Claves de un pacto para más de 100.000 millones en intercambios comerciales entre 31 países

La Unión Europea y Mercosur van a intentar por segunda vez cerrar el acuerdo comercial que, si finalmente se ratifica, creará la mayor área comercial del mundo, en total, un mercado de más de 722 millones de personas, 449 millones en Europa y 273 millones en Latinoamérica. Ya en 2019 se alcanzó un principio de acuerdo que no pudo ser ratificado. Este viernes se ha enmendado parte de aquel texto para que sea asumible por quienes más problemas adujeron: Francia y buena parte del Parlamento Europeo. La convalidación necesitará tiempo: implica a 31 países (los 27 de la UE, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) en los que se hablan 25 idiomas.

¿Qué se ha acordado este viernes?

Un instrumento adicional al pacto alcanzado en 2019. Varios países de la Unión Europea, sobre todo Francia, un país muy reacio a los tratados comerciales, y el propio Parlamento Europeo, rechazaron ratificar un texto que se había estado negociando durante 20 años. Los problemas que se aducían, al menos públicamente, eran fundamentalmente medioambientales, pese a que el acuerdo inicial contempla la obligación de respetar los acuerdos climáticos de París.

¿Cuándo se firmará el acuerdo y cuándo entrará en vigor?

Todavía no hay una fecha clara de firma ni de entrada en vigor. Ahora comienza el proceso de ratificación por las dos partes y eso puede llevar mucho tiempo. El primer paso consiste en la revisión legal y traducción de todos los textos acordados, negociados en inglés, a las diferentes lenguas de todos los países concernidos: hay 31 países y son 25 idiomas (los 24 oficiales de la UE, además del guaraní, oficial en Mercosur). Este paso puede parecer un elemento de mero trámite, pero varias fuentes apuntan que puede llevar meses. Bolivia, aunque entró en Mercosur hace unos meses, aún no forma parte del acuerdo.

¿Qué añade el anexo cerrado este viernes al acuerdo de 2019?

Refuerza los compromisos medioambientales, apuntan desde Bruselas. Fue en la UE donde más pegas se pusieron al pacto inicial por las dudas que generó este aspecto. Ya hace cinco años había algunas referencias a los acuerdos de París para la reducción de gases con efecto invernadero y limitar el calentamiento global. Ahora este compromiso se refuerza, según fuentes de la Comisión, que añaden que podrá suspenderse total o parcialmente parte si una de las partes deja el Tratado de París o si deja de “actuar de buena fe”. Se habría tomado como ejemplo el acuerdo de la Unión con Nueva Zelanda, en el que su vinculación a los compromisos medioambientales son mucho más fuertes que en el texto de 2019.

También hay un compromiso para frenar la deforestación. Este fue el gran problema de la versión anterior. La falta de lucha contra la deforestación en el Amazonas por parte del expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, negacionista del cambio climático, dio argumentos a quienes más problemas ponían –y siguen poniendo– al acuerdo con Mercosur. Ahora las partes se han comprometido a adoptar medidas legalmente vinculantes a partir de 2030.

¿A cuánto asciende ahora el comercio entre la UE y Mercosur?

Según las cifras de la propia Comisión, en 2023 las exportaciones europeas en bienes ascendieron a 56.000 millones de euros y las importaciones a una cifra ligeramente inferior, 54.000 millones, lo que suma unos intercambios de 100.000 millones. Calculan en el Ejecutivo comunitario que este acuerdo puede suponer un ahorro a las empresas de más de 4.000 millones al año. Las relaciones económicas aumentan cuando se añaden los servicios: según los últimos datos disponibles, de 2022, las ventas de la UE llegaron a 27.800 millones y las compras a 12.100 millones.

La radiografía económica se completa con las inversiones acumuladas en Mercosur desde la Unión Europea, que alcanzan los 340.000 millones de euros.

¿En cuánto se reducen los aranceles?

“El acuerdo eliminará aranceles en más del 91% de los productos europeos exportados a Mercosur”, explican en Bruselas. Esta área comercial latinoamericana se caracteriza por tener altas barreras de entrada y muy pocos acuerdos comerciales, de hecho no tiene ninguno con grandes áreas. Por ejemplo, ahora para los coches hay un arancel de entrada del 35%. El pacto alcanzado lo reduce al 25%. Ese peaje se reducirá al cabo de 15 años para los coches de combustión y de 18 para los vehículos híbridos y eléctricos.

También hay productos agroalimentarios europeos que pueden ganar ventajas: el arancel del aceite de oliva, que ahora es del 10%, desaparece; también el del vino y otras bebidas (hasta el 35% ahora); lo mismo con la leche en polvo y el queso (que tienen unas barreras de entrada que llegan al 28%).

¿Qué países integran Mercosur?

El área comercial latinoamericana integra ya a cinco países: Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia. Sin embargo, este último no forma parte del acuerdo alcanzado este viernes. Bolivia, que ingresó en agosto pasado en el bloque comercial latinoamericano, todavía debe adoptar el acervo legal del bloque comercial latinoamericano, algo para lo que cuenta con un plazo de cuatro años. Solo después La Paz podrá adherirse al acuerdo comercial.

¿Qué pasa con las indicaciones geográficas?

Uno de los grandes caballos de batalla en los acuerdos comerciales suelen ser las indicaciones geográficas, aquellos productos –normalmente agroalimentarios– muy identificados con una zona y su forma de fabricarlos, es fácil encontrar ejemplos de esto en el vino o en los quesos. Este elemento fue uno de los obstáculos que encontró cuando estaba tocándose el pacto comercial con Australia. En el caso de Mercosur, la Comisión apunta que el texto acordado protege a unos 350 productos de este tipo.

¿Tendrá la UE acceso a más materias primas críticas?

Este es uno de los grandes objetivos de la UE con la firma de este acuerdo. Europa tiene problemas de acceso a muchas de las materias primas críticas necesarias para manufacturar productos clave en la transición climática, mientras que Latinoamérica tiene reservas de aluminio, bauxita, manganeso, silicio, litio o tántalo. Aunque no dé cifras concretas, Bruselas afirma que “las importaciones serán más baratas” y que se logrará “más competitividad”.