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Cuatro muertos en un tiroteo en la ciudad portuguesa de Setúbal por una disputa vecinal

Una riña relacionada con la cría de palomas mensajeras se baraja como móvil del crimen, que acabó con el suicidio del agresor

Tiroteo Setubal Portugal
Dos agentes de la policía portuguesa.Horacio Villalobos (Corbis / Getty Images)
Tereixa Constenla

Cuatro personas han muerto en la mañana de este domingo en Setúbal, una localidad situada a 50 kilómetros al sur de Lisboa, durante un tiroteo registrado en el barrio de Bela Vista, una zona donde se registran elevados índices de pobreza, paro e inseguridad. Uno de los fallecidos es el autor de los disparos, que acabó suicidándose antes de la llegada de la Policía de Seguridad Pública (PSP), según explicó a la prensa la comisaria Andreia Gonçalves. “Todo indica que se trata de una situación aislada, con algún asunto pendiente por resolver entre ellos y que no tiene nada que ver con cuestiones del barrio”, indicó la comisaria.

La Policía Judicial, que ha asumido las riendas de la investigación, no ha facilitado aún explicaciones oficiales que permitan aclarar los motivos del suceso, pero algunos medios portugueses están avanzando que las causas se deben a las desavenencias existentes entre el agresor y sus víctimas. Todos ellos poseían unas chabolas en una zona rural de Setúbal, donde tenían animales y huertos ilegales. En lo que no coinciden los medios es en el motivo de las disputas.

El diario Público sostiene que la riña está relacionada con la afición de todos ellos a la colombicultura (cría de palomas). Citando a una fuente de la Policía Judicial, el periódico indica que en el origen puede estar una antigua disputa por la cría de palomas mensajeras para competición, que implica también “discusiones a propósito de dinero y el reparto de los terrenos en el descampado que se ubica cerca del núcleo de viviendas conocido como Barrio Azul”.

Por su parte, la cadena de televisión SIC Noticias avanzó que las diferencias habían comenzado por los reproches de las víctimas al agresor después de que sus perros se comiesen algunas de sus gallinas. Según esta versión, esta mañana volvieron a recriminarle lo ocurrido, lo que habría hecho que el agresor los disparase con una escopeta de caza.

Palomares y chabolas

Los fallecidos son hombres con edades comprendidas entre los 50 y los 60 años, que habían construido palomares y chabolas en el descampado donde ocurrieron los hechos. Los agentes localizaron en las inmediaciones del lugar la escopeta de caza que presumiblemente se utilizó en el suceso.

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Este caso ocurre un mes después de otro registrado en el centro de la comunidad ismaelita del Aga Khan en Lisboa, cuando Abdul Bashir, un refugiado afgano de 29 años, mató con un cuchillo a dos mujeres de la institución religiosa. Las investigaciones policiales descartaron que el hecho estuviese relacionado con el terrorismo islamista y apuntaron hacia los trastornos psicológicos que sufría el agresor, después de abandonar su país y perder a su esposa, fallecida en un campo de refugiados en Grecia. Bashir recibía clases de portugués y ayuda alimenticia en el centro ismaelita. Las dos víctimas eran empleadas de la institución que trabajaban en programas de integración de refugiados.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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