Rusia acepta renovar dos meses más el acuerdo para permitir las exportaciones de cereales de Ucrania
Un emisario de Pekín visita Kiev y otras capitales europeas para sondear una posible salida negociada a la guerra
El DSM Capella, un mercante con bandera de Barbados, zarpó este miércoles de la costa ucrania hacia Turquía con 30.000 toneladas de maíz en su bodega. El DSM Capella es el buque número 952 que ha podido recalar en aguas ucranias del mar Negro para trasladar al exterior sus cereales durante la guerra. Era el último carguero que podía operar bajo el acuerdo para la exportación del grano ucranio, suscrito con Rusia, Turquía y Naciones Unidas. Este jueves expiraba la llamada Iniciativa del Mar Negro. La tarde de este miércoles, Rusia aceptó prolongar por dos meses más el programa.
La flota rusa del mar Negro bloquea el tráfico marítimo de Ucrania desde el inicio de la invasión, en febrero de 2022. El pasado julio se alcanzó un acuerdo, con la mediación del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y del secretario general de la ONU, António Guterres, por el que los buques de guerra rusos permitirían el paso de mercantes que exporten el grano de Ucrania para aliviar el encarecimiento global de precios de los alimentos. Ucrania es uno de los cinco mayores productores mundiales de cereales. A cambio, los aliados de Ucrania, con la Unión Europea y Estados Unidos al frente, se comprometían a evitar restringir las exportaciones agrícolas y de fertilizantes rusas.
Las dos renovaciones anteriores de la Iniciativa del Mar Negro también fueron en el último minuto, pero la proximidad de la contraofensiva ucrania hacía temer que en esta ocasión, el pacto del grano naufragara. El empeño de Erdogan permitió que él mismo pudiera anunciar este miércoles la extensión de la iniciativa por dos meses, hasta el mes de julio. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, confirmó poco después la ampliación del pacto “para ayudar a garantizar la seguridad alimentaria global y a los países que más lo necesitan”. Pese a esta preocupación por el hambre en el mundo, el Kremlin no tiene intención de retirar el bloqueo militar que limita las exportaciones agrícolas ucranias.
La iniciativa del grano es, junto al intercambio de prisioneros, el principal hito diplomático internacional que se ha producido en los casi 15 meses de guerra. Más de 30 millones de toneladas de grano, un 56% a países en vías de desarrollo, según Naciones Unidas. España ha sido el segundo país importador de los cereales ucranios, tan solo superada por China. Fuentes de la Comisión Europea aseguraron a EL PAÍS que la mayoría de estas importaciones a España eran posteriormente transportadas a terceros países.
El Gobierno ucranio denunció el pasado febrero que su país podría estar exportando el doble de la cantidad actual, pero Rusia ralentiza expresamente las inspecciones de los barcos que estableció el acuerdo para evitar posibles traslados de armas. Irina Kosse, académica que monitoriza el comercio del mar Negro para el Instituto para la Investigación Económica de Ucrania, afirmaba el pasado abril a este diario que de las diez inspecciones diarias acordadas por las cuatro partes de la Iniciativa, solo se realizaban tres.
El viceprimer ministro ucranio, Oleksandr Kubrakov, se felicitó en un comunicado porque “el mundo continuará recibiendo grano ucranio, gracias a Turquía y a la ONU”. Kubrakov criticó que Rusia esté desde el pasado abril boicoteando el ritmo de las exportaciones y aseguró que más de 70 barcos esperaban en aguas turcas para superar las inspecciones de cargamento, a causa de los impedimentos que imponen los observadores rusos.
Emisario chino
La prolongación del acuerdo del grano ha coincidido con la visita a Kiev del emisario del presidente chino, Xi Jinping. Li Hui, representante especial para Asuntos Euroasiáticos del Gobierno chino, es el hombre elegido por Xi para sondear a Ucrania, Rusia y a las principales potencias europeas implicadas en una posible salida negociada al conflicto. China presentó el pasado febrero un plan de paz que fue descartado por Ucrania y sus aliados por considerar que priorizaba un alto el fuego que permitiría a las tropas rusas fortalecerse en el territorio ocupado. No ha trascendido ningún detalle de la misión de Li a Kiev, que está previsto que salga este miércoles de Ucrania, según la agencia France Presse. El Ministerio de Exteriores chino anunció la semana pasada que Li viajaría, además de a Kiev, a Rusia, Polonia, Francia y Alemania.
Xi y el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, mantuvieron un primer contacto el pasado abril. La llamada telefónica fue recibida de forma positiva por Estados Unidos, Alemania y Francia, como una señal de que Pekín podía implicarse en una negociación para terminar con la guerra. Xi ha reiterado su buena relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, pero oficialmente ha descartado apoyar armamentísticamente a Rusia y considera la guerra como una amenaza para la estabilidad global.
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