongkonés. Las imágenes difundidas por medios locales muestran tramos enteros del andamiaje de bambú envueltos en llamas, con secciones de la malla verde protectora desprendiéndose y cayendo ardiendo a la calle.
El complejo Wang Fuk Court, ubicado en el distrito de Tai Po (muy cercano a la frontera con la parte continental de China), está compuesto por ocho torres de 31 pisos que albergan casi 2.000 viviendas en su interior. Se calcula que allí residen alrededor de 4.600 vecinos en unos apartamentos que, de media, oscilan entre 37 y 46 metros cuadrados. Según los datos censales de 2021, más de un tercio de los residentes tiene 65 años o más, y entre una cuarta parte y un tercio se sitúa en la franja de 40 a 64 años. El grupo de edificios forma parte del programa de vivienda subvencionada del Gobierno y está ocupado desde 1983, según las agencias de bienes raíces.
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