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Muere a los 78 años la madre del Mohamed VI, la gran desconocida de la familia real de Marruecos

La princesa Latifa vivía en París después de haberse casado con el jefe de los escoltas de Hasán II a la muerte del anterior monarca

Rey Mohamed VI Marruecos
El rey Mohamed VI de Marruecos preside una reunión en el Palacio Real de Rabat, el 14 de septiembre de 2024.AFP
Juan Carlos Sanz

La princesa Latifa Amazhún, madre de Mohamed VI y segunda esposa del rey Hasán II, fallecido en 1999, ha muerto en Rabat a los 78 años del mismo modo en que vivió el resto de su vida, como la gran desconocida de la familia real alauí. Sin presencia en la vida pública, los marroquíes apenas han visto su imagen, ni siquiera en el momento de anunciarse su defunción en un lacónico comunicado del Palacio Real a última hora de la tarde del sábado. Ingresada desde 2022 a causa de un cáncer de páncreas en una clínica de París, adonde recibió la visita del soberano del actual soberano el pasado abril, había sido presumiblemente trasladada poco después a la capital marroquí.

Sus restos reposan desde el mismo sábado en un mausoleo situado en el interior del recinto del palacio real. No se ha declarado duelo oficial, y aunque la radio y la televisión públicas emitieron una recitación salmodiada del Corán tras suspender la programación habitual, los festivales Mawazine, de Rabat, y de música Gnawa, de la ciudad atlántica de Esauira, mantuvieron las actuaciones previstas con gran afluencia de público.

Lala Latifa nació en el seno de una familia de notables bereberes de Jenifra, en el profundo centro de Marruecos, hija de un gobernador local y nieta de un combatiente contra las tropas coloniales francesas. En 1961 se casó con Hasán II pocos meses después de su llegada al trono, en una doble ceremonia matrimonial en la que también contrajo nupcias el hermano del rey, Mulay Abdalá, con Lamia Sohl, hija de un primer ministro libanés. Se convirtió así en la segunda esposa del monarca, que en un primer matrimonio no había tenido descendencia. La prensa marroquí se solía referir a ella como la “madre de los hijos reales” tras dar a luz a las princesas Meriem (1962), Asma (1965) y Hasna (1967), y a los príncipes Mohamed (1963) y Rachid (1970).

Diez meses después de la muerte de Hasan II, en julio de 1999, Lala Latifa se casó con Mohamed Mediuri, que había sido jefe de los guardaespaldas del difunto rey. La pareja se instaló en Neully-sur-Seine, zona acomodada de las inmediaciones de París, donde la princesa poseía una residencia en la que Mohamed VI la visitaba durante sus frecuentes estancias en la capital francesa. Según la prensa marroquí, el actual monarca estaba estrechamente unido a su madre, a quien homenajeó en 2018 al bautizar con su nombre una mezquita de nueva construcción en Salé, ciudad contigua a Rabat. La princesa solía pasar también algunas temporadas en Marraquech, de donde era originario su nuevo esposo.

En medio del convulso reinado de Hasán II, que sobrevivió a dos atentados graves, el general Hamu Amazhún, hermanastro de Lala Latifa y jefe de la región militar de Rabat, fue ajusticiado en 1971 junto con otros nueve altos mandos en una ejecución sumarísima que fue retransmitida por televisión. Los militares estuvieron implicados en el golpe de Estado en Sjirat (localidad costera situada al sur de Rabat), con el que intentaron asesinar al rey mediante un ataque masivo contra su palacio de verano.

Los mensajes de pésame de mandatarios de países árabes se han sucedido desde que se anunció la muerte de la madre de Mohamed VI. Entre ellos destaca el enviado por el presidente de Argelia, Abdelmayid Tebún. El Gobierno argelino rompió hace tres años las relaciones diplomáticas con Marruecos en medio del contencioso sobre la antigua colonia española del Sáhara Occidental, que Rabat quiere integrar bajo su soberanía con un cierto grado de autonomía, mientras Argel defiende la reivindicación del Frente Polisario (asentado en el desértico sureste de Argelia desde 1975) de independencia tras un proceso de autodeterminación.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.
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