_
_
_
_

El plan de una guardería alemana para dejar de llamarse Ana Frank desata una oleada de críticas

La directora y el alcalde de una localidad de Sajonia-Anhalt justifican que es muy difícil explicar a niños pequeños la historia de la adolescente judía asesinada por los nazis y autora del famoso diario

Ana Frank, haciendo los deberes a los 12 años en 1941.
Ana Frank, haciendo los deberes a los 12 años en 1941.ullstein bild Dtl. (ullstein bild via Getty Images)
Elena G. Sevillano

Cuando Alemania se dispone a conmemorar el 85 aniversario de la Noche de los Cristales Rotos, en plena guerra en Gaza y en medio de una oleada de antisemitismo que tiene en máxima alerta a las autoridades, la noticia de que una guardería de Sajonia-Anhalt quiere cambiar de nombre y dejar de llamarse Ana Frank ha causado estupefacción y provocado protestas en todo el país. La directora del centro y el alcalde de Tangerhütte (10.000 habitantes) justificaron el sábado en un diario regional que la historia de la adolescente judía autora de un diario mundialmente conocido y asesinada por los nazis es difícil de entender para los niños pequeños y que los padres de origen inmigrante no se identifican con el nombre. “Queríamos algo sin trasfondo político”, dijo la directora al Magdeburger Volksstimme.

El escándalo de Tangerhütte ha provocado un alud de críticas, empezando por las asociaciones judías. “Si se está dispuesto a despreciar tan a la ligera la propia historia, sobre todo en estos tiempos de renovado antisemitismo y extremismo de derechas, y el nombre de Ana Frank se percibe como impropio de la esfera pública, no cabe sino temer por la cultura del recuerdo [de los crímenes nazis] en nuestro país”, asegura en una carta abierta Christoph Heubner, vicepresidente del Comité Internacional de Auschwitz. El presidente de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, lamentó el hecho de que el debate mande una señal equivocada. “Es importante mantener viva la historia judía”, dijo en su cuenta de X (antes Twitter).

Ana Frank nació en 1929 de padres judíos en la ciudad alemana de Fráncfort. La familia huyó del ascenso de los nazis a Holanda en 1933 y entre 1942 y 1945 permaneció escondida en un anexo secreto de una casa de Ámsterdam. Durante ese tiempo la adolescente escribió un diario que se ha convertido en uno de los libros más leídos de la literatura universal y en un poderoso recordatorio de las atrocidades cometidas por el régimen de Hitler. Frank murió a los 15 años en el campo de exterminio de Bergen-Belsen.

Guardería Alemana Ana Frank
La guardería Ana Frank en la localidad de Tangerhütte, en el Estado alemán de Sajonia-Anhalt, este lunes.Peter Gercke (dpa/picture alliance via Getty Images)

Ante la ola de críticas que ha generado el plan de la guardería, sus responsables han tenido que emitir un comunicado en el que, aunque no reculan, sí aseguran que de momento no hay una decisión tomada. El alcalde, Andreas Brohm (independiente), ha agradecido este lunes las “numerosas sugerencias y propuestas constructivas” que, dice, han recibido estos días. “Tangerhütte, con sus instituciones educativas y todo su compromiso cívico, representa una Alemania cosmopolita que es tan consciente de su responsabilidad histórica como de su misión educativa”, asegura el edil en el texto.

Brohm defendió en el artículo que dio comienzo a la polémica que la propuesta de cambio partió hace tiempo de los padres y los empleados de la guardería. El centro, explicó, es más abierto y fomenta la autodeterminación y la diversidad entre los niños: “Es importante hacer visible ese cambio conceptual al mundo exterior”. Ante la pregunta de si no le preocupaban las posibles reacciones ante la situación en Oriente Próximo, aseguró que tiene prioridad la voluntad de padres y personal: “Si quieren un nombre que refleje mejor el nuevo concepto, eso pesa más que la situación política actual”.

La guardería ya tenía escogido el nuevo nombre con el que quería sustituir el de Ana Frank, que mantenía desde principios de los años setenta. Iba a ser Weltentdecker, explorador del mundo. No parece que esa intención vaya a materializarse. Según el diario Die Welt, los líderes de los partidos con representación en el ayuntamiento han anunciado una reunión el miércoles para rechazar el cambio de nombre. En una declaración conjunta aseguran que la afirmación de que el nombre de Ana Frank es “difícil de transmitir” a los niños “es una prueba más del olvido de la historia por parte de los responsables de la guardería”.

Hace dos años ocurrió un caso similar en otra guardería llamada Ana Frank en Elxleben, en Turingia. El alcalde, de la conservadora CDU, aseguró también que la historia de la adolescente judía asesinada por los nazis era demasiado complicada para los niños pequeños. Se produjeron numerosas protestas públicas, sobre todo de la comunidad judía, y finalmente el plan no se llevó a cabo.

La guerra en Oriente Próximo ha desatado una ola de actos antisemitas en Europa, donde hace ocho décadas fueron exterminados unos seis millones de judíos durante el Holocausto. En Alemania, dos encapuchados atacaron con cócteles molotov una sinagoga y han aparecido pintadas con esvásticas en edificios donde residen judíos. Los actos antisemitas han aumentado más de un 200% en octubre en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que ha obligado a las autoridades a reforzar la seguridad de lugares de culto, enseñanza y reunión de las comunidades judías. En ese contexto, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha reiterado que no se tolerarán esas actitudes y ha reafirmado su apoyo inquebrantable a Israel, que comparten todos los partidos políticos sin excepción.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_