Putin alega motivos de trabajo para ausentarse del funeral de Gorbachov
Rusia niega unas exequias de Estado al último presidente de la Unión Soviética, cuya ceremonia de despedida se celebrará el sábado en Moscú
El líder de la Rusia de inicios del siglo XXI no estará presente en la despedida del hombre a quien se considera el estadista más importante de la Rusia de finales del siglo XX. El presidente ruso, Vladímir Putin, no acudirá este sábado a las exequias de Mijaíl Gorbachov, oficialmente “por agenda de trabajo”. El acto no tendrá además categoría de funeral de Estado. “Incluirá algunos elementos estatales”, ha prometido este jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que no señaló cuáles, más allá de indicar que habrá “una guardia de honor”, en lo que apunta a un intento de minimizar la decisión de Moscú de negarle a Gorbachov una ceremonia fúnebre con los máximos honores. “Necesito aclarar exactamente qué incluye un funeral de Estado”, respondió Peskov a los periodistas dos días después del fallecimiento del último presidente de la Unión Soviética.
Gorbachov falleció el martes a los 91 años. La ceremonia para despedirlo se celebrará en la Sala de Columnas de la Casa de los Sindicatos de Moscú este sábado por la mañana, y por la tarde será enterrado en el cementerio Novodévichy junto a su esposa, Raisa Gorbachov.
Putin hizo una breve visita este jueves al Hospital Clínico Central de Moscú, donde se encuentran ahora los restos mortales del exdirigente soviético. Antes de poner rumbo a Kaliningrado, el inquilino del Kremlin desde hace casi 23 años se despidió de Gorbachov ante su ataúd, junto al que depositó un ramo de flores rojas. El presidente ruso permaneció de pie ante él unos segundos, dirigió la mirada hacia el retrato del político fallecido y se santiguó antes de abandonar el lugar.
“La agenda de trabajo de Putin no le permitirá participar en la ceremonia de despedida de Gorbachov del 3 de septiembre. Por lo tanto, decidió hacerlo personalmente hoy”, afirmó Peskov. El portavoz del Kremlin también reveló algún detalle más del acto. Este miércoles, la fundación del político, el Fondo Gorbachov, y su hija Irina admitieron no saber qué categoría tendría el funeral. Peskov prometió confirmar ese mismo día si sería de Estado o no, pero no hubo ningún anuncio más.
“Habrá elementos de un funeral de Estado”, respondió Peskov este jueves a los periodistas. “Habrá una guardia de honor y el Estado ayudará en la organización”, añadió. Sin embargo, al insistirle para que precisara qué elementos de un funeral de Estado faltarán en las exequias, el portavoz aseguró desconocer la cuestión. “Me resulta difícil responder correctamente, no lo haré”, zanjó, según recoge la agencia estatal de noticias rusa Tass.
El protocolo de un funeral de Estado incluye muchos más elementos que el de la guardia de honor citado por Peskov. En un acto de esa naturaleza, se utilizan símbolos estatales; los estandartes se arrían y las banderas ondean a media asta; el féretro se cubre con la bandera nacional y sobre él se depositan insignias y otros símbolos. El himno nacional suena durante la ceremonia; el ataúd es transportado en un carro de artillería y también está presente una guardia de honor y una escolta. Los militares que participan en el acto deben vestir uniformes de gala con los galardones estatales. Durante la despedida, se dispara una salva.
Una figura controvertida
La gestión de Gorbachov al frente de la Unión Soviética es controvertida en Rusia, y el Kremlin ha marcado una gran distancia, hasta casi la ruptura, con él, aunque su figura histórica y las libertades a las que abrió la puerta en el país tienen mucho peso, incluso hoy en día. El propio Putin ha calificado la disolución de la Unión Soviética como “la mayor tragedia geopolítica del siglo XX”. Una parte significativa de la población considera la perestroika (la transición a la economía de mercado desde el sistema comunista) y la glasnost (la transparencia de las instituciones estatales) como un gran fracaso.
Pável Palazhchenko, traductor personal del exlíder soviético —ahora jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Fondo Gorbachov—, ha anunciado que la institución seguirá funcionando tras la muerte de su fundador. “Hay un gran trabajo con el archivo que quedó guardado en su residencia”, declaró Palazhchenko a la agencia. Entre esas tareas, figura la de seguir estudiando la perestroika y el papel internacional del exmandatario.
En 2020, el centro sociológico Levada efectuó su última encuesta sobre la gestión de Gorbachov. “Muchos dicen que habría sido mejor si todo el país se hubiera quedado como antes de 1985, antes de la perestroika. ¿Está de acuerdo o no?”, era la pregunta de la institución a los rusos. Aquel año llegó al poder Gorbachov como secretario general del Poder Central del Partido Comunista de la Unión Soviética. Un 47% respondió que hubiera sido mejor quedarse como antes, mientras que un 39% no estaba de acuerdo.
“La creación del primer centro de encuestas nacionales en la historia de la URSS solo fue posible con la asistencia y ayuda de Gorbachov”, recuerda el jefe de investigaciones socioculturales de Levada, Alexéi Levinson, en una columna publicada en su portal. Hace referencia en ella a la institución pública Estudio de la Opinión Pública de toda Rusia (VtsIOM), acusada hoy de manipular los sondeos, mientras que el centro Levada ha sido declarado agente extranjero por las autoridades.
“En estos días de luto algunos pensarán que nunca hubo un gran estadista que lograra dar la libertad a millones sin derramar una gota de sangre. Otros pensarán cómo anular todo lo que se hizo para ellos. Nuestro negocio, que arrancamos gracias a él, muestra a la gente sus opiniones”, subraya Levinson en defensa de la libertad de expresión que siempre defendió Gorbachov.
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