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El Ejército de Ucrania se acerca a la ciudad de Jersón sin apenas resistencia rusa

Zelenski celebra la recuperación de “decenas” de localidades mientras sus tropas son bienvenidas por los habitantes que han vivido bajo la ocupación

Soldados ucranios enarbolan la bandera nacional mientras viajan en un vehículo armado desde Izium a Liman.Foto: FRANCISCO SECO (AP) | Vídeo: EPV / REUTERS
Luis de Vega (ENVIADO ESPECIAL)

El Ejército de Ucrania se acerca cada vez más a la ciudad de Jersón, la única urbe del país que Rusia controla en el margen occidental del río Dniéper y cuya toma supuso para el Kremlin el mayor éxito al inicio de la guerra el pasado 24 de febrero. Tras unos días de cautela ante el terreno que iban ganando, el presidente Volodímir Zelenski anunció en la noche del martes que sus hombres están logrando avances “bastante rápidos e importantes” en el sur, donde se ubica la región de Jersón. En su alocución diaria, el mandatario citó ocho localidades de ese territorio recuperadas en las últimas horas y dijo que son docenas las que han ganado ya en otras regiones como Járkov, Lugansk o Donetsk.

La ofensiva ucrania está logrando evitar que el Ejército ruso envíe a la línea del frente de Jersón munición, equipos de defensa o más hombres, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, según sus siglas en inglés), que coincide en que los avances de las tropas locales en esa región son “significativos”.

Hasta la noche del martes, tanto el Gobierno como el Ejército de Kiev habían huido de triunfalismos. Las redes sociales arden, sin embargo, con vídeos de militares locales alzando la bandera azul y amarilla en cada enclave que recuperan. Los habitantes los reciben, saludan y, como ha ocurrido en otras zonas del país recuperadas, les ofrecen lo poco que tienen.

Los avances ucranios se producen en los dos frentes de guerra abiertos, tanto en el este como en el sur. Se trata de territorios invadidos por las tropas del Kremlin que pertenecen a alguna de las cuatro regiones (Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón) que Moscú considera de forma unilateral —e ilegal— como parte de Rusia desde el viernes pasado.

“Cada vez más ocupantes están intentando escapar”, aseguró Zelenski el lunes con tono más comedido que el martes. “El avance ofensivo de nuestro Ejército y de todos nuestros defensores continuó hoy. Hay nuevos enclaves liberados en varias regiones”, añadió. Aunque también reconoció que “continúan los feroces combates en muchas zonas del frente”.

El Ejército local no se topa, según los vídeos difundidos, con excesiva resistencia por parte de los rusos, cuya estrategia parece ser la de seguir lanzando misiles de larga distancia contra objetivos no militares. Ese ha sido el caso en las últimas horas, con el ataque contra instalaciones ferroviarias de la ciudad de Járkov, en el noreste, en el que este martes murió una empleada, según ha informado la compañía nacional de trenes. También lo hace repetidamente contra la ciudad de Zaporiyia, donde el viernes murieron 31 personas tras el lanzamiento de varios misiles rusos modelo S-300 contra una caravana de vehículos civiles, según Kiev.

Dificultar el repliegue ruso

En las últimas horas de este martes, las tropas rusas lanzaron un total de 114 proyectiles sin causar víctimas mortales en la región de Zaporiyia, según ha informado en su canal de Telegram el gobernador, Oleksandr Staruj. Insiste, además, en que la falta de seguridad para las caravanas tras el ataque del viernes, unido a un mayor celo del invasor en los controles, impide el flujo de huidas de los civiles ucranios. Si antes lo hacían cientos de habitantes cada día, este lunes, por ejemplo, solo lo hicieron 43, de los que 11 eran menores. Desde que Rusia considera estos territorios como propios, considera a sus vecinos como rusos y ha ordenado que sean alistados para combatir en las filas de las tropas del Kremlin. Por eso cada vez más hombres de entre 18 y 35 años tratan de escapar hacia la zona controlada por Kiev.

En el noreste, los ucranios ganan posiciones al este del río Oskil (zona de Járkov) hacia la frontera de Lugansk, cuyos 26.000 kilómetros cuadrados están casi de forma íntegra en manos rusas. La idea es tratar de avanzar hacia Lugansk desde Járkov y desde Donetsk, donde el fin de semana las tropas locales se hicieron ya con el enclave de Liman, un punto estratégico para el abastecimiento y la logística del ejército invasor. El gran objetivo es recuperar las ciudades de Lisichansk y Severodonetsk (en la región de Lugansk), separadas únicamente por el río Donets y ocupadas por los rusos desde hace tres meses tras intensos combates y grandes pérdidas en ambas partes.

En Jersón, los soldados ucranios ya tomaron el lunes posiciones en Dudchani, a unos 125 kilómetros de la capital regional. Esos avances, como los anunciados por Zelenski este martes, pueden poner en riesgo la logística rusa para mantener a sus tropas en la orilla derecha del río Dniéper, en la que Jersón es la única urbe importante que ocupan. Además, Kiev ha bombardeado e inutilizado los puentes de esa ciudad para que no puedan ser empleados en su retirada por los rusos en caso de que quieran replegarse con armamento y carros de combate hacia la orilla oriental, donde sus posiciones son más firmes.

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Sobre la firma

Luis de Vega (ENVIADO ESPECIAL)
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.

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