David Choquehuanca: “Europa tiene que encontrarse con América Latina”
El vicepresidente de Bolivia rechaza condenar la ofensiva rusa en Ucrania (su país se ha abstenido en las votaciones de condena de la ONU) y asegura que habrá “transparencia” en la licitación de los contratos para explotar litio boliviano, al que aspiran varias empresas chinas y una rusa
La gira europea –sobre todo académica, aunque salpicada con algunos encuentros políticos- que el vicepresidente de Bolivia, David Choquehaunca (Huarina, 61 años), realiza esta semana por varios países, España incluida, estaba organizada desde hace un año. Entonces pocos hablaban de la crisis energética que hoy angustia a Europa y la guerra de Rusia en Ucrania era, si acaso, una amenaza que muchos se negaban a creer (y tardarían aún mucho en hacerlo). Choquehuanca ha viajado a Europa a hablar, como hizo el lunes en un encuentro en el Parlamento Europeo y el domingo en un festival alternativo de Ostende, de la filosofía del “vivir bien” de los pueblos indígenas que promueve desde hace años y que pasa, explica, por “descolonizar la mente” y proclamar la “muerte del colonialismo, del antropocentrismo y el eurocentrismo” para preservar la vida en la Tierra y lograr la pacificación del mundo.
Pero Bolivia es estos días un peón cada vez más interesante en el ajedrez internacional, gracias especialmente a sus reservas estratégicas de litio, y la actualidad política acaba atrapando durante la entrevista que concede a EL PAÍS en Bruselas a un político clave en la transformación del país andino en los últimos lustros: fue ministro de Exteriores del primer presidente indígena de Bolivia, Evo Morales, de 2006 a 2017 y, desde 2020, es el número dos del Gobierno de Luis Arce.
La Paz mantiene fuertes lazos con Moscú y se ha abstenido en dos votaciones en Naciones Unidas sobre la ofensiva rusa en Ucrania. “Necesitamos más información” sobre las razones de la guerra, responde a una pregunta sobre su ambigua postura en esta pese a que ya van más de seis meses de conflicto y argumentaciones. “Hay mucha desinformación. Necesitamos saber las verdaderas razones. ¿Por qué Rusia ha intervenido en Ucrania? Necesitamos conocer (…) No hay una información que sea el reflejo de las verdaderas razones, de las verdaderas causas”, insiste Choquehuanca, a la par que recuerda que el principio de no injerencia marca la diplomacia boliviana: “Nosotros queremos mantener buenas relaciones con todos los países del mundo en el marco del respeto mutuo, de la no intromisión en los asuntos internos, del respeto a la soberanía de nuestros pueblos. Nuestra Constitución política del Estado establece que somos un país pacifista”.
Pero Bolivia también es un país con un as poderoso en la manga: tiene una de las mayores reservas mundiales de litio, un mineral clave para que las tecnologías energéticas puedan reemplazar a los combustibles fósiles, lo que incrementa su poder geopolítico. “El litio y las tierras raras pronto serán más importantes que el petróleo y el gas”, dijo hace solo una semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su discurso sobre el estado de la Unión en Estrasburgo, en el que también mencionó la necesidad de reforzar la colaboración con América Latina.
Choquehuanca, cuyo país está en pleno proceso de selección de una empresa extranjera (en la lista final han quedado cuatro chinas, una estadounidense y una rusa que muchos dan como vencedora) para explotar este nuevo “oro blanco”, dice que ya “era hora” de que Europa quisiera acercarse de nuevo a una región que quizás desatendió demasiado los últimos años, aprovechados por China y Rusia para hacerse fuertes en el continente latinoamericano. También asegura que su Gobierno será “transparente” en la licitación del contrato de explotación del litio boliviano, aunque se niega a marcar distancias, una vez más, con Rusia, y achaca a “chismes” las informaciones de prensa de que su Gobierno podría privilegiar a la empresa estatal rusa finalista Uranium One (con cuyos ejecutivos se tomó una foto el hijo del presidente boliviano, Luis Marcelo Arce Mosqueira).
“Si nos dejamos guiar por las redes sociales, donde circulan mensajes para matar la verdad, para matar nuestra independencia, estamos perdidos”, advierte el político. “Hay mucho chisme que circula por las redes sociales (…) Es verdad que en Bolivia está este recurso estratégico energético del planeta. Necesitamos industrializar y estamos en ese proceso (…) Hay una convocatoria internacional y oportunamente haremos conocer nuestro proceso y lo haremos de manera transparente, siempre en función de los intereses de nuestros pueblos, todo tiene que ser transparente”, insiste.
Según Choquehuanca, la crisis que vive el mundo va mucho más allá de los retos geopolíticos. Lo que está en juego, asegura, es la supervivencia misma del planeta, y eso requiere el esfuerzo conjunto de todas las naciones y regiones del mundo. “Vivimos las consecuencias de la aplicación de un modelo de desarrollo occidental capitalista y, ¿qué tenemos? Pobreza, crisis ambiental, crisis climática, financiera, energética, institucional, sanitaria, hídrica, alimentaria, crisis global del capitalismo. Y estas crisis son globales. Ningún país tiene la capacidad de encarar estos problemas de manera aislada, por más desarrollado que sea. Esto nos obliga a construir alianzas estratégicas con todos los países del mundo”.
Y ahí entra la necesidad, planteada también estos últimos días por la UE, de un acercamiento trasatlántico. “Europa tiene que encontrarse con los países de Latinoamérica. Se está hablando de un posible encuentro de una cumbre de la Unión Europea y la CELAC [Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños] durante la presidencia de España en 2023″, recuerda Choquehuanca, que aprueba la idea: “Me parece bien, era hora de que nos podamos encontrar y abordar de manera conjunta estos problemas que nos ha generado este modelo de desarrollo occidental capitalista”.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.