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EE UU y la UE impulsan una alternativa a la Ruta de la Seda de China

La iniciativa pretende promover nuevas conexiones de transporte, energéticas y digitales entre India, Oriente Próximo y Europa

Andrea Rizzi (Enviado especial)
El presidente de EEUU, Joe Biden, y el primer ministro de la India, Narendra Modi, en la primera sesión de la cumbre del G-20 en Nueva Delhi este sábado.
El presidente de EEUU, Joe Biden, y el primer ministro de la India, Narendra Modi, en la primera sesión de la cumbre del G-20 en Nueva Delhi este sábado.POOL (via REUTERS)

Los líderes del G-20 celebran este sábado en Nueva Delhi una cumbre marcada por el pulso entre las potencias occidentales por un lado y China, Rusia y sus socios por el otro. En el marco de esta contraposición, con la llamativa ausencia de Xi Jinping, además de Vladímir Putin, se ha anunciado hoy un nuevo proyecto infraestructural impulsado por EE UU y la UE que pretende crear nuevas conexiones -de transportes, energéticas y digitales- entre la India, Oriente Próximo y Europa. El proyecto representa una clara respuesta a la Iniciativa de la Franja y de la Ruta, también conocida como la nueva ruta de la seda, que China desarrolla desde hace años.

El presidente Biden calificó de “histórico” el acuerdo, precisando que el proyecto tendrá como puntos de conexión Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Israel y Jordania. El proyecto no solo tratará de armar ferrocarriles y facilitar comercio naval, sino también favorecer la exportación de energías limpias o colgar nuevos cables de conexión de datos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que también utilizó el adjetivo “histórico” para referirse al acuerdo, señaló que el conjunto podrá reducir un 40% los tiempos del comercio entre India y Europa.

El plan incluye una segunda pata, un corredor transafricano que incluirá un ferrocarril entre el puerto de Lobito en Angola, la República Democrática de Congo y Zambia, lo que representa un gesto para reforzar lazos con el Sur Global.

La realización práctica de estos proyectos resultará sin duda larga y tortuosa, pero el mensaje político es ya de por sí relevante en el marco de la competición entre distintos polos en el mundo. Semanas después de que el bloque BRICS anunciara su expansión a media docena de nuevos países, esta iniciativa demuestra la voluntad del bloque occidental de pelear con China para afianzar los lazos con países de una región estratégica. Significativamente, algunos de los países protagonistas de los movimientos de los BRICS -India, como socio fundador; Arabia Saudí, como candidato a la adhesión- participan ahora en un proyecto alternativo. Esto evidencia como la conversión de los BRICS en un foro alternativo a Occidente, como anhelan China, Rusia e Irán, no es un camino allanado.

“Para la India, los BRICS no son un bloque antioccidental, sino una agrupación de economías emergentes que intenta avanzar las causas del Sur Global en vez de promover los objetivos estratégicos de China o Rusia”, comenta Samir Sarán, presidente de la Observer Research Foundation (ORF), un centro de estudios indio considerado el más influyente del país y el 20º a escala mundial en el ranking elaborado por la Universidad de Pensilvania. “Para la India es un imperativo asegurar que su región y sus intereses globales no se vean negativamente afectados por un país o países que quieran buscar estructuras de gobernanza perversas. Dada la complejidad de la región, es importante para la India mantener abiertas sus opciones, como se evidencia en su estrategia de multialineamiento. Muchos de los intereses económicos actuales de la India están actualmente alineados con la UE, los EE UU, Japón y sus aliados”, observa Saran.

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Sobre la firma

Andrea Rizzi (Enviado especial)
Corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los sábados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opinión del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).

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